En medio de la sala se encontraban tres mujeres y un hombre hablando amenamente sobre como serían las cosas a partir de ahora.
—Aome no puede levantar cosas pesadas, no puede dormirse tarde, no pued…—es interrumpido por un pequeño golpe de su esposa.
—No le tomen importancia, es un paranoico—les dice sonriendo.
—¿A quien llamas paranoico?—vuelve a recibir otro golpe de su mujer.
—No se preocupe señor tashiko—todos centran la mirada en kikio—Nosotras tendremos en cuenta sus indicaciones—dice fría.
—Como dijo mi compañera no tiene por que preocuparse, además nosotras contamos con experiencia—
—¿Experiencia?—pregunta la acabache interesada.
—Lo que la señorita hitomiko quiso decir fue que anteriormente tuvimos que cuidar a mujeres embarazas—responde tranquilamente.
—Entonces hay más esposos sobreprotectores—dice negando con la cabeza.
—Aome, eso no tiene nada de malo además tienes un embarazo riesgoso, ¿No es así?—cuestiona mirando a las dos mujeres sentadas.
—Por supuesto que no—sonríe un poco—Nos contratan para cuidar a mujeres que tengan un embarazo riesgoso u especial—dice kikio mirando a su compañera.
—Así es, dado las circunstancias nos llaman para cuidar a sus esposas ya sean que se encuentren solas, como ahora es el caso aquí o requieren ayuda—
Aome no se imaginó que también hubiesen personas que trabajasen como “enfermeras" de mujeres con embarazo riesgoso pero viendo a esas personas pensó que tal vez hasta serían amigas.
Por su parte, él peliplateado se encontraba solo un poco aliviado ya que ahora sabía que su esposa estaba en buenas manos, trataría de resolver su problema lo antes posible para volver con su adorada mujer.
—Les mostraré sus habitaciones—dijo sesshomaru levantándose.
Ambas mujeres lo siguieron con las maletas en mano, observando la casa con curiosidad. Mientras que la acabache fue a la cocina a preparar unos bocadillos.
—Muchas gracias, señor tashiko—dijo kikio.
—De nada, ahora guiare a la señorita hitomiko a su habitación—dice saliendo dejando a kikio para que desempaqué sus pertenencias.
Subieron al segundo piso hasta que llegaron al cuarto.
—Es aquí…—dice abriendo la puerta.
—Gracias—dijo cortante.
Sesshomaru se despidió y bajó buscando a su esposa hasta que cierto olor dulce lo condujo a la cocina, una bella imagen ante sus ojos, aome cocinando amorosamente a pesar de que el se ofrecía a preparar la comida casi siempre.
Camino sigilosamente atrapándola en un abrazo cálido y aome se sintió feliz por la muestra de cariño de su esposo.
—Aún no estoy del todo tranquilo—confeso apretando su abrazo.
—Pues deberías estarlo, kikio y hitomiko parecen muy buenas personas a pesar de ser un poco serias—suelta una risilla.
—Tienes razón—dice riendo un poco con ella.
—¿Qué debo preparar para la cena?—pregunta pensativa.
—Todo lo que preparas es delicioso—le da un pequeña sonrisa—Recuerda comer adecuadamente—
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𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷 𝓶𝓪𝓽𝓮𝓻𝓷𝓪𝓵
FanfictionSe suponía que al dar a luz tendría que ser el momento más feliz de mi vida, el recuerdo que quedaría grabado en el fondo de mi corazón para siempre, sin embargo llore como nunca, no fue de felicidad si no de miedo y rabia. . .sin imaginármelo mi be...