Una mesa de caoba construida por manos lastimadas descansaba en la esquina de un taller, el dueño es el carpintero más demandado del pequeño condado de Lavisia.
Sus ojos verdes dejan al descubierto su talento y visión artística, no sólo trabaja para ganar dinero, ama lo que hace, coloca en cada trabajo que forma, una pieza de su pequeña alma.
Un 24 de Septiembre el sol brillaba intenso, comenzando a caer hacía el horizonte. Sopher Valsey se encontraba trabajando en su taller, construía una cuna con detalles, cada uno de ellos con enfoque minimalista. ¿Por qué no? lo hacía pensando en algo, algo culpable de las manchas negras en las bolsas de sus ojos.
Mientras intentaba no perder la concentración entró un hombre de aspecto gris al cuál ignoró por completo. El hombre lo observó un rato, pero Sopher no se inmutó, cuando él trabajaba su pueblo podía explotar y seguiría en lo suyo.
Es respetable, a veces las personas consiguen su escape de una manera singular, ignorando todo pero a la vez dañando su alma.
El hombre de aspecto gris seguía parado junto a la mesa de caoba, lo observaba estático, frío, como un copo de hielo que cae desde lo más alto, atravesando el viento helado.
Sopher construía esa cuna recordando sus demonios, un sentimiento de pérdida tan grande como la luna llena, ¿Un Vacío? No puede saberlo, veía esos ojos marrones reflejados en la madera de la cuna, sentía que tarde o temprano no podría escapar de lo que es real, pero evitarlo hasta ahora funcionaba bien para él.
Un silencio inundó el taller, seguido de la voz ronca del extraño.
—Sé lo que piensas —exclamó.
No es posible, un escalofrío recorrió su brazo derecho y automáticamente alzó la vista.
Ahí estaba, un hombre de su tamaño, piel pálida y ojos oscuros. Aquél sujeto causó una sensación de miedo en él, desconocida hasta ahora.
—¿Quién eres? ¿Qué dices? —dijo creyendo que se estaba volviendo loco.
—Por ahora sólo conformarte con saber que te puedo ayudar —contestó el extraño.
El señor Valsey se separó de la mesa y cuestionó su realidad, terror era el que nublaba su mente y no lo dejaba pensar.
—¿Ayudar a qué?
—A calmar de una vez por todas lo que evitas pensar a diario —se acercó caminando lentamente y le dijo de cerca en casi un susurro—. Tu hija.
Asustado e impactado, Sopher lo empujó y salió del taller.
El Sol quemaba como las llamas de una brasa. ¿Llanto? Las lágrimas caían de su rostro, el miedo le daba energía para correr por la calle que extrañamente parecía desierta.
"¿Samantha? La perdí"
"No, aún hay esperanza" —pensó.
Mientras corría por la calle gastada de su vecindario, no podía dejar de sentir un nudo en su pecho, lo ahogaba con cada paso y con cada respiración.
Su visión se nubló de momento y chocó con alguien.
Amber una chica de 16 años, hija de la directora de la preparatoria, sorprendida y alarmada por el impacto le preguntó:
—¡¿Oye está bien?!
Sopher intentaba responder pero el nudo no lo dejaba ni respirar, ¿Qué sucedía? No podía dejar de temblar, todo parecía un ataque de pánico.
—No luce nada bien señor Valsey.
Él la miró a los ojos, la vio por unos segundo y sus lágrimas seguían brotando sin esfuerzo, su cara expresaba el dolor que lo estaba llevando a la locura, poco a poco, cómo un veneno que te aniquila lentamente desde el interior.
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COLUM
Mystery / ThrillerSucesos oscuros van salpicando a los habitantes del condado de Lavisia, despojándolos de sus vidas cotidianas y sumergiéndolos en una retorcida realidad. Cada uno de ellos enfrenta sus propios demonios, viéndose su alma envuelta en una ruleta de emo...