Capítulo 28

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Los personajes de Fairy Tail pertenecen a Hiro Mashima.

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That's not right

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Tercer día de competencias y todo parecía ir a favor de Sabertooth, literalmente todo. Nadie podía negar lo que era evidente, los alumnos de dicha academia parecían ser superiores en todo sentido, a pesar de tener un plan de estudios enfocado principalmente en la composición musical antes que la puesta en escena.

Los ánimos desalentadores eran una capa invisible que cubría a los alumnos de Fairy Tail, quienes por más confianza que tuvieran en sus propias capacidades, se habían terminado por ver sobrepasados en todo aspecto musical no solo por Sabertooth, sino también por varias otras escuelas.

—Esto se está volviendo humillante —murmuró Levy observando de reojo las expresiones abatidas en los rostros de sus compañeros.

—Y será peor durante la próxima semana —acompañó Kana.

—No puedo creer lo que ha pasado con Wendy —dijo Juvia sobándose las manos ansiosa. Todas le miraron por que sin duda el ver a la pequeña peli azul perder por algo tan devastador había sido un golpe duro para el resto de los alumnos.

A lo lejos, la mencionada continuaba conmocionada con lo que había tenido que vivir el día anterior, no especialmente por haber obtenido un lugar que se encontraba más cerca del último, sino por la sacudida de sentimientos al ver momentos antes sobre ese escenario a quien consideraba el amor de su vida.

El comienzo de la segunda ronda, o la ronda de la tarde, seria marcado por la presencia netamente femenina de las competidoras, quienes debían ser capaces de interpretar de manera excelente la canción que les seria asignada. Todo iba bien al ver que su canción era reconocida por su ritmo pegajoso y sencillo. Hasta que lo vio, al mismísimo Mest Gryder presentando el siguiente concurso. ¿Era acaso posible poder interpretar aquella canción tan alegre con aquel vorágine de sentimientos tristes que azotaban su corazón? Ni siquiera su resultado en aquella prueba le devastó tanto como los recuerdos de su ruptura con Mest.

Se alejó del grupo deseando un poco de tranquilidad cuando la visión de quien se había convertido ahora en un mal deseable apareció frente a sus ojos.

Eran innegables los sentimientos que aun surgían por él. El cosquilleo en sus manos deseosas de tocarlo y las palpitaciones aceleradas de su corazón que retumbaban en sus oídos. Pudo notar la incomodidad en su rostro y sabia que volvería a escapar de ella cuando giro de improviso, no podía dejarlo ir cuando lo tenía cerca nuevamente.

—Mest —llamó en un impulso. Él se detuvo sin mirarla y eso le dio tiempo para acercase —. Hablemos —pidió buscando su mirada, pero él le evito nuevamente.

—Ya hemos dicho todo lo que necesitábamos decirnos —respondió luego de unos segundos, segundos en los que tal vez pensaba en qué responder.

—Yo no puedo conformarme con eso —insistió ella, y por fin él se digno a mirarla.

—Vas a tener que hacerlo, no quiero saber de ti Wendy, no quiero tener que repetirlo nuevamente —explicó esta vez de manera más gélida y tajante. Los ojos acuosos de la joven le dispararon puñaladas directo a su corazón, pero se mantuvo firme porque sabía que era de ese modo como debían seguir las cosas. Su relación con la peli azul nunca tuvo ningún sentido y si era incluso más cruel podía decir que solo fue un juego, el excitante peligro de hacer lo prohibido.

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