Capítulo 1(?)

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Jacob volvía de hacer las compras, dejó las 2 bolsas en la mesa de la cocina, fue hacia el refrigerador, saco una botella de agua y un par de verduras del estante de abajo, se disponía a cocinar cuando sonó el timbre de su puerta, dejó las cosas en la mesa y fue a ver a que se debía tan repentina y extraña visita. Al abrir la puerta se encontro con un mensajero que tenia um paquete para el en sus manos, lo recibió, firmó lo que debía y cerró la puerta. Procedió a cocinar mientras pensaba en el extraño paquete que habia llegado a su casa.

- Que extraño, nadie sabe donde vivo, ni que estoy vivo ¿como pudo éste paquete llegar aqui? - dijo esto mientras cocinaba, sin darse cuenta habría agarrado una plancha caliente en de la espátula - ahhhg joder

Se puso hielo en la mano, terminó de cocinar, sirvió la comida en un plato, agarró el agua, el paquete y se los llevó al comedor. Una vez ahí prendio la radio, extrañamente hoy tenia ganas de escuchar un poco de música, ¿tal vez un poco de jazz? Sentía que necesitaba estar en paz un momento. Dejó una radio en la que sonaban melodías que calmaban su ansiedad. Probó el primer bocado de comida y decidió que era hora de ver el contenido del paquete recién llegado.

Veamos que dice aquí - miró la etiqueta del paquete y para su sorpresa ésta decía "La marina de los Estados Unidos hace entrega de éste paquete al capitán de combate Jacob Smith en honor a sus años de servicio y lealtad a la marina" abajo de ésta habia un sello que contenía la palabra "semper fi".

Se levanto de la mesa tan rapido que la silla donde estaba sentado se dio vuelta, el paquete rebotó en la mesa y boto algo de comida que había en el plato. Jacob empezaba a sentirse mal, flashbacks venian a su cabeza como relampagos y un dolor en el corazón venia junto un nombre en su cabeza. Se agarraba la cabeza mientras iba retrocediendo y gritaba queriendo olvidar, llegaron las imágenes de sus compañeros pidiendo ayuda, sus compañeros muertos, las últimas risas con ellos... De repente a su cabeza llegó no un recuerdo, más bien una persona.

- James... - fueron sus ultimas palabras antes de desvanecerse en el piso.

Empezaba a soñar, recuerdos de hace unos años se apoderaban de su cabeza hasta llegar a esa persona.

- ¿Estás bien? Trata de relajarte Jacob, hoy es el último dia que estaremos aqui, hoy nos despedimos de todo ésto, la guerra ya terminó, somos libres hermano, vamos - agarró del hombro a Jacob señalando la salida al fondo

- Vamos a despedirnos de nuestros compañeros primero - se dirigieron a una placa que habian hecho en honor a sus compañeros caídos.

- Deberian estar aquí con nosotros, se lo merecían - james empuñaba las manos - nos deben estar viendo, ya sabrán que pudimos ganar, sus muertes viven en mi corazón, lo logramos juntos asi será siempre.

- Adiós chicos, es hora de volver a casa - jacob puso su mano sobre la placa soltando una lágrima que salió sin permiso - semper fi

Jacob y James se fueron a vivir juntos, siempre decian que eran hermanos y sus relacion era como tal.

- Ahora que paso todo ¿que será de nosotros james? - miraba a james mientras estaban sentados en el mueble de la sala

- Rehacer nuestras vidas, salir adelante, protegernos como siempre, somos nuestra unica familia debemos cuidarnos entre los dos.

- No se que haría sin ti James, tienes razon eres mi unica familia y yo la tuya, ¿juntos como hermanos? - Jacob levanto el puño para que james chocara su puño con el en forma de promesa.

- Juntos como hermanos - dijo esto sellando aquella frase como una promesa.

Pasaba el tiempo y su vida como hermanos era cada vez mejor, cada uno habia conseguido un trabajo por lo tanto solo se veian en la noche para cenar, solian ver la tele antes de dormir o jugaban un poco a las cartas mientras se tomaban un cafe siempre acompañado de un cigarro americano.

