BETWEEL BULLETS

PROLOGO

Mansión Sheklavos-Rusia

1982

-Esto es un suicidio-reclamo su esposa -no puedo creer que te estás condenando a muerte de esta forma-dijo con voz rota

-Estas es la única solución-decidió su esposo

-Si como no la única solución para ti –exalto señalándolo- y Dashi, acaso vas a ir a donde tu hija de ¡4 años! Y le dirás que su padre podría morir tal vez mañana.

-Yo sabré cómo manejar esta situación Dalila- respondió el hombre levantándose del inmenso escritorio y caminando hasta el ventanal de la oficina, para observar a su hija jugar en el jardín trasero.

-Tu nunca podrás entrar en razón-dedujo la mujer apartando su vista del ventanal, para secarse una lágrima que resbala por su ojo.

-Dalila...- hablo tratando de tranquilizar a su mujer, tratando de abrazarla

-¡DALILA NADA!-grito la mujer apartándose de los brazos del hombre-date cuenta que siempre será lo mismo Axel.

-Esto se acaba hoy y...-de pronto se escucharon unos disparos en la planta baja

Axel se acercó hasta el escritorio para tomar el radio

-Valentino responde-llamo a su guardia más confiable

-aquí estoy señor Axel-respondió la voz de Valentino al otro lado del radio

-protege a mi hija y nos vemos en el garaje ya sabes el protocolo-corto la conversación y sacó un arma de una cajón y saco el seguro-Vamos.

La pareja iba bajando por las escaleras traseras que daban hasta el garaje, al llegar Valentino se encontraba guardando dinero y pasaportes de diferentes ciudades en un maletín negro, mientras que la niña se encontraba dormida en la parte trasera del auto.

-le administre un sedante-dijo Valentino refiriéndose a la niña, mientras guardaba el maletín en la cajuela.

Dalila se subió a la camioneta blindada en la parte de atrás junto a su hija, mientras que Axel le susurraba algo a Valentino, después ambos se subieron a la auto, Axel en el piloto y Valentino en el copiloto.

Durante el camino Axel trato de esquivar a los invasores, tratando de que no fueran descubiertos. Al llegar a la gran reja de la mansión 3 francotiradores, los a acorralaron y pidieron que Axel se bajara de la camioneta o si no nos matarían a todos, valentino tomó su lugar como piloto.

-Axel....Axel....Axel- repitió un hombre que salía de entre las sombres apuntándole a Axel.

-¿últimas palabras?-pregunto quitándole el seguro al arma.

-vete al infierno-escupió Axel y valentino arrancó la camioneta a toda velocidad, llevándose lejos a su mujer e hija manteniéndolas a salvo y a lo lejos se escuchó un disparo y el cuerpo de Axel cayó ese día.