One-shots Devie 2

Selfie con filtro de princesa

Era extraño estar en Auradon, todo es tan limpio, soleado y la gente se trata con amabilidad, aunque es verdad que no siempre se cumple esa última, menos cuando eres el hijo de un villano. Hay veces que me hace hasta gracia pues el hijo de Dopey me trata tan bien, pero luego hay príncipes que no se fían que yo este a su lado les vaya a "envenenar" la comida o algo. En fin me debería callar, porque aquí estoy yo, la hija de la reina Malvada, esperando a Doug para estudiar, que no le tiene que quedar mucho, sale de los ensayos de la banda a las cuatro en punto, tarda un par de minutos en recoger sus cosas y el camino por el que suele ir no es muy largo... y yo no sé porque sé todo eso.

- Buenas tardes Evie, - apareció Doug sacándome de mis pensamientos, no sé el porqué, pero me sonrojé terriblemente cuando apareció sentándose a mi lado - ¿estás bien? -

- Sí, sí estoy perfectamente - su mirada preocupada la reemplazó una sonrisa alegre, que de algún modo me hizo sonreír a mi también, cuando miré sus ojos esmeraldas no pude evitar perderme en ellos.

- Tengo una sorpresa - él apartó la mirada buscando algo en su mochila, segundos después de haberme recuperado de esa extraña e intensa mirada me entró curiosidad de que era lo que tenía para darme, quedándome muy extrañada al ver como sacaba una caja negra y me la tendía.

- Así que me has regalado una caja que detalle - él se rió negando con la cabeza, no sé como lo hace, pero cada día está más guapo, sobre todo cuando se ríe, no es que lo mire reír, solo... mejor abro la caja - ¿Un teléfono? -

- Sí, Ben y yo hemos estado hablando y pensamos que os ayudará a estar conectados, evidentemente el móvil es de parte de Ben, yo no tengo tanto dinero, pero te he traído otra cosa que te servirá para tu nuevo regalo - Doug rebuscó en su mochila una vez más - cuando fuimos a comprar los teléfonos la vi y me acorde de ti -

 - No sé que decir - cuando me tendió una funda para el teléfono azul decorada con una corona ladeada decorada con unos cristales que imitaban a gemas, no sabía que hacer, se suponía que en unas semanas tenemos que traicionarlos liberando a nuestros padres, ¿por qué me lo tenía que poner tan difícil?

- No hace falta que digas nada, es un regalo - su sonrisa era tan genuina, nadie me había sonreído así en mi vida y me hacía sentir como si tuviera a Jay y Carlos peleando en mi estómago - ¿te gusta? -

- Claro, es perfecta - mis manos recorrieron la funda antes de colocársela al teléfono.

- ¿Quieres que te enseñe a usarlo? - yo asentí con la cabeza, él sujetó el móvil que tenía en mis manos haciendo que ambas se toquen lanzándome una descarga por todo el cuerpo - Encenderlo es fácil, así que te recomiendo ponerle una contraseña para que no te puedan entrar si tú no quieres, de base tiene muchas aplicaciones, las más importantes son el Whatsapp y el buscador -

- Entonces la cosa con verde es el Whatsapp - él asintió con la cabeza - y ¿qué hacen? -

- En el buscador se encuentra la mayor red de información del mundo - Doug toco la pantalla encima de Google haciendo que se abriera - puedes buscar desde los inicios de los estados unidos de Auradon hasta cual es la última tendencia de moda en cuestión de segundos, por otro lado Whatsapp te permite mandar mensajes a cualquier persona que tengas agregada en cualquier momento -

- Eso es impresionante - me quedé maravillada con el buscador, toda la información solo con tocar una cristal, es la versión moderna del espejo mágico.

- También tiene juegos, pero su función principal es la de llamar - se metió en una aplicación con el dibujo de un teléfono tradicional, como los que hay en algunas partes de la Isla, puso un número y comenzó a sonar una musiquita.

- ¿Qué haces? - pregunte cuando sacó su móvil, hasta que empecé a escuchar eco y entendí que se había llamado - ¿Así de fácil se llama? -

- Sí  y también puedes agendar los números, así no tienes que memorizar de quien es el número - me retracto, no es la versión moderna del espejo mágico, es la versión mejorada.

- También tiene una cámara con la que puedes hacerte fotos y también tiene filtros de todo tipo - Doug alzó el teléfono que se había convertido en un espejo con botones, sinceramente no sé que es lo que hizo, pero en la pantalla aparecieron dos tiaras que no estaban en la vida real. Él se puso bizco y sacó morritos, por esa tontería yo reí por primera vez en mi vida, sin que mamá me regañase por ello - Hemos salido muy bien -

Al ver la foto ninguno habíamos salido bien, él tenía los ojos bizcos y yo salía movida riéndome, no obstante era la mejor foto que me había hecho en la vida. Al alzar la vista no pude evitar perderme en el verde se sus ojos, noté como se acercaba lentamente a mí, mi corazón comenzó a latir más rápido, nuestras narices se rozaron y cuando pensaba que mi primer beso iba a ser con el hijo de Dopey llegó Mal prácticamente arrastrándome hasta la habitación.   

- ¿Se puede saber que te pasa con el enano? - esas fueron sus primeras palabras al entrar en el cuarto - Es la segunda vez que os veo tan acaramelado -

- ¿Qué dices? Es el hijo de uno de los mayores enemigos de mi madre - traté de fingir una fachada de calma y sosiego, aun cuando por dentro mi corazón seguía acelerado y tenía a una manada de elefantes en estampida dentro de mi estómago.

- ¿Crees que soy idiota o que me chupo un dedo? - respondió Ma, quien evidentemente no se había tragado nada e lo que he soltado por la boca - Sinceramente como si te lo quieres follar, solo te recuerdo que estamos aquí para robar la varita y liberar a nuestros padres de la Isla -

- Ya lo sé, es solo que... - ni siquiera sé que es lo que siento al respecto - no has sentido que no deberíamos traicionarlos, ya sabes a los chicos de Auradon -

- Te mentiría si te dijera que no - Mal dejó de garabatear en su cuaderno y me miró con una expresión de infinita tristeza - Hoy he tenído una cita con Ben -

- Ya lo sé, - quería que continuase, pues por su expresión no sé si fue bien o terriblemente mal - recuerda quien fue la que te ayudó a arreglarte -

- Ha ido bien, mejor que bien y realmente me hace pensar en que no estamos haciendo lo mejor para nosotros - Mal volvió a centrar su mirada en el cuaderno como buscando fuerza para decir algo que no termina de aceptar - Creo que me está empezando a gustar Ben, de verdad -

Ella se dejó caer en su cama con los ojos aguados, realmente se la veía perdida, sin saber que demonios debía hacer, como yo.

- Creo que estoy peor que tú - Mal me miró a los ojos perpleja - yo me he enamorado del hijo de Dopey -

- Definitivamente estás peor - dijo entre risas - nuestro padres nos van a matar -

- Ya lo sé, pero no puedo evitarlo, él es tan dulce y atento que no sé si el ser o no un príncipe realmente tenga algún tipo de valor - Mal se sentó conmigo apoyándome.

- Si que te has enamorado del enano princesa arándano - ella me miró con una sonrisa cómplice, pues ella también se había enamorado de quien no debía.