【01 / 02】
◌El despertador comenzó a emitir aquel desagradable pitido con insistencia, recordándote una y otra vez que tenías que despertarte para ir al trabajo.
"Me lo voy a recompensar con mi sueldo."
Te autochantajeaste (¿?) y sin más te levantaste de las cálidas sábanas que te cobijaban, como era habitual seguiste tu rutina común la cual consistía en darte una ducha rápida, prepara un sencillo desayuno y obviamente, comerlo.
Sin más tardanza y con algunos minutos a tu favor, alcanzaste tus pertenencias básicas (llámese celular, documentos, billetera, etc.) para partir rumbo a tu trabajo. Una vez llegaste a la sucursal volviste a emplear la rutina que por obligación debías de ejercer allí.───────────────◌──────────
【Unas cuantas horas más tarde.】
♡─Ugh, esto apesta.─ Te quejaste dejando la quijada sobre el mostrador. Habían pasado ya cerca de dos horas desde que tu turno daba por abierta la tienda, mas ningún alma había ingresado y comenzaba a aburrirte.
Lo único que quizá hacía amena la soledad y aburrimiento de «____» en el espacioso local era la suave tonada de «Boy with Luv» que emitían los parlantes, tarareabas con tranquilidad las estrofas de Kim Taehyung, artísticamente conocido como «V» a quién además considerabas tu bias.
La suave tonada fue interrumpida y rápidamente el muchacho se enderezó del mostrador para mirar hacia la vereda tras las puertas de cristal del recinto, había un cachorro mirándote desde su posición mientras sus garritas se paseaban por el cristal.
jodIDA MIERDA.
Nunca en tu vida te habías levantado tan rápido, Usain Volt sentiría envidia seguramente de tu velocidad para llegar a la puerta, abrirla y tomar al cachorro entre tus brazos, por ahora no le darías tu atención al felpudo animalito, prioridades primero. (Y porque ni de coña ibas a pagar los daños que pudiesen tener los cristales.)
─Es un alivio, no me des estos sustos pequeñín—. Musitaste con notorio alivio para dirigirte al perrito tras inspeccionar que todo estuviese en orden. Por alguna razón, aquel cachorro te parecía MUY familiar. ¿Pero, de dónde podrías conocerlo?
Un recuerdo fugaz llegó a iluminar tu memoria, el cachorro que ahora mismo estaba entre tus brazos y una gorra orinada. ─Un momento, ¿Tú no eres–...
─¡Yeontan!─. Resonó una profunda y grave voz que provocó que la respiración de «____» se pausara al reconocerla.
No podía ser cierto.
"¿Acaso asaltaron la tienda y me morí?"
Aquella y más eran las disparatadas conclusiones que tu pobre cerebro podía sacar producto de toda la adrenalina que te producía la situación, yéndose (más) a la mierda cuando notaste como él avanzaba hacia ti.─¡Yeontan, no vuelvas a salir así! Los chicos van a matarme si vuelvo a separarme—. Oíste la voz gruesa de Taehyung, y para dar crédito a lo que suponías giraste lentamente tu rostro.
En efecto, Kim Taehyung, tu bias se encontraba frente a ti, a nada de romper todo espacio personal y haciendo ademán de tomar a su cachorro.
Tardaste un par de segundos en entregarle a Yeontan al verle con los brazos extendidos, ligeramente te encogiste sobre tus hombros al sentir su mirada sobre ti, una intensa mirada que te comenzaba a poner nervioso en demasía.
─¿S-se le ofrece algo más?─. Maldiciendo el como tu voz había fallado transparentando tu nerviosismo y vergüenza, posaste tu mirada en Taehyung quién se inclinó tan sólo un poco para mirarte más de cerca, tú corazón latía tan frenético que temías ser delatado.
Las comisuras de sus apetecibles labios se fueron tirando hacia arriba y una cuadrada sonrisa, por demás mencionar hermosa, se estampó en sus labios.
—Sí─. Contestó directo, sin despegar sus ojos de los tuyos, a lo cual relamiste tus labios inesperadamente sedientos.
─¿...El qué?─. Titubeaste un par de segundos, antes de quedar petrificado ante el movimiento que ejecutó Tae.
Tomándote de los hombros te atrajo a él y susurrar en tu oído con aquella voz que podría hacerte venir de tan solo oírla.
─Primero, quería agradecerte por atrapar a Yeontan. Y segundo, ¿Me darías tu nombre y número. ¿Podríamos ir a una cafetería como agradecimiento? ─ Las piernas te flaquearon y de no ser por Tae que mantenía sus manos en tus hombros te hubieras ido de bruces al suelo ante tan descarada, pero soñada petición.
Buscaste con manos temblorosas (y tras haberte apartado) un bolígrafo en tu bolsillo y sin perder tiempo y (estabilidad motora) apuntaste tu número esperando no escribir como hacías en el kinder.
─Perfecto... ─. Ladeó el rostro generándote ternura. ¿Y esa maldita dualidad, cómo podía ser tan sexy como tierno a la vez? En fin, en fin, te regañaste por tus dispersa mente y por mera lógica pudiste intuir que quería saber tu nombre.
─¡Oh! C-cierto, mi nombre es «____»─. Respondiste tardíamente a lo que Tae rió contagiándote de paso. ─Perfecto, «___». ¿A qué hora terminas tu jornada? ─. Preguntó encendiendo una pequeña llama de esperanza e ilusión en ti.
Chequeaste la hora en el reloj para responderle lo más certero posible. ─En una hora y media más─.
─Perfecto, vendré por ti para recogerte. Atiende mi llamada─. Guiñó su ojo para salir segundos más tarde de la sucursal con Yeontan en brazos.
¿Aquello era real? No lo sabias, tampoco querías pensarlo demasiado. Corriste a tu silla giratoria y ocultando tu rostro en una de las tantas revistas ahí para comenzar a chillar de emoción con un corazón envuelto en calidez y emociones vibrando en tu pecho.
Parecía un sueño. ¿Estarías a solas con Taehyung, tu bias y eterno crush?
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「¡Agradecido con Yeontan! 」◌【Kim Taehyung × Rayito. 】
Fanfiction¿Quién diría que un encuentro inesperado con Yeontan traería la ilusión y esperanza a tu vida? Oh, Rayito, controla tu emoción.