La chica de los 4 trastornos

Max

Max es la protagonista de este relato, ella es una chica sonriente, de ojos claros, con un hermano pequeño llamado Andrea, estudia primero de bachillerato de la rama de bellas artes.

Ella acaba de llegar a el nuevo instituto donde conoce a muy pocas personas pero son de confianza. Aquí conoce a Bea o Bae como ella le llama, conoce a Axel, el novio de Bea, y a un montón de gente que le acaba agradando.

Su "marca personal" era su pelo de colores extravagantes, el ser bastante pequeña, ya que mide un metro cincuenta, y sus ojos de color verde grisáceos.

Sus notas no eran las mejores, es mas estuvo apunto de repetir en varias ocasiones en los cursos pasados. Sus padres creían que era por falta de estudio, ella por los nervios.

Igualmente ella no le daba importancia a esto, o eso hace creer, ademas, ella tiene a su pareja a mil kilómetros de distancia ya que el vive en la frontera de país vasco y Castilla y León. Pero ella sigue siendo feliz, ya que llevan ya mas de medio año juntos.

Este no es su primer noviazgo, tuvo muchos anteriormente, pero ninguna tan intensa como la que tiene ahora mismo. 

Mas adelante indagaremos en la vida de Max, donde descubriremos el pasado de nuestra protagonista y todo lo que su cabeza oculta, ya que toda esta mascara que tiene de una persona feliz va a caer cuando una pandemia mundial salte a principios de este año, y Max empezará a darse cuenta que todo lo que pasa a su alrededor no es simple hipersensibilidad por la situación, sino que hay algo en su cabeza que no la deja tranquila.

En la historia de Max es muy importante el pasado, las personas implicadas en la historia, los familiares y las secuelas que dejarían en su cabeza.

Esta historia esta basada en hechos reales, cambiando los nombres de los participantes de este relato. Ademas esta historia es para intentar ayudar a otras personas que esten pasando por una situación similar. Espero llegar al corazón gente con este relato y que las enfermedades mentales se visibilicen sin romantizarse ni ponerlas como lo peor, simplemente como algo que realmente existe y es necesario hablar de ello.