Contrarreloj [En Edición]

29.

-Ya basta, no llegarán a ningún lado- me metí en el medio de la pelea de mi amigo y Lucca, ambos llevaban golpeándose mucho tiempo y cada vez era con menos gracia y más violento. No dejaría que se lastimaran.

- Muévete Alex- Zack levantaba los puños hasta su rostro acercándose a Lucca, quien lo esperaba con la mirada dura y su mandíbula apretada.

-¿Qué mierda hacen?- les hablé con tono frío a ambos- Es una jodida pelea sin sentido, ya no se trata de un entrenamiento o un juego, ambos lo están haciendo personal y no permitiré que se lastimen- gruñí.

Lucca se sacó sus guantes y me los tendió, Zack los arrojó al suelo y al pasar por mi lado besó mi frente para luego salir del gimnasio. Hanna río.

-Ven cariño- dijo mi amiga tomándome de la mano y alejándome del gimnasio. Fuimos a la cocina por unas cervezas cuando habló- Tienes a dos hombres guapos y sexys muertos por ti- sonrió pícara.

-Zack es mi amigo- bufé.

- Aún así, mujer traes locos a esos dos. ¿O acaso crees que esos golpes fueron por que si? No cariño, peleaban por ti y de eso estoy segura- me guiñó un ojo.

-Como sea- puse mis ojos en blanco y tomé laa cervezas para llevarlas a la sala donde estaban ahora los demas, viendo un partido de americano. Hann tomó una para ella y le dio una a James para luego sentarse a mi lado.

-Traes loco a James- reí.

- Él me está enloqueciendo también- suspiró- Tiene algo que me atrae, algo que no me permite pensar con claridad. Es algo que me encanta y odio a la vez, porque no puedo estar cerca de él sin sentirlo- hablábamos bajo- No quiero lastimarlo, aún tengo a tu hermano en la cabeza- hizo una mueca.

-Mi hermano es un idiota que solo piensa con su pene, y creeme que no necesitas eso en tu vida. Mereces alguien que te mire como si fueras lo más hermoso de este mundo, por que lo eres. Que te hagan sentir especial y la persona mas valiosa de su vida, mereces que te miren con amor- tomé su mentón para girar su cabeza en dirección a James- Justo como él, justo como te mira en este momento- James no dejaba de mirarla con admiración y verdadero amor. Le dedicó una sonrisa, a lo que Hann se sonrojó- Él te merece y tu a él - sonrío.

Y así fui testigo de las malas miradas entre Zack y Lucca, y las miradas dulces de mi amiga y James.

Narra Hanna.

Apretaba mis puños para no ir a donde se encontraba James y besarlo hasta que me duelan los labios. Su mirada no abandonaba la mia mientras una dulce sonrisa se extendía por su rostro. Las palabras de Alex hacen eco en mi cabeza, y es que tiene toda la jodida razón, me encanta la forma en la que James me mira, me hace sentir única, mientras Matt solo me ve como un jodido pedazo de carne, una imbécil que solo busca cuando se siente solo. Y odio compararlos, pero es imposible no notar las diferencias que hay, mientras Matt va por la vida creyendo ser un auténtico bad boy sin hacer nada más que preocuparse por el americano y sus conquistas, ademas que me trata como la zorra de momento, James, que sí esta metido en cosas malas como todos nosotros, él que es el verdadero "chico malo", triunfa con su carrera, está en esto con nosotros, da la vida por cualquiera de los nuestros, protege a su familia y además de cargar con todo eso me trata como una delicada princesa. Me levanté decidida y caminé en su dirección.

-Ven- le tendí la mano , la cual tomo levantándose y siguiéndome. Lo llevé al cuarto que preparamos para que sea su  consultorio aquí, apenas entramos lo empuje contra la puerta y besé sus labios desesperadamente.

Diablos, lo necesitaba tanto.

Me aferré a su cuello mientras me besaba de esa forma tan única que tiene de hacerlo, sus manos en mi cintura apretando mi cuerpo al suyo. Me volvía loca. Nos separamos para tomar aire y apoyó su frente en la mia.

