Capítulo 4

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Narra Tsunade:

Sigo intentando saber dónde está Jiraiya, no entiendo a qué se refiere con

"Me encontraras junto al mar"

Sé que está en la aldea de lluvia, pero "Me encontraras junto al mar" ... ¿qué querrá decir?

Me duele la cabeza, pero no puedo descansar, no tengo que parar, necesito resolver esto lo antes posible. Me pase toda la noche pensando tratando de descifrar las frases de Jiraiya.

~ Por qué todo lo tienes que hacer tan difícil baka?!. -digo mirando el papel.

~ Porque si te lo pusiera fácil no sería divertido. -dijo alguien detrás de mí.

~ ¿¡ESPERA QUE!?

~ ¿¡ESPERA QUE!?

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~ Hola de nuevo. -dijo Jiraiya rascando su nuca mientras me saludaba con la mano.

~ En que momento llegue aquí? - digo caminando hacia él.

~ Pues te quedaste dormida en tu escritorio. - me sujeto de los hombros, me beso la frente pero  tenía un gesto serio.

~ ¿Qué sucede? .- lo miro a los ojos.

~ Te sobre cargas mucho Tsunade. -acaricia mi mejilla.

~ Pues es tu culpa. -me cruzo de brazos.

~ Mi culpa?- me mira extrañado.

~ Así es, si tu no pusieras acertijos y códigos no me estaría esforzando tanto. -digo mientras le golpeo el brazo

~ Auch!! Bueno, ¿ya lo estas resolviendo no? - dijo sobándose, me alejo de el volviendo a cruzarme de brazos.

~ Pues sí... creo, ¿pero...a que te refieres con "Me encontraras junto al mar"? -

~ Jaja si te digo no tendría sentido. -dijo acercándose, me acaricia la mejilla y me besa. -Pero en realidad no es que yo no quiera decirte, si no que yo tampoco estoy muy seguro de en donde está mi cuerpo. De hecho, ni siquiera sé si estoy con vida, así que no quiero darte falsas ilusiones. - desvío la mirada pero me toma el mentón obligándome a mirarlo.

~ Baka...necesito encontrarte para salir de la duda. -lo abrazo.

~ Paciencia lo lograras...Recuerda que eres una sannin y la Hokage.

~ Sobre eso...ya no soy la Hokage, bueno es temporal. -lo miro

~ Ya lo sé, tu remplazo es Kakashi.

~ Si...espera qué?! como sabes?

~ Ayer fuiste hablar conmigo no? -me sonríe y le devuelvo el gesto.

~ Cierto, pero no creí que pudieras oírme.

~ Pues ya ves que sí. - me abraza.

~ No puedes darme alguna pista? - lo miro algo nerviosa.

𝙴𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚛𝚊𝚖𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora