Un compromiso -tal vez- afortunado

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Notas previas: Este archivo contendrá 4 historias independientes entre ellas con las distintas temáticas del evento "NieYao Sugar Rush", sin nada más que agregar, les dejo con la historia.


Un compromiso -tal vez- afortunado

Nie Mingjue y Jin Guangyao estaban comprometidos, no fue un vínculo amoroso el que los llevó a eso, solo fue un acuerdo entre sus padres, pues, realizar una unión entre la familia Nie y la familia Jin aseguraba un buen porvenir para ambas empresas.

Jin Guangyao toda su vida supo que tarde o temprano sería arrastrado a un compromiso arreglado, así que cuando le anunciaron que habían escogido a su prometido solo asintió y no puso problema alguno: todos sus hermanos ya estaban casados debido a alguno de estos acuerdos, era evidente que más temprano que tarde llegaría su turno.

Por el contrario, Nie Mingjue reaccionó enfurecido ante la noticia de que estaba comprometido, no conocía a la persona con la que debía casarse ¡Y si le conociera se molestaría de todas maneras! ¡¿Por qué creían que tenían derecho a tomar decisiones por él?!

¿Qué fue lo que evitó que Nie Mingjue tomara todas sus cosas y abandonara aquel ridículo compromiso? Nie Huaisang: su hermano menor, si él huía de su responsabilidad entonces quien tendría que ser forzado a casarse sería Huaisang. No quería eso, menos, considerando que su hermano estaba en una relación con alguien que amaba; así que el daño era menor si él (que estando completamente soltero) era quien tomaba el compromiso.

Una vez que la propuesta fue aceptada por ambas familias, Guangyao y Mingjue se reunieron 3 veces en la casa de la familia Jin para conocerse, a pesar que los padres los dejaban a solas para que pudiesen hablar cómodamente, ambos simplemente se ignoraban mutuamente.

En el momento en que tuvieron su cuarta reunión, les anunciaron que se casarían en dos semanas, que sería una boda privada y que ellos no tenían que encargarse de nada.

Nie Mingjue estaba tranquilamente dormitando en el sillón individual que ocupaba siempre que tenía que reunirse con su prometido.

—Deberíamos tener una cita —dijo Jin Guangyao sin levantar la vista de un libro que se encontraba leyendo en esos momentos, tomó desprevenido al otro quien estaba acostumbrado a no intercambiar palabra alguna.

¿Para qué ir a una cita? No servía de nada, incluso si llegaba a ser una salida fatal, tendrían que casarse de todas maneras. De todas maneras, le irritaba como el otro ni siquiera era capaz de mirarlo al hablarle.

— ¿Qué ganamos con una cita?

Tras escuchar esa respuesta, Guangyao perdió todo interés, ahora estaba completamente seguro que su matrimonio sería miserable.

—Mentalidad de empresario —murmuró Guangyao sin importarle si el otro lo tomaba como un insulto o un halago.

El hijo mayor de la familia Nie se detuvo a observar a su prometido, si debía ser honesto, desde el primer momento se había percatado de que era atractivo ¡Habría que ser ciego para no notarlo! Si se hubiesen conocido en otras circunstancias no tendría problema con hablarle, el dilema era precisamente que estaban obligados y creyó que el desinterés era mutuo, así que cuando mencionó la cita naturalmente la rechazó, así que no entendía porque ahora tenía un ligero sentimiento de culpa.

Jin Guangyao estaba molesto, no se lo había dicho explícitamente, e incluso su actitud era la de siempre: ignorarlo mientras leía un libro. No obstante, podía notar una sutil diferencia entre su indiferencia de siempre y la molestia de hoy.

—Si tuviésemos una cita, ¿a qué lugar te gustaría ir? —Al hacer la pregunta no esperó que realmente el otro cerrara su libro y lo observara. Era curioso, esta era la cuarta ocasión en la que se reunían, pero era la primera en la que veía sus ojos: eran de un hermoso color miel y ahora temía que no pudiese dejar de verlos.

NieYao con un toque de azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora