ACAMPADOS ROLES INVERTIDOS

Cristina

Tras la velada en la que comenzó la verdadera trama del verano, la caída en picado de Rafa se aceleraba y este no conseguía abrir el paracaídas... Ya no solo estaba molesto por la relación de María con Fernando, sino que Cris y él tenían la relación más tóxica jamás vista.

Yo tenía la sensación de que en el muy fondo de Cris había algo de amor; pero salvo mis intuiciones, no había más indicios al respecto. Tengo la teoría de que esa chica disfruta despreciándome. Llevaba alrededor de una semana y media alternando, hacerme el vacío con ser borde.

Ella era un poquito borde a veces, aunque a mí me flipaba, mientras que él... Ya lo conocéis, Rafa es un ser polémico.

Mi experiencia en las clases por la tarde las hacía terriblemente divertidas, eso, o yo era masoca. Mi abstracta visión del mundo y mi carácter empedernido hacía que estuviese en un conflicto constante con los que discrepaban de mi opinión. Puedo sonar terco e incluso agresivo, pero nada más lejos de la realidad, simplemente me gustaba defender lo que pensaba pero siempre respaldado por datos y argumentos lógicos, OJO.

¿Y por qué os cuento esto? Bueno, cuando todavía Cristina no me ignoraba, acostumbraba a escuchar las conversaciones políticas entre Pablo y yo; sobre las cuales solía darme la razón: lo que significaba que al menos en ciertos temas pensaba igual que yo...

Mientras la relación entre Rafa y Cristina se iba degradando a una velocidad chocante, yo me ha enfrentaba a la eterna paradoja del "amigo neutral". Se podría decir que esa situación tocó fondo cuando nos encontrábamos sentados los tres a la sombra, bajo un árbol. Tanto Cristina como Rafa parecían muy incómodos y la conversación era parecida a la que se puede tener cuando uno se encuentra frente a un viejo conocido antipático.

Ese día en clase de la tarde, ¡ESTABA ACORRALADO! Incluso una chica, de los nervios supongo, me insinuó que ojalá me pegaran una paliza. Eso me sentó como una patada en los huevos hasta que Cris intervino. Por un momento se me iluminaron los ojos, por fin, Cris entró en razón y se dio cuenta de que no había ninguna razón para despreciarme.

Pero no: tan solo por llevarme la contraria, renunció a sus ideales. Eso solo tiene dos posibles explicaciones; la primera es que me quiera tanto que sin darse cuenta se comporta borde conmigo solo para llamar mi atención. La siguiente, y de hecho la más probable es que, simplemente me odie.

En medio de esa Guerra Fría en miniatura sonó mi móvil: Cris me acababa de enviar el siguiente mensaje:

"¡Dile a Rafa que se calle, por favor!"

Sé que puede que penséis que soy un cabrón, pero Cris me gustaba y yo, que no había aprendido de mi experiencia con Mónica, seguía comportándome como un idiota, así que me llevé a Rafa y le enseñé el mensaje. Creo que le dolió, pero no era culpa mía, o al menos eso me repetía para sentirme mejor...

Ahora, siendo serio me estaba empezando a emparanoiar muchísimo, así que decidí preguntarle un caluroso miércoles, estábamos todos sentados mirando nuestros móviles mientras tarareaba una canción. Yo tengo la asquerosa manía de mirar lo que está haciendo el de al lado, esta vez le tocó a Pablo, estaba hablando con Cris. Ella le decía que me mandase callar.

Después de aquello, Rafa y yo dimos un largo paseo e hicimos lo que más nos gusta: hablar de actualidad y de política. Sé que puede parecer extraño, pero eso calmó a mi amigo. Yo era consciente de que solo era una solución temporal al problema de la enemistad entre mis amigos, pero ya pensaría que hacer más tarde.

Tras eso le pedí a Pablo que me acompañase a dar un paseo, ambos nos reímos de lo que acababa de pasar. También tuvimos una conversación sobre "cómo podríamos mejorar el sistema educativo en España". Anduvimos por el green hasta que Cristina y otras chicas, incluyendo a María nos hicieron un gesto para que fuéramos. Yo en cambio le dije a Pablo que fuese él, "ya me incorporaré más tarde": le dije irónicamente.

Al volver del paseo, Cris y María, pensando que las habíamos criticado, nos preguntaron de qué habíamos hablado y cuando les respondimos que habíamos discutido sobre cómo mejorar el sistema educativo, se quedaron bastante desconcertadas... Normal...

Tras eso me fui a la habitación a coger una sudadera. Estaba volviendo al green cuando a lo lejos vi a Pablo y a María hablando solos.

Mientras Rafa ya casi no se hablaba con Cris, esta le seguía contando a Milo que me quería pedir lío. Eso dejaba a mi amigo, al que claramente le gustaba Cristina, en la incómoda posición de intermediario. Yo, que no quería ir tan rápido como con Mónica, no hablaba con ella más que de cosas banales, y eso estaba empezando a jugar en mi contra... Para tener algo de lo que hablar con ella, le comenté que en los primeros días, Rafa había afirmado que tenía a María «en el bote». Pensé que se lo tomaría a broma y que la anécdota caería en el olvido, pero a Cris le parecía interesar mucho el tema. Ya la estaba volviendo a cagar...

Me estaba acercando a ellos cuando Pablo me hizo una señal con la mano diciéndome que me alejara; yo obedecí, estaba empezando a sentir celos, hasta que recordé que el que estaba hablando con la que me gustaba era ni más ni menos que Pablo, el era mi amigo, nunca me haría nada que me perjudicase, o al menos eso pensaba yo...

Esa noche, al salir de la disco, me interceptó María. Tenía que hablar conmigo. Al principio la conversación se mantuvo trivial, e incluso nos encontramos a Ulan, un chico un poco raro, tumbado dentro del coche de uno de los directores del campamento. ¡Casi nos da algo! Justo cuando yo me empezaba a olvidar de que nuestra conversación tenía un objetivo conciso, ella soltó la bomba: Cris le había contado lo del «bote». Para no quedar mal, tuve que confirmar la historia ante María, que cada vez que mencionaba a Rafa ponía una mueca de asco. En ese momento, comprendí que ese rumor se me había escapado de las manos y decidí no decirle nada Rafa por el instante. A lo mejor la cosa se quedaba ahí...