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“Tal vez en otra vida y con otro nombre.”

A sus ojos todo le parecía que era inútil, y sin sentido. Odiaba todo lo que le parecía inútil...

¿Si muere como un héroe todos dirán que es alguien admirable?

Tanto había bajado su nivel, que ahora sólo era una distracción para un pseudo villano. Patético.
Miro hacia al costado, dos niños ya escondidos bajo una gran cantidad de escombros, él así les había ordenado. Sonrió seguro y orgulloso de si mismo.
Era un buen plan lo alejaría a un lugar con menos habitantes, si es que aún habían. Más y más explosiones, como cada encuentro con los que se suponen serían los villanos de ese día.
Atrayendo la atención de tres o  cuatro de los villanos, ellos en esta ocasión también usaron estrategias, no eran la vida de los habitantes solamente la que querían tomar. Tal vez la del héroe número 2... y sólo tal vez, está vez no había escapatoria.

¿Para qué regresar?, ¿valía la pena?

Era mejor si lo mataban a que lo llevarán como trofeo, eso sí seréis humillante. Sabe de ese sentimiento.

Sonrió.

Corrió hacia ellos, un plan suicida, pero ese era su trabajo y lo único que tenía.

Cerró los ojos mientras daba todo, dando todo.

Jadeaba con aquella sonria de triunfó que a muchos causaba escalofríos, porque así era él.

¿Eso era él?

¿una tonta sonrisa de falsa victoria?

¿Quién era él?

Esto es todo...

Sintió como fue arrastrado y ser bruscamente tomado por el brazo.
Con sus ojos no logró distinguir, contraatacar y defenderse de los ataques, más el polvo, humo y todo allí, y siempre que había alguna pelea, dañaba sus ojos.

Sus ojos se cerraron completamente. Si esos villanos lo tomaron, ojalá sólo lo maten, sería humillante si lo torturan antes o piden un rescate. Sería un estorbo.

Sentía que cada parte de su cuerpo dolía, ¡espera! ¿dolia?, no que si mueres no duele... Cuando los abrió, porque impresionante, hizo le ardían los ojos y sus párpados pesaban, lo único que veía era todo blanco... ¿Así que aún no moría?, ¿eh?

Sus ojos poco a poco fueron capas de captar siluetas y una borrosa cabellera roja. Genial.

Cerró los ojos nuevamente.
– Se que estas despierto, pero te dejare descansar un poco más cuando vuelvas a despertar hablaremos, o bueno, yo lo haré. – Sentenció, y lo escucho irse así como cerrar una puerta

...

En otro vida llámame por otro nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora