Rescatando a mi dobe (Sn)

El primero encuentro

- Últimamente todo ha sido aburrido, ni esta mal divertirnos un rato, No?- dijo el rubio con una sonrisa de lado con su cabeza baja para luego levantar la vista dejando ver unos ojos más rojos que la misma sangre. - Pain no dijo que no podíamos divertirnos un poco con ellos.

- Debo admitir Naruto, tu si sabes divertirte- decia Kisame.

- Que esperamos, mi arte es digno de apreciarse no debemos esperar.- decia el rubio para subir a su ave de arcilla junto a Naruto.

En eso los 3 Akatsuki salieron en busca de esos 2 ninjas.

- oí Naruto, no te parece que sería divertido pasar por Konoha y saludar ya que está en la misma dirección- decía el rubio de coleta con una sonrisa como si un niño está a punto de hacer una travesura.

- No, Deidara, ya tendremos tiempo de divertirnos ahí- decía Naruto que se hallaba sentado, recostando su brazo en una de sus rodillas levantada a in lado del rubio de coleta. - Es cierto lo que dijo Tobi, sólo debemos esperar un poco más y así podrás celebrar con un juego de fuegos artificiales- sonreía.

- Es verdad, me dará tiempo de darle un buen espectáculo, podré planear la mejor exhibición de mi arte- decía para seguir su camino.

Mientras que los 3 Akatsuki seguían camino hacía el país de las olas, un grupo de chunnin y Jounin continúan su misión de buscado de sin resultado alguno ni una sola pista de sus compañeros, de Naruto ni de la organización de Akatsuki, luego de 1 semana fuera de la aldea estos volvían para descansar un poco y retomar de nuevo la misión.

La Hokage leía algo frustrada los reportes de estos al llegar sin tener ningún indicio del paradero de estos, no sólo preocupada por lo que podría pasarle a la aldea o a Naruto, sabía que los Akatsuki eran capas incluso de matar a sus mejores ninjas que de ellos tampoco sabía nada y esto detonaba aún más en su cabeza.

Ni los mejores hombres del Kazekage había logrado avances, al enterarse de que su discípulo había salido de la aldea arriesgando su propia vida por rescatar a su amigo se presentaba ante ella un pelinegro de cabellera larga con unos ojos similares a una serpiente, preguntando el porque de los rumores que giraban a su alrededor esta sin pausa comentó lo sucedido con un gesto preocupado en su rostro haciendo notar a los presentes que estaban frente a ella, sus antiguos compañeros y amigos estaban expectantes a sus relatos, Jiraiya uno de los legendarios sannin oía todo viendo como el gesto de su amigo cambiaba tan de repente.

El no podía estar tranquilo sabiendo que su alumno estaba fuera por lo que insistió tanto a Tsunade permitirle buscar al azabache que de lanzaba según el al mismo infierno, Jiraiya también solicitó ir con el, porque entre tantos viajes de investigación que hizo, logró reunir información de estos que predicaban una paz al mundo ninja de forma tan descabellada que para algunos era imposible creer que ellos buscaban paz por medios de muertes, destrucción y caos.

Tsunade al ver la insistencia del pelinegro y peliblanco accedió a dejarlos partir, conocían la verdadera esencia del rubio y daban por seguro que esa idea de el no saldría por si sola por lo que quisieron ayudar en lo que pudieran y también para darle descanso a esos shinobis que sin parar trataban de dar con ellos, no se hicieron esperar y salieron en busca de pistas.