- hermana - escucho como alguien la llamaba, pero... ¿quien? - hermana - otra vez la misma voz, pero no sabia quien era, con dificultad, abrió sus ojos y al frente de ella esta aome, su hermana menor, abrazando a un oso de peluche con la mirada sumisa que sabe tener.
- aome, ¿que pasa? - preguntó.
- tuve una pesadilla, ¿puedo dormir contigo? - contesto la niña tímidamente.
- claro que si - dijo - ven, durmamos las dos - y con eso, hizo un poco de espacio en su cama e hizo acostar a su hermana pequeña, no le sorprendía el acto de su pequeña hermana, sabia escabullirse de su habitación para ir a la de ella - ¿y en que soñaste? - pregunto curiosa.
- soñé que tu te ibas y ya no volvías - contesto en un susurro.
- eso no pasara - prometió - no dejare que nada malo me pase - dijo - así que no te preocupes, no estarás sola hermana - y con eso aome se durmió, al igual que ella.
Todo estaba oscuro, pero unos ruidos la hicieron despertar, kikyo sabia que eso era un sueño, pues era obviar que su hermana ya no tenia nueve años, y ella quince años, pero un ruido de abajo distrajo de sus pensamientos, pero se dio cuenta de que esta sola en esa enorme cama, al parecer sesshomaru ya se había ido, pero no le importo y se bajo de la cama para estirarse y así quitarse la pereza que tenia encima.
- «¿de quien sera ese llanto?» - se pregunto al reconocer el ruido que la despertó. Empujo la puerta con sus patas y salio afuera, caminando por el pasillo, se dio cuenta de que aquel llanto, provenía de la sala principal, bajando escucho la conversación de su madre y hermana, eso la sorprendio, ¿porque ellas estaban en ese lugar?.
- «mamá, aome» - pensó.
Oculta detrás de la pared, solo saco su cabeza para ver y poder escuchar mejor, miro a su hermana totalmente echa un desastre, tenia ojeras, su cabello despeinado y sus lagrimas recorriendo, ¿que le paso para que este en esa condición?.
- la buscamos por todas partes, pero no la encontramos - hablo su madre rompiendo el silencio de la sala - y no sabes en donde más poder ir a buscarla.
- kikyo... ¿en donde estas? - pregunto con un sollozo aome.
- se que debe estar en algún lugar, no debemos perder las esperanzas - contesto la madre de sesshomaru.
- pero... en donde podría estar? - y como si la escucharan, alguien prendió la tele y se quedaron a escuchar las noticias, pero una les impacto a todos, incluso a la misma kikyo.
- «es mentira» - pensó kikyo con sus ojos horrorizados.
Hoy en la mañana, se encontró un bus volcado en las afueras del camino de la carretera - hablo la reportera - todos fueron victimas de muerte, solo sobrevivieron algunos, pero los demás no, ahora se pudo encontrar una maleta de una joven estudiante, cuyo nombre es kikyo.
Apagaron el televisor, y el lugar quedo en silencio, kikyo no lo podia creer, alguien debe de haber tomado sus pertenencias cuando ella se convirtió en gata, eso tendría que ser. Un fuerte llanto alarmo a kikyo, mirando otra vez noto que era aome la que lloraba sin consuelo, al enterarse de su supuesta "muerte".
- miau - llamo la atencion de todos.
- «ya despertó» - pensó sesshomaru con sus sentimientos encontrados - «kikyo no debe estar muerta, debe ser una farza» - apretó sus manos en un puño.
- te... pareces a ella - comento aome con pequeños hipos, y una sonrisa triste - pero ahora... ahora... ella - no termino su oración ya que volvió a llorar, kikyo no podia ver de esa forma a su hermana, tendría que hacer algo para calmar, así que salto a sus rodillas y lambió sus lagrimas que recorrían por sus mejillas, eso alivio un poco a la joven - gracias pequeña - acariciando la cabeza de la gata.
- no sabia que tenían una gata - comento la madre de kikyo, viendo a la gata, que tenia un cierto parecido a su hija mayor.
- mi hijo la trajo hace unos días - contesto la señora con su semblante tranquilo, no quería estar triste, no quería empeorar las cosas, kikyo era una de las jóvenes que le había agradado cuando la conoció por primera vez.
- no sabia que a su hijo le agradaran los gatos - comento.
- jiko - dijo sesshomaru tapando sus ojos con su flequillo - vamos - sin decir nada más subió a su cuarto, kikyo no quería dejar a su hermana sola, pero algo dentro de ella, le decía que debía ir con él, haciendo caso a sus instintos, le lambió la mejilla a su hermana y madre y subió al cuarto de sesshomaru.
- «ahora todos piensan que estoy muerta» - pensó con las orejas agachadas, entrando al cuarto de sesshomaru, miro como él, tenia la mirada pegada a la ventana, como si algo interesante estuviera ahí afuera - miau - maulló para llamar su atención. Sesshomaru miro sobre su hombro y vio a la gata, alejándose de la ventana, se dirigió a la gata y la tomo en sus brazos, y soltó sus lagrimas silenciosas.
Kikyo no entendía el porque?, pero tampoco le importo, ella también lloro por dentro, al saber que su madre y hermana piensan que ella esta muerta, tenia que hacer algo, tenia que hacerle saber que ella no esta muerta, que ella aun sigue viva, que...
- se que esta viva - el susurro de sesshomaru hizo que kikyo volviera a la realidad - no se como, pero presiento que ella esta viva - siguió susurrando en la oreja de la gata - y la encontrare a toda costa.
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