Veintidós.

1.6K 107 6
                                    

-No te aburras de mí, por favor. Te amo __. No puedo imaginar estar sin ti, soy un idiota.

Un idiota muy guapo.

-Yo también te amo Hae... Pero comprende qu...

No pude continuar porque sus labios ya estaban encima de los míos, era un beso tierno y lento, jamás se cansaba de hacer éste tipo de muestras de cariño.

Dios mío, no me podía quedar sin seguir su ritmo, lo extraño, lo necesito. Puse mis brazos alrededor de su cuello y profundicé el beso, él colocó sus manos en mis caderas; nos separamos para tomar aire.

-Acéptame. -dijo Donghae con su nariz pegada a la mía.

-¿Eh? -ladeé mi cabeza; su cercanía me ponía en un estado de nerviosismo y no me dejaba pensar con claridad las cosas.

-Regresa conmigo. -sonrió y se arrodilló como pudo, ya que el cuarto donde nos encontrábamos era muy pequeño- Señorita Parker, ¿quiere ser mi novia? ¿Podría darle otra oportunidad a éste idiota chico y compartir un poco más de su vida a su lado? -tomó mi mano y depositó un beso.

Me tenté. Quise pensarlo, pero no tenía que pensar nada, ya tenía más que clara mi respuesta.

Donghae seguía hincado, notaba su impaciencia; me lancé a él dejándolo totalmente acostado conmigo en su regazo, encima de el, repartiendo pequeños besos por todo su rostro, provocando que el riera. Oh si, amaba su risa, era igual a la de un niño pequeño, me causaba mucha ternura.

-¿Eso fue un sí? -besé rápido sus labios- Bueno, lo tomaré como un sí. Te amo.

-Y yo a ti.

Volví a besarlo, de una manera muy distinta a las anteriores; joder, le necesitaba tanto, sus manos recorriendo mi cuerpo y sus labios besando cada parte de mí. Me acomodé mejor, exactamente encima de su miembro que comenzaba a despertar, Donghae gruñó al sentir mi parte baja chocar con la suya, puso sus manos en mi cadera y lentamente empezó a moverme de atrás hacia delante, lo acompañé.

-¿Porqué le has dicho a Eunhyuk que me dijera que no llevabas ropa interior? -preguntó con su ronca voz.

-Porque es cierto. -susurré en su oído, para después morder su oreja- ¿Te gustaría comprobarlo? -besé su cuello, el movimiento de caderas no paraba.

-Me encantaría. -puso sus manos en mi trasero y me apretó más a él, gemí bajito- Pero éste lugar es malditamente incómodo.

Reí y me levanté, extendí mi mano para que él la tomara y salimos del cuarto.

-Ahora mismo me explicas el motivo de porqué estabas encerrada con éste muchachito en donde guardamos las ollas. -mi madre nos miró, tenía el ceño fruncido y sus manos estaban apoyadas a cada lado de su cadera.

-Oops. -fue lo único que pude decir.

-Oops, ¿qué? -me miró esperando una respuesta- Jovencita, está castigada.

-No... -alargué- No me castigues mamá.

-Una semana.

-No...

-Dos semanas.

-Vamos mamá...

-Un mes.

-¡Por dios! Mamá es Diciembre, ¿puedes no ser tan ruda conmigo? Él es mi novio Donghae, Yoona nos encerró y se fue a dormir. -mentí.

-¿Y qué hacía Dong... -le costó trabajo pronunciar su nombre- ... Bueno el muchacho éste en la casa a altas horas de la noche? -seguía mirándome con el ceño fruncido.

NEW CHANCE | DHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora