"i don't want to" yuil

'Who is him?'

—TaeIl, ¿puedo ir luego a tu casa? Tenemos que hablar.

Eso fue lo que dijiste, ¿cómo puedes pedirme eso? ¿Esperar en casa? Como si no supieras lo impaciente y ansioso que soy, más cuando utilizaste una palabra como esa, tenemos que hablar...

No te hice caso, preferí esperar fuera de tu trabajo, incluso le insistí a DoYoung para que se quedara conmigo, se negó al principio, claro que lo hizo, pero terminó quedándose, sé que no quería dejarme solo.

Hacía frío, bastante, me sentía congelar, no pasó mucho para que empezara a estornudar, mientras seguía esperando acomodado en cuclillas. Sólo a mí se me ocurría traer una simple bufanda para cubrirme, pero el clima aquí en Tokio era tan cambiante, esperaba que fuera más cálido que en mi pueblo natal.

Y no pude evitar asustarme cuando algo cayó sobre mi cabeza, miré a mi lado, a DoYoung que ahora estaba parado, con un cigarrillo entre sus labios y sin su distintiva chaqueta.

Inmediatamente me levanté, quitándome la chaqueta de encima y tendiéndosela de vuelta.

—Pero...¡Póntela tú! ¿Y si te resfrías?

DoYoung volteó a verme, tomando el cigarrillo en su mano derecha y poniendo la izquierda en su cadera.

—Tranquilo, no soy friolento. Póntela tú, estoy bien así— Me dejó con las manos extendidas hacia él, avanzando unos pasos y dándome la espalda.

—¡No puede ser! ¡DoYoung, con el frío que hace hoy!

Él simplemente volteó a verme con una de esas preciosas sonrisas que hacían a mi corazón sentirse cálido, mientras volvía a responderme.

—Comparado con el frío que hace en mi pueblo... Tokio es un país tropical. Donde yo vivía está nevando la mitad del año.

Abrí los ojos con sorpresa mientras apretaba la chaqueta contra mi pecho.

No sabía que su pueblo... fuera tan frío.

Sonreí mientras me resignaba y me ponía la prenda, tampoco iba a hacerme el difícil, yo sí que no era capaz de aguantar aquel clima.

Lo ví a unos cuantos pasos de mí, dándome la espalda mientras daba una calada a su cigarrillo, viendo directamente a las calles vacías e iluminadas por los faros.

Me gustaría conocer el lugar en el que creció DoYoung.

—Gracias. Es calientita— quité la bufanda que seguía en mi cuello, dirigiéndome nuevamente a donde DoYoung estaba — Hace un rato... Cuando Yuta ha dicho que teníamos que hablar... se ha puesto de repente tan serio— Volteó a verme después de varios segundos, directo a los ojos —...Si hubiera esperado en casa, creo que me habría vuelto loco de los nervios. Muchas gracias por quedarte conmigo, DoYoung.