no todo es como parece

HE ESTADO MEJOR

La fiesta fue llegando a su fin y yo tomé rumbo a mi casa. Eran las 4 de la mañana y me tenia que despertar en 3 horas. De puta madre... Al menos había bebido muy poco y no tendría nada de resaca.

Al girar la esquina vi a un hombre de unos treinta y algo años de edad. No se bien que es lo que pasó. Todo pasó muy rápido. Me encontré que me había metido en el maletero de una furgoneta a la fuerza. La verdad es que yo soy muy fuerte, pero en ese momento el miedo me venció. 

Me obligo a tragarme un vaso de una bebida que al principio pensé que era agua, pero no lo era. Sabia un poco mal y al principio me negué, pero ante el daño que me estaba haciendo en el brazo para que me lo bebiese cedí.

Todo empezó a ponerse borroso a mi alrededor, pero pude sentir como me levantaba la camiseta y me bajaba la falda. Empecé a notar su tacto y no me gusto nada. Intenté moverme y  gritar, pero algo me lo impedia.

Al poco rato dejé de ver y de oir nada.

Me desperté gritando. Abrí los ojos y me vi en medio de la calle. No sabía donde estaba. Miré el reloj y eran las 7:40h. Mierda, habia estado toda la noche ahí.

De repente me vino un dolor de cabeza. Me cago en todo. El muy gilipollas de ese hombre me había drogado y violado. Empecé a recordar todo lo de anoche y no pude contenerme las ganas. Corrí a una basura y comencé a vomitar. Noté como alguien me cogia el pelo y me lo aguantaba para que no me manchase. Cuando acabé, me entraron ganas de llorar, me giré y comenzaron a brotar las lagrimas de mis ojos así que me apoyé en el pecho de esa persona. Me aparté al pensar en la imagen que estaria dando y vi quien era esa persona. Si, es quien estáis pensando.

- Estás bien?- me preguntó un poco preocupado, cosa que nunca había visto en él.

- Bueno, he estado mejor.

- Ya veo. Quieres hablar?- me preguntó con una sonrisa.

Asentí y nos sentamos en un banco.

- Bueno, vas a explicarme que haces en la calle y vestida igual que ayer? No te habrás quedado por ahí bebiendo?- su cara empezó a ser como la del Flavio habitual.

- Que? De verdad tengo pinta de haber hecho eso?- no se que imagen tenía este de mi, la verdad.

- No lo sé, apenas te conozco.

- Ya veo. Pues no te molesto más, ya me voy.- Me levanté del banco pero una mano en mi brazo me detuvo.

- Sam, está bien. Pérdoname, quiero escucharte.- me dijo sinceramente.

- Vale- volví a sentarme- anoche, estaba volviendo a mi casa cuando un hombre me metió a la fuerza en el maletero de una furgoneta. Me obligó a tragarme algo con lo que me drogó y... des... después...- no me salían las palabras- me violó.

Tenía los ojos llorosos, pero entonces algo inesperado pasó. Flavio me abrazó y yo me dejé abrazar. 

- Auch!- cuando me abrazó noté como me dolía la barriga. 

- Que pasa?- preguntó sorprendido por mi reacción.

Me levanté un poco la camiseta y vi que tenía la barriga llena de heridas y morados. Debió de ser cuando me metió en ese vehículo. La verdad esque no lo recuerdo bien.

- ¡Dios mío Sam! Eso tiene que verlo un médico.

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Mañana otro capítulo!!!!!!!!!!!