Apostado. •YoonMin•

32. Interrogatorio.

Yoongi se encontraba en una fría y austera sala de interrogatorios. Las paredes grises y la iluminación dura solo intensificaban la tensión del momento. Sentado frente a él, el oficial Hwang Hyun-jin lo observaba con una mirada penetrante, los ojos llenos de escrutinio. La identidad sexual de Yoongi había sido revelada públicamente, lo que lo hacía sentirse expuesto, pero también, en un rincón de su mente, se sentía aliviado de no tener que esconderlo más.

—Señor Min —Empezó Hyun-jin, con una voz fría y autoritaria—. Tenemos evidencia que lo compromete seriamente. Quiero que vea esto y nos dé una explicación.

Hyun-jin colocó una serie de fotografías sobre la mesa. Yoongi reconoció algunas de las imágenes al instante. Eran de él y Jimin, momentos privados sacados de contexto, manipulados para parecer incriminatorios. Sobretodo fotografías en las que se le miraba golpeando a Taehyung en el restaurante, un momento de furia que sabía que no lo ayudaba en absoluto.

—Explíqueme esto, señor Min —dijo Hyun-jin, señalando las fotografías del restaurante—. Aquí lo vemos agrediendo a Taehyung. ¿Quiere decirnos por qué?

Yoongi miró las fotografías, recordando claramente la situación. Aunque sabía que no lo beneficiaba, decidió ser honesto.

—Esa noche, descubrí que el joven Kim era la ex pareja de Jimin.—dijo Yoongi con voz firme, sin mostrar temor—. Perdí el control por un momento y lo golpeé. No fue lo correcto.

Hyun-jin lo observó en silencio por un momento, antes de pasar a las siguientes fotografías.

—Y estas imágenes, ¿qué tiene que decir sobre ellas? Parecen bastante incriminatorias. Nos dicen que ha estado manipulando a Jimin, controlándolo.

Yoongi respiró hondo, mirando las fotos. Sabía que su amor por Jimin no era toxico y que nada de lo que mostraban esas imágenes representaba la verdad.

—Todo esto está sacado de contexto —dijo Yoongi con seguridad—. Amo a Jimin, y nunca lo he manipulado ni controlado. Nuestra relación ha sido siempre consensuada. Jimin es libre de tomar sus propias decisiones, y él eligió estar conmigo.

El oficial Hwang Hyun-jin cruzó los brazos, observando atentamente a Yoongi.

—Entonces, ¿quiere decir que todas estas pruebas son falsas o han sido manipuladas?¿Por qué alguien haría eso?

Yoongi sabía que debía ser honesto, incluso si eso lo ponía en una posición vulnerable.

—No manipuladas, solo sacadas de contexto, esta noche no es que lo jalara del brazo para lastimarlo, estábamos de compras y Jimin me dijo algunas cosas que deseaba hacer en la intimidad y decidí retirarme pronto para llegar a casa juntos. —Explicó, su voz firme pero cargada de sinceridad. —Este mensaje sobre ser un juguete, no es lo que parece, nuestra relación no se basa eso, Jimin no es un desahogo sexual o mucho menos, en ese yo empezó trabaja demasiado y no estabamos juntos tanto tiempo como me gustaría.

Hyun-jin lo miró, evaluando cada palabra. Aunque Yoongi sentía una incertidumbre creciente, también experimentaba una sensación de liberación. Ya no tenía que ocultar su identidad, y su amor por Jimin era más fuerte que cualquier miedo.

—Señor Min, sé que esta situación es complicada —dijo Hyun-jin finalmente—. Pero necesitamos pruebas que respalden lo que está diciendo. Necesitamos algo que demuestre que no ha manipulado a Jimin.

Yoongi asintió, su determinación clara en sus ojos.

—Lo entiendo. Haré todo lo posible para demostrar lo que digo.

El interrogatorio continuó, pero Yoongi permaneció fiel a sus sentimientos, sabiendo que, aunque su identidad sexual había sido expuesta, quizás era un peso que finalmente se había quitado de encima. La lucha por su verdad apenas comenzaba, y estaba decidido a enfrentarla con toda su fuerza.

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Yoongi salió del centro de detención bajo fianza, aunque su libertad temporal era solo el primer paso en una larga batalla legal.

Mientras caminaba por las calles, su mente giraba en torno a las pruebas que necesitaba reunir para demostrar que su relación con Jimin era consensuada.

Sin embargo, cuando llegó a su casa y comenzó a buscar evidencias, se dio cuenta de la dura realidad. En su esfuerzo por esconder su orientación sexual y mantener su relación con Jimin en privado, no había dejado muchos rastros. No había fotografías amorosas ni mensajes de texto explícitamente románticos, solo algunos mensajes coquetos que no ayudarían mucho en la corte.

Desesperado, Yoongi revisó una y otra vez sus mensajes y correos electrónicos, esperando encontrar algo que pudiera ser útil. Pero cuanto más buscaba, más se daba cuenta de que había sido demasiado cuidadoso en ocultar su relación.

Frustrado y sintiéndose impotente, Yoongi decidió salir a caminar para despejar su mente. Mientras caminaba, sus pensamientos volvían una y otra vez a Jimin. En lo duro que debio ser estat con alguien quien se esforzaba en ocultar su amor.

Sus pensamientos divagaron, regresándolo a la realidad vuando recibió una llamada.

—Hola.

—Soy Moon Byul Yi, la abogada de Jimin.

—¿Él esta bien? —Yoongi indago rápidamente, su voz reflejando la desesperación que sentía.

—Quiere hablar contigo... —Murmuro haciendo un silencio largo. —YoonGi, te extraño.

La voz de Jimin al otro lado de la linea lo hizo sentirse aliviado, pero algo dentro se sentio quebrar al escuchar su voz debil

—Jimin, no he encontrado nada útil. No hay pruebas sólidas de nuestra relación porque siempre traté de mantener todo en secreto. —Yoongi respiró hondo, tratando de calmarse—. ¿Qué podemos hacer?

Jimin escuchó en silencio antes de responder con un tono comprensivo pero firme. —Si hay, yo nunca aceptaría que lo nuestro es falso, no quería decirlo en esta situación pero te amo, mi propia declaración de amor, es todo lo que necesitamos.

Yoongi asintió, sabiendo que era un camino difícil, pero no imposible.

—Te amo. —Aceptó Yoongi, con renovada determinación.

—Además, podemos buscar a otras personas que conozcan nuestra relación, aunque sea de manera indirecta. Tal vez amigos o personas que hayan visto nuestra relación. Cualquier pequeño detalle puede ayudar.

Yoongi agradeció las palabras de Jimin, sabiendo que aunque quisiera encontrar a esas personas no había alguien que estuviese enterado. —Si, buscare a alguien. —Respondió antes de colgar el teléfono, sintiendo una chispa de desesperación y frustra.

Regresó a su casa y comenzó a contactar a los pocos conocidos que podían haber visto alguna vez a él y a Jimin juntos, incluso en los contextos más discretos.