- Wie zum Teufel ist das passiert? [¿Cómo demonios ocurrió eso?]
- Ich bin nicht sicher. [No estoy seguro] (Admito un poco nervioso)
- Vielleicht ist es ein Witz. Sie können ihm nicht trauen [Quizás sea una broma. No puedes confiar en él]
- Trotzdem wir wachsam bleiben müssen [Aún así, tenemos que estar atentos]
- Was wirst du zu Maddie sagen? [¿Qué le vas a decir a Maddie?]
- Was meinen Sie? [¿Qué quieres decir?] (me pongo más nervioso si es posible)
- Sie machte sich Sorgen um dich [Ella estaba preocupada por ti] (se levanta)
- (me pongo de pie) No te preocupes. Le diré unas cuantas mentiras. La convenceré de que todo está bien. (camino hasta la ventana)
- No estoy seguro de que puedas tranquilizarla totalmente. Las mujeres tienen una especie de "sexto sentido". Ellas siempre saben cuándo algo anda mal. En actitud, ella es como mamá.
Erika Kauffman. A la que siempre amé y amaré. Nos conocimos por nuestros padres, ellos pretendían que yo tuviera un matrimonio arreglado con una integrante de otra familia enteramente alemana. Yo al principio me opuse. No quería casarme a tan temprana edad: tenía 23 años apenas. Quería ver el mundo. Quería viajar y conocer lugares antes de pensar tener una familia. En fin, me presionaron tanto hasta que decidí conocerla, por lo menos. Ella me cautivó por completo: era simplemente hermosa. Su cabello liso era negro, no era demasiado largo ni tan corto. No era de tez muy blanca, más bien era un poco morena. Sus ojos color ámbar eran encantadores. Era alta: medía un poco más del 1.75m (a veces puedo llegar a ser muy observador y calculador). Yo soy más alto, mido el 1.88m así que, no me preocupaba mucho. Ella tenía unos 20 años. El punto es, que en cuanto la vi, me enamoré por completo. Nos casamos el año siguiente. Poco antes de que muriera se me ocurrió (por curiosidad) preguntarle si sentía lo mismo que yo hacia ella. Me confesó lo siguiente:
"A mí también me hablaron de ti. Vi fotografías tuyas y me pareciste muy guapo. El día que nos conocimos me puse bastante nerviosa. Todavía me alegro que me puse más maquillaje de lo normal ya que, al verte, sentí que me sonrojaba. Cada vez que me hablabas me ponía muy nerviosa. Y sí, te amo justo como al primer día".
- Papa, geht es dir gut? [Papá, ¿estás bien?] (me pone la mano en el hombro)
- Sí, lo estoy. Solo que cuando mencionaste a tu madre, me puse a pensar en ella, la extraño demasiado. Y que hayas hecho esa comparación, me hace no querer separarme de Maddie, porque tienes razón: ella es igual a Erika en actitud.
- Yo también la extraño. Y siento lo mismo que tu sientes por Maddie. Pero también opino que tiene actitudes tuyas; es una mezcla de carácter de ambos. (sonríe)
- ¿A qué te refieres? (pregunto cruzando los brazos)
- Ustedes dos son igual de controladores. ¿No crees que me reclamó cuando regresó? Me amenazó, me gritó y me dijo bastantes palabrotas, si yo te dijera lo mismo que me dijo, me sacarías de la casa a patadas por ser tan malhablado. (se ríe)
- ¿Se enteró? ¿Cómo? (finjo sorpresa)
- Al parecer se despertó y me vio cuando llegué anoche. (mira hacia la puerta unos segundos) Ve y háblale. Debe de estar preguntándose si ya hemos muerto.
- Bien.
Sebastiann abre la puerta y se va directo a su habitación. Y luego de unos minutos, entra otra vez al despacho con una mochila en mano.
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MORTAL ©
ActionPadre. Mafioso. Comprensivo. Frío. Calculador. Cruel. Implacable... Estos son los aspectos que lo describen. Derramará sangre sin piedad con tal de garantizar su supervivencia y la de su familia