- Jacob hoy llegaré tarde, tengo un par de cosas qué hacer, nos vemos mañana, si esque te duermes antes que llegue, cuidate - James cerró la puerta y salió a trabajar

- Cosas que hacer ¿Qué cosas tendria que hacer? Que extraño - agarro su chaqueta y fue a trabajar igual.

Ese día no pudo dejar de pensar en por que James llegaría tarde, quizas algo del trabajo, quien sabe. Llegó a casa en la noche, dejó las llaves en la mesa de la entrada, se quito los zapatos, se puso unas pantuflas y fue a la cocina a hacerse un café, se sentía raro, estaba solo en casa de nuevo, tomando cafe y fumando un cigarro solo. Se fue a dormir mas rápido que otros días, el sonido de la puerta lo hizo despertar en la madrugada, vio su reloj, en el se veia la 1:56 am, era James que recién llegaba, siguió durmiendo.

- Como estás, buenos días, ¿que tal te fue con tus cosas ayer? - Jacob saludo a James mientras se preparaba un café

- Todo bien, perfecto - James tenía una gran sonrisa en su rostro - ¿que tal tu día?

- Aburrido, pero todo bien igual - terminó su cafe y fue a cambiarse de ropa.

Los dos se fueron al trabajo y repitieron la misma rutina de siempre por varias semanas. Hasta que un día James le dijo a Jacob si podian hablar, queria contarle algo.

¿Que es eso tan importante que me tienes que contar? - James se reía al no saber de que se trataba - te escucho.

- Conocí a una chica, se llama Julia, es bastante bonita y nos llevamos muy bien - a Jacob se le formó una sonrisa al decir el nombre de aquella chica - tenía pensado invitarla a casa a cenar, asi la podrias conocer ¿qué dices?

- Una chica, desde cuando saliste tan galán jajaja - le dio un pequeño golpe en el hombro a James - claro que si, sería genial conocerla.

Llegó el día en que Julia fuera de visita, James habia preparado pasta y Jacob se encargó de arreglar la mesa. Jacob notaba la felicidad en el rostro de james y el también se sentía feliz, pero había algo en él, un sentimiento que no podia descifrar, decidió no hacerle caso y seguir ordenando. Julia llego a eso de las 20:00, James la recibió en la puerta, ese día cenaron, tomaron vino y conversaron por un largo rato, hasta que julia se tuvo que ir a eso de las 00:00, llamaron un taxi para que la llevara y se despidieron.

- Ordenemos esto y vamos a dormir estoy cansado - dijo Jacob mientras recogía los platos de la mesa.

- Si, yo también estoy cansado - llevó los vasos y las copas al lavadero.

Terminaron de ordenar todo y se fueron a dormir. Jacob no paraba de sentir algo en su corazón y no sabia que era, pero decidió seguir ignorandolo. Pasaron los días, las semanas, los meses y James cada vez llegaba en distintos horarios a casa por estar con Julia la cual ya era su novia , a Jacob no le molestaba pero empezaba a sentirse algo solo. Llegaba a casa, se hacía un cafe, fumaba un cigarrillo y se iba a dormir. Pasaban miles de cosas por su cabeza, pero siempre decidía ignorarlas. Un día sábado en el desayuno James llegó corriendo a la cocina como un niño pequeño.

- ¡Ya lo tengo! Le pediré matrimonio a julia - James venia gritando como un niño que acaba de tener la mejor idea del mundo.

Jacob abrió los ojos y sin darse cuenta dejó caer la taza de café al piso, los pedazos salieron volando y el café se esparcio por todo el piso. Jacob se agachó rapidamente a recogerla con torpeza, lo que provocó que se cortará la mano con un pedazo.

- ¡Ahhg! Joder - tomo su mano y fue al baño a lavarse - maldita taza.

- ¿Jacob estás bien, te llevo una gaza o algo? - le decia mientras le llevaba un pañuelo que tenia en el bolsillo - toma vendate con esto

- Estoy bien tranquilo, la notificia me impacto mucho, la verdad no me lo esperaba, para nada - la sangre dejó de salir una vez que cubrió bien su mano - y ¿que te llevó a esa decisión?

- Me siento muy feliz a su lado, y se que ella es única, no puedo arriesgarme a perderla, por eso le pediré que se case conmigo. Tu eres mi hermano y queria saber que opinas - James se veia bastante feliz y decidido - vamos dime que piensas Jacob.

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