YoonGi es un compositor de veintiocho años de edad, quien al día tiene más de 100 llamadas de citas y demasiado trabajo, por lo que se muda para tener una vida tranquila, anunciado vacaciones, en el rumbo que toma una reluciente joven le ofrece hos...
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Minah
—No man, ¿Que esto?
—Primero que todo, buenos días. Un señor aparece espantando a minseok, oculto una sonrisa haciendo una reverencia.
—Buenos tardes, creo. Comenté relajando la tensión. —No quiero morirme de frío. Unnie se abraza a si misma y el señor que tiene ahora felicidad en su cara nos lleva hasta los cuartos.
—Son muy calientes, no sé preocupe. El hombre de más o menos, cuarenta años de edad, nos enseña casa rincón del lugar.
—¿Quien dormirá con quién? Pregunté mientras sujetaba mi maleta, está no tenía mucho.
—Son cuatro habitaciones, por lo tanto, cada quien tiene su propia habitación, contiene baños, cama espaciosa, corre la ventilación, y comodidad proporcionada.
Asentí.
—¿Ya me van a decir por qué estamos aquí?
—Tu relájate. Me masajea los hombros, el equipaje es llevado dónde nos vamos a quedar a dormir—¿Vas a dormir?
—No, no, ¿Por qué? Se encoge de hombros y sonrió, se retira, va a su habitación y me sonrojo, Ji Soo entra de sienta en la cama, se siente el peso de alguien en esta
—¿Por qué estás roja, ya se besaron? Con picardía me pregunta, a la par que me codea.
—Ya quisiera,no.
—Ya pasaron dos meses y puede que no se enamore en ese tiempo, es lógico—hace una pausa y me abraza—Tranquila.
Aunque, muy el fondo de mi ser, quizás no, tal vez y le guste otro tipo de mujer, u hombres, quien sabe.
Me parece terrible en el sentido que no podré declararme, digo, ¿Me aceptaría siquiera?
No lo creo, tu ídolo es eso.
Solo un ídolo y tú el fan.
—Eres hermosa, Minah, entraras en su corazón. Me abraza y yo caigo en cuenta, que todo es posible, si te esfuerzas.
—Supongo gracias por el apoyo,¿Quieres hacer algo? Cambio de tema mientras recupero fuerzas, ella parece pensarlo.
—¿Recuerdas lo del cabello? Todavía falta la otra mitad. Me señala, oh lo había olvidado, más no lo nota.—¿Lo hago ahora?
—Sip.
Fue un descubrimiento saber que ambos chicos duermen ahora, su amistad es envidiable (en el buen sentido, aunque envidia no tiene buen sentido..yo..yo me entiendo.)
Mientras que Ji Soo se fue por las cosas necesarias, me dedique a observar, la gran habitación, tenía desde cuadros con elegancia colgando de la la pared azul, hasta un escritorio con un portátil, la puerta del baño, que estaba semi abierta.
