Capítulo 22 | Penúltimo

68 15 110
                                    

Pensamiento de Aron:

Vi como Minhyun se iba de mis manos, y no solo lo decía porque ahorita huía de mí... sino que... realmente se me iba.

Lo sigo, pero muy distante. Trato de alcanzarlo, pero con la velocidad y sus pasos largos...

No solo no podía alcanzarlo, sino...

No quería atosigarlo.

Sabía que estaba así por mi culpa.

Min llega a su casa, pero ni siquiera repara en cerrar la puerta de su casa, sino que huye escaleras arriba y yo trato de entrar a su casa, pero...

— Hoy no Aron, hoy no— fue tío Yesung quien se interpone en mi camino.

— Pero tío— trato de excusarme.

— Sabes— habla cabizbajo tío Yesung— pensé que nunca mi hijo sufriría o que nunca lo haría sufrir, pero— me mira— nuestros actos lo dañaron.

— ¿Tío? — hablo confuso, avergonzado y apenado.

Era como si mi tío Yesung conociese los sentimientos de su hijo hacia mí.

Tío Yesung ríe con amargura.

— Los confundí a ambos— habla esas palabras como despedida mi tío Yesung y cierra la puerta de su casa en mi cara.

La respuesta era clara.

No quería que confunda más a su hijo. No quería que lo siga lastimando.

No quería que dañe más a su pequeño milagro.

Caigo sentado en la acera de la casa de mi tío Yesung.

Todo había cambiado, todo.

Y fue desde que me di cuenta — muy tarde— que amaba a Min, a Minhyunnie, a mi hermanito, al pequeño milagro de mis tíos, a Minnie, a aquel niño que siempre me pedía ayuda en inglés, a aquel joven que con mi hermana Hanah y Grace hacían cancelar mis citas.

Si.

Mis hermanas me dijeron que ellas eran quienes le decían a Minhyunnie cuando tenía una cita, haciendo que Min me pida clases de ayudantía en inglés.

Pero me di cuenta muy tarde.

Tan tarde, que lastime su corazón inocente.

Lo lastime cuando se me declaro. 

Cuando jure no dejar que nadie lo lastime... cuando fui yo mismo quien lo lastimo, y de la manera más cruel.

Trato de retener mis lágrimas, pero salían a mares.

Sin poder evitarlo hipeo, lamentando mis actos.

Una mano cálida siento en mi espalda, e imaginarme que es Minhyun quien me consuela... hace que mi corazón lata desenfrenadamente.

— Aronnie— habla otra voz, un sentimiento de desilusión se planta en mí. 

Giro a ver quién me llama así, pero por el tono de voz ya me daba cuenta quien es.

— Hace tiempo que no me llamas así omma Wook— sonrío con amargura y trato de limpiar mis lágrimas.

¿Cuánto tiempo estuve sentado en la acera?

Tío Wookie me sonríe cálidamente.

— Hace tiempo que no me llamabas omma— me responde de la misma forma.

— Es que a Min no le gustaba— sonrío al recordar cómo se ponía de celoso cuando le decía a sus appas, appa y omma. 

Mi sonrisa se hace una mueca al recordar aquello y...

No lo sé... quiero capturar tu inocente amor [MinRon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora