Yo también te amaba.

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La joven se encontraba practicando aquel arte que fue aprendido a base de su esfuerzo y ánimo, todo estaba tranquilo, su progenitora, su querido compañero y hermano, se encontraban tranquilos observando a la menor ensayando con todo lo que su corazón daba.
En ese preciso momento llega el progenitor de ambos jóvenes y ex pareja de la mayor de los tres, aquél hombre ingresa junto a su actual pareja, la mujer que destruyó aquella familia, aquella que destruyó el anhelo de la chica de estar con su amado padre.
La mujer intenta subir las escaleras al segundo piso aunque rápidamente es detenida junto a su hija en el pie de aquella zona.
—¿Qué es lo que quieres?— Intervino la joven.

—Quiero tomar cosas para mi hija, muévete.

La chica fué empujada por la mayor, en aquél momentos, la joven se percata de la vestimenta de aquella pequeña persona a la que obligaban a llamar, su hermana.
Aquella pequeña e indefensa niña, estaba vestida de unas blancas telas, aquellas tan blancas y tan nobles, líneas rojas y negras adornaban ciertas zonas de esas telas ¿Qué era? El sueño frustrado de la hermana mayor, aprender karate para poder demostrar orgullosamente a su padre que la disciplina y esfuerzo es algo que se encontraba en su mente, sin embargo, aquél hombre nunca quiso apoyarla en eso y la chica no encontraba la forma de aprender, puesto que su madre no podía ayudarle económicamente ya que ella contaba con pocos recursos producto del bajo apoyo del hombre que le dió la vida a sus hijos.

La chica estaba parada, analizando todo cuando en cierto punto de sus ojos comienzan a caer gotas, aquellas saladas y pesadas gotas, un jadeo lastimero escapa de sus labios, se sentía mal.

—¿A dónde irán?— Con pesar preguntó a su padre, le costaba incluso verlo, sin embargo con algo de valor, logró hacerlo.
—Iremos a comprar varas para el karate de mi hija.— Respondió sin pesar alguno observando a quien también era su hija, parecía tan frío y simple que no le dolía para nada ver cómo esta se lastimaba con su recuerdo de aquella típica frase que le expresaba cuando no quería darle algo “No tengo dinero, no me estés molestando.”

En ese momento, la mujer baja con su querida hija, la chica se mueve al lado de su madre, agachando la mirada, ejerciendo fuerza en sus puños, su sueño era otorgado a una pequeña persona que si bien, podía irle mejor por los años de aprendizaje, ella si recibía el apoyo de su padre en cada cosa, a diferencia de la mayor que tenía que tuvo que dejar aquél sueño para ir con otro que pudo abrirle algunas puertas.

—¡Ese fué mi sueño primero!— La joven con las pocas fuerzas que tuvo, se coloca en frente de su padre y segunda familia, las lágrimas aún salían de sus ojos cristalinos, el padre con autoridad observa a su hija mayor con una mueca de asco.
—Me jode que solo me busques para esto.—
—Padre, te equivocas, yo te amo y antes lo hacía aún más pero de la misma forma que ahora, preferiste a aquella mujer, sus hijos... Me quitaste de tu lado, no pude disfrutar mi infancia porque desde que nací, ella era más importante, no estuviste aquel día en el hospital, tampoco cuando era pequeña e intentaba hacer las cosas por mi misma, no estás ahora que estoy logrando algo ¿Qué clase de amor sincero me pides cuando tú ni siquiera me das la mínima parte? Si soy materialista es porque tú me enseñaste eso, tu cubrias el amor con juguetes, dulces y peluches pero siempre lo supe, siempre supe todo, no te pido que me ames como yo te amo a tí pero si te pido que por lo menos, respetes aquel sueño que en un momento, no decidiste apoyar...—

Después de esas duras palabras, la chica cae al piso, su garganta y cabeza dolían, su vista estaba nublada, no lograba ver a aquella mujer que siempre estuvo a su lado, aquél chico que desde niños cuidó de ella y le enseñaba muchas locuras, ambos corriendo a ella y sorpresivamente, su padre también estaba acercándose, con malestar y tristeza.

—Yo si te amaba papá...—

Fué lo último que dijo, la última lágrima que calló por su mejilla antes que todo se volviera oscuro para ella, esa oscuridad que mucho tiempo de su vida, le tuvo miedo y fué tan horrendo, sin embargo, en ese momento la cuidaba y protegía de escuchar todo aquello que su padre quería decir.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2020 ⏰

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