Narra Amber
Después de un par de semanas, krystal y yo nos encontramos aquí en casa. Estamos volviendo a empezar y estás superando esto juntas como ha sido desde el principio.
Ahora estoy más que segura de que ya nadie nos molestará más, Tae ah muerto..y por lo que supe de Kai, pues el superó lo sucedido y ahora solo estudia.
Krystal y yo estamos tranquilas y felices juntas, decoramos la casa entre las dos y movimos algunos muebles para pasar el rato.
-Amor, ¿Que quieres de cenar?- pregunté a krys mientras me encontraba en el sofá
-Amm, ¿Que tal Kimchi? -Dijo con una sonrisa
-Claro! Lo pediré ahora mismo princesa
-Bien...oye ¿Puedes venir un segundo?- pregunto ella
-Si, ¿Que pasa?
-Solo quiero abrazarte...yo, te amo ¿Lo sabías?
-Claro que lo sé princesa, también te amo- la tome de la cintura y la abracé.- ahora todo estará bien, tranquila.
Nos quedamos abrazadas por un largo rato, después tomé su cara y la bese despacio.
Pasaron unos segundos y nos separamos por falta de aire.
-¿Sabes? Hace un tiempo que no hacemos el amor. -Mencione entre el besó
-Tienes razón, deberíamos hacerlo de una vez...
Esas palabras fueron suficientes para cargarla y llevarla a nuestra habitación, no hubo necesidad de hacer esfuerzo pues krystal no pesa mucho, al llegar la coloque despacio sobre la cama y continúe besándola, nuestras respiraciones se hacían cada ves más fuertes. Poco a poco nos fuimos despojan de nuestra ropa hasta quedar completamente desnudas...
Pasaron las horas, ambas ya habíamos llegado al clímax. Nos quedamos en la cama y nuestros cuerpos se tocaban mutuamente. Era mágico.
-Gracias por todo lo que has echo por mi amor. -Dijo mientras acariciaba mi abdomen
-No es necesario agradecer, en todo caso yo debería hacerlo también. Tu me diste motivos para creer en el amor de nuevo.
No tienes idea de lo agradecida que estoy con la vida por haberte traído a la mía.
-Entonces, ambas tenemos suerte de tener a la otra. Te amo stupid- me dejó un lindo beso en los labios.
Nos quedamos allí, abrazadas. Sabíamos que todo estaría bien, sabíamos que estaríamos juntas siempre.
A partir de ese momento, no habría nada ni nadie que nos pudiera separar.
Nuestra historia estaba apenas comenzando.