-Dios pequeña- suspiró sobre mis labios y besé los suyos cortamente- Me vuelves loco- sonrió.

-Me estas enloqueciendo James- lo abracé por el cuello- Eres irresistible - dejé un besito en su cuello.

-Me encantas Hann- sonreímos disfrutando ese momento tan nuestro.

Narra Lucca.

No fui yo él que comenzó a golpear a Zack de esa forma, pero no iba a dejar que lo hiciera por lo que se lo devolví. La imagen de él besando a Alex me vino a la cabeza haciendo que lo golpeara con fuerza y si no fuera por que Alex se interpuso le rompería la cara al idiota. Mi móvil empezó a sonar en mi bolsillo, lo saque rápidamente al identificar el tono que puse para Jace.

-Hermano- sentí una opresión en el pecho al escucharlo quejarse de dolor.

-Lucca...Duele- gruñó.

-No te muevas, voy para allá- Alex se levantó rápidamente abriendo la puerta con su huella- Hermano, tranquilo, respira- estaba desesperado.

-Zack las llaves- este rápidamente se las tiró y salimos de esa casa- Ven- le dio arranque a la moto- Llegaremos más rápido-

Salimos a toda velocidad.

-Jace, voy para allá. Nada te pasará hermano, lo prometo- me aseguraré de eso.

(...)

Bajé de la moto de un salto y entré a casa dejando la puerta abierta ya que Alex venía detrás de mi. Mi hermano estaba en el sofá con una mano sobre donde esta su riñón, su frente sudada y su mueca de dolor me hacía doler el alma.

-Jace- corrí hacía él- Tranquilo pequeño, estoy aquí. Necesito que te calmes y te recuestes- lo ayudé a acomodarse- Iré por tu medicamento, respira - subí rápido a su habitación y tomé su medicamento para bajar rápidamente. Le di sus pastillas y una botella de agua y comencé a caminar furioso por la sala, Alex acariciaba su espalda para tranquilizarlo.

-¿Dónde demonios esta Dereck?- gruñí.

- En casa de Chad, tenía una fiesta- murmuró mi hermano.

Caminé a la puerta con toda la intención de ir a buscarlo, pero me paré en seco, no iba a dejarlo solo.

-Ve, yo lo cuido- Alex habló detrás de mi. La miré por sobre mi hombro inseguro- Lo prometo, no lo dejaré solo- sonrió en mi dirección. Me relajé, podía confiar en ella.
Tomé mi motocicleta y acelerando a fondo salí de casa en dirección a la casa del mejor amigo de mi estúpido hermano. Al llegar muchos coches estaban estacionados por los alrededores, no estaba el de Dereck pero seguro lo habían traído, luego de aparcar la moto entré a la casa en busca del idiota. Encontrarlo fue más fácil de lo que creí, estaba dentro de una ronda, bebiendo con sus amigos y una chica en su regazo, cuando llegue a su lado lo tomé por el cuello de su camiseta y lo levanté de su lugar para estrellarlo contra la pared más cercana. Varios nos miraban intrigados.

-¿Qué mierda haces aquí? Te dije que cuidaras a Jace- golpe su cuerpo con la pared. Sabía que estaba asustado, y también sabía que no iba a demostrarlo delante de sus amigos.

-No soy tu puta niñera imbécil- gritó con enojo.

- Escuchame bien jodido idiota, vas a cerrar la puta boca y caminarás a la moto en este maldito momento. No permitiré que arriesgues a mi hermano por una maldita fiesta, no lo haré ¿Lo entiendes?- gruñí en su rostro - Asi que ahora camina antes de que rompa tu rostro de niño bonito- lo empujé a la salida. No volvió a hablar y salimos de la casa.

-Lucca yo...-

-Lucca nada, sube a la motocicleta antes de que destroce tu rostro - me coloqué el casco negro y esperé a que se montara para arrancar.

Quería matarlo.