Al despertar, no pude hacer más que mirar fijamente el techo de mi habitación, no paraba de pensar en ese chico y en sus palabras.
-Te conozco?-
-No, pero pronto lo harás-
Estaba totalmente confundida, jamás en mi vida había visto a ese chico, pero por un instante sentí que lo conocía, es como si por un instante hubiese habido un pequeño click entre nosotros.
-No seas estúpida Laura- me dije a mí misma en un susurro.
Estoy segura que estuve por horas mirando el techo haciéndome miles de preguntas que lamentablemente no podía responderme. Tomé mi teléfono y vi la hora 7:20 am, mierda, voy a llegar tarde a la escuela y mamá va a matarme si eso pasa.
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-Definitivamente te volviste loca, comer muchos dulces te está afectando el cerebro- Liv no paraba de mirarme con cara de "la perdimos, ya se volvió loca". Lo primero que hice al llegar a la escuela fue buscar a Liv y correr como si no hubiera un mañana para contarle mi extraño sueño.
-Agh, no lo sé Liv, todo se sintió tan real... - llevaba horas mentalizándome que todo había sido solo un sueño, pero algo de mí me insistía en que no debía dejarlo pasar.
-¿Cómo habías dicho qué era el chico?- preguntó Liv.
-Tenía ojos negros y su cabello era rojo- me estremecí ante el recuerdo de esos profundos ojos negros sobre mí.
-Un chico peculiar la verdad- la miré extrañada -¿Por qué me ves así?, no es como que veas un chico pelirrojo todos los días, y menos en un sueño- dijo Liv levantando sus hombros.
Luego del extraño comentario de Liv, decidí que era mejor ir a clases para intentar olvidar todo lo que había pasado, pero como es obvio, se me hizo totalmente imposible, todo lo que hacía me recordaba ese sueño, me hice las mismas preguntas innumerables veces al día y lo que más me enojaba era el hecho de que no tengo ni la más mínima idea de quien es ese chico.
-¿Te pasa algo hormiguita?- me sobresalté al escuchar la voz de Diego.
-Agh, no deberías aparecer de la nada y asustar así a la gente- exclamé.
Diego ha sido mi vecino toda la vida, eso hizo que nos hiciéramos amigos cercanos desde muy pequeños.
Mamá estaba en la cocina preparando su único e inigualable pastel de zanahoria, por mi parte, me encontraba en el sofá viendo televisión junto a papá, de pronto sentimos alguien tocó la puerta principal.
-Laura, ¿te molestaría abrir tú?, estoy un poco ocupada aquí- me dijo mamá desde la cocina.
-voy enseguida- le dije levantándome del sofá. Al abrir la puerta me encontré con un Diego muy sonriente.
-Hola Laura-
-Hola Diego, ¿pasó algo?-
-No, solo me preguntaba si te gustaría ir por un helado y luego vamos a jugar juntos al parque- dijo Diego.
-¡Claro!, espérame un minuto, le preguntaré a mamá- me dirigí a la cocina para preguntarle a mamá.
-Mamá, Diego me invitó al parque ¿puedo ir?- le di una mirada suplicante.
-Está bien hija, pero por favor no vuelvas tarde y cuídate-
-Está bien ma, te amo- caminé hacia la puerta.
-Te amo más- me gritó mamá desde la cocina.
Sonreí ante ese recuerdo.
-¿Segura qué estás bien?, llevas cinco minutos mirando fijamente el suelo- dijo Diego con tono de preocupación
-Sí, estoy bien, solo estaba recordando.. cosas- susurré.
El día continuó, las clases pasaron y al fin podía irme a casa.
-Nos vemos mañana Lau- dijo Liv despidiéndose.
-Nos vemos Liv- le dije.
El camino a casa fue tranquilo, mientras caminaba miraba los bellos jardines que habían en mi barrio, la verdad es que no había notado lo serio que se toma la gente el tema de cuidar su jardín, es impresionante. Cuando menos lo noté ya estaba en la puerta de mi casa.
-Mamá, papá, ya llegué de la escuela- grité.
-Hija, estamos en la cocina- gritó mamá. Caminé hacia allá, había un olor peculiar.
-¿Qué es ese olor?- pregunté entrando a la cocina.
-Es pastel de zanahoria, tu favorito- dijo mamá.
Mis ojos se iluminaron, hace meses que mamá no preparaba su riquísimo pastel de zanahoria, inmediatamente llamé a papá para que compartiera este bello momento con nosotras.
-¡PAPÁAAAA!, ¡MAMÁ PREPARÓ PASTEL DE ZANAHORIAAAAA!-
-¡¿QUÉEEEE?!, VOY DE INMEDIATO PARA ALLÁ- papá tiró todas sus herramientas al suelo y vino corriendo hacia la cocina.
Después de comer, subí a mi habitación y decidí releer mi libro favorito Harry Potter y la orden del fénix. Estaba concentrada leyendo hasta que sentí un ruido cerca de la ventana, ya estaba oscuro, así que prendí las luces de mi habitación y me asomé para ver que había sido. Cuando lo vi mi corazón se detuvo.
El chico de mi sueño está parado en mi jardín.
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HOLAAAAAAA, espero hayan disfrutado este capítulo tanto como yo disfruté escribiéndolo <3.
Nos vemos la próxima semana xoxo
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Sentimientos Distanciados
Teen Fiction¿El tiempo realmente importa? ¿La distancia perjudica el amor?. Es increíble como todo ocurre en un tiempo, momento y espacio determinado, es como si todo hubiese estado planeado o simplemente destinado a ser así desde siempre, como si él y yo siemp...
