Una Preciosa Rosa (Snily)

¿Una amiga?

Harry Potter pertenece a J. K. Rowling y todos los derechos de autor del libro van a ella, pero está historia si es completamente mía.

Escuchaba los gritos de mis padres viniendo de la sala, mientras yo trataba de concentrarme en mi libro de hechizos de magia oscura, este libro lo encontré en la habitación de mi madre ella no lo sabía pero cada vez que dejaba la puerta de su habitación abierta por su descuido, entraba para buscar algo interesante y no aburrirme cómo lo hacía todos los días encerrado en está casa, hasta que encontré este libro junto con muchos más guardados en un baúl que estaba debajo de su cama.

Perdí de nuevo la concentración en el libro al escuchar algo romperse y luego hubo un silencio algo escalofríante, sabía que algo no estaba bien pero tenía miedo de descubrir qué, no era lo suficientemente valiente para ir a investigar pero sí mi padre le había hecho algo malo a mi madre no lo iba a tolerar, así que algo asustado me levanté del suelo y me dirigí a la puerta de mi habitación temeroso de abrirla, pero finalmente me armé de valor y la abrí, luego baje las escaleras que llevaban a la sala y vi algo que me dejo asustado, mi madre estaba tirada en el suelo dejando caer unas pequeñas gotas de sangre de su frente, a su lado habían pequeños trozos de vidrio de lo que había sido una botella de alcohol y mi padre sólo la miraba con desprecio, mi padre al darse cuenta de mi presencia se dirigio lentamente hacia mi con una sonrisa espeluznante al instante sabía  lo que pasaría...

Después de unas horas me levante con un horrible dolor de cabeza, cada parte de mi cuerpo me dolía, me convertí en el saco de boxeo de mi padre, lo vi disfrutar cada grito de dolor que salía de mi garganta antes de quedarme inconsciente, camine hasta el baño y cerré la puerta detrás de mi, me lave la cara y levante mi mirada al espejo, vi algunos moretones en mi rostro y mi labio inferior estaba roto, sí así estaba mi rostro, no quería saber cómo estaba el resto de mi cuerpo.

Me metí en la ducha, tratando de dismunir un poco el dolor, pero claramente no sirvió de nada, al terminar tomé una de las toallas que estaban colgadas en un tubo todo oxidado, me envolví con la toalla tomé mi ropa sucia y salí del baño dirigiéndome a mi habitación, cerré la puerta y tiré la ropa sucia en una vieja cesta, me pusé un pantalón largo de color negro y una camisa de mangas largas también de color negro, toda mi ropa era de color negro, me tiré en la cama con la esperanza de poder dormir y lo conseguí, estaba tan cansado que logré sumergirme en un profundo sueño del que esperaba jamás despertar...

A la mañana siguiente me desperté sin ganas de hacer nada, quería seguir durmiendo pero sabía que no podía, me levante de la cama y fui a la cocina esperando que haya algo para desayunar, al llegar vi a mi madre haciendo unos sándwiches.
Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo seguido de decirle un "buenos días mamá" ella me devolvió el abrazo y dio un pequeño beso en mi frente, me fui a sentar en una de las sillas y ella me puso en frente un plato con los sándwiches que estaba preparando, termine de comer rápidamente y le pregunté a mi madre sí podía salir a dar un paseo, a lo que ella me respondió con un "si" salí inmediatamente de mi casa y me fui tan lejos de ella cómo pudé hasta llegar cerca de un lago muy hermoso a mi parecer, pensé que estaba solo pero ese pensamiento se esfumó de mi mente al escuchar unas voces, me escondí detrás de un árbol y asomé mi cabeza a dónde provenían las voces, entonces vi a dos niñas, una pelirroja y otra de cabello rubio, la de cabello rubio parecía gritarle a la otra "monstruo" , no sabía por qué, hasta que vi que la niña pelirroja hacía florecer una pequeña flor que lógicamente aún no había florecido y la hacía flotar levemente, me sentí feliz por eso, no era el único mago aquí entonces, salí de mi escondite con la intención de conocer a las niñas, pero la de cabello rubio se asustó al verme y se fue corriendo, mientras que la niña pelirroja se quedó viéndome con curiosidad.

No sabía que decir, así que sólo tomé una de las flores que todavía no extendía sus hermosos pétalos y hice el mismo truco de hacer florecer la pequeña flor y hacerla flotar hasta la niña pelirroja, ella la agarró y me sonrió, le devolví la sonrisa y ella me hablo "soy Lily Evans ¿Cuál es tu nombre?" Respondí tímidamente "mi nombre es Severus Snape" ella se acerco a mi y tomo mi mano y nos dirigimos hasta dónde el césped lucía más suave y hermoso y nos acostamos ahí, nos quedamos mirando el cielo por unos minutos, hasta que ella hablo "pienso que Severus es un bonito nombre, suena muy raro pero eso lo hace muy especial" sentí cómo mis mejillas se calentaban un poco algo muy notorio ya qué mi piel es muy pálida, ella se burlo un poco al verme sonrojado, pero la interrumpí diciendo "Lily suena muy infantil, pero es un nombre muy dulce que queda perfecto contigo" ahora ella fue la que se sonrojo, la miré a los ojos y me di cuenta de los preciosos que eran, lucían cómo unas hermosas esmeraldas y su rostro combinaba perfectamente con sus ojos, ella era demasiado hermosa y luego recordé por qué quería conocerla "tú también puedes hacer magia eres una bruja igual que yo" le sonreí, ella me miro confundida y me pregunto acerca de eso "no entiendo ¿por qué mis padres y mi hermana no pueden hacerlo?" Le respondí "Bueno es porque ellos seguramente son muggles, es decir personas que no tienen magia, cuándo cumplamos once años, recibiremos una carta diciendo que fuimos aceptados en Hogwarts la academia de hechizería" ella parecio emocionarse con lo que dije y me hizo más preguntas al respecto, las cuáles respondí con gusto, pasaron al menos dos horas hasta darnos cuenta que ya era tarde y teníamos que regresar a nuestras casas, estaba un poco triste al tener que despedirme de ella pero ella me enseño una cálida sonrisa y me pregunto "¿somos amigos verdad Sev?" Me sonroje un poco al escuchar cómo me llamó y sólo pudé susurrar un "claro..." luego me dio un pequeño beso en la mejilla y se despidio sacudiendo su mano, me quedé allí parado hasta que la perdí de vista y sólo regresé a mi casa con una leve sonrisa formada en mis labios...