Don't Prefer Men | | One Shot' Adaptacion'

Unico Capitulo

Su pequeño y delicado cuerpo era embestido violetamente a cada segundo mientras que sus labios sólo podían articular desesperados gemidos y gritos de placer.

Las grandes manos del Moreno lo tomaron por las caderas con mucha más fuerza clavando sus uñas en su piel mientras entraba y salía desesperadamente de su interior soltando gruñidos y murmurando incoherencias.

No tenían idea de cómo habían llegado a aquello, ellos eran mejores amigos, tal vez las copas de más que habían tomado en aquella fiesta habían tendió algo que ver, ambos estaban ebrios pero a pesar de eso se mantenían en sus cinco sentidos, en un segundo pasaron de estar rodeados de personas a estar en el departamento de perth .

Y después de sentir los suaves y delicados labios del otro sobre los suyos, supieron que no había vuelta atrás.

- Ah...perth ... - Gimió sonoramente al sentir como el miembro del Moreno golpeaba en aquel punto en su interior el cual lo hacía delirar de placer.

Se encontraba posicionado en cuatro proporcionándole a perth un perfecto acceso hacia el interior de su trasero.

El sonido que hacían los testículos del moreno al golpear contra su trasero lo excitaban de sobremanera, el miembro de perth era verdaderamente grande, lo hacía sentirse tan lleno y satisfecho, con cada embestida sentía que moriría de placer.

Las manos del Moreno se encontraban fijas alrededor de las caderas del castaño apretándolo fuertemente para atraerlo más hacia él, quería que saint lo sintiera hasta lo más profundo de su ser.

Una de sus manos soltó las caderas del castaño para dirigirse hacia su erguido miembro, lo tomó con delicadeza y comenzó a masturbarlo.

- Mmm...ah...perth ...ahhh... - Gemía desesperadamente.

Todo su cuerpo temblaba al sentir como el orgasmo se acercaba, sentía que ya no podría sostenerse con sus manos, dejó caer su cabeza sobre la cama logrando que su trasero se alzara aún más, un gemido escapó de sus labios al sentí como de aquella manera sentía el miembro de perth aún más profundo.

- No tienes idea de cuánto me encanta tu trasero - Dijo apretando suavemente el gran trasero del castaño haciendo que se ciñera aún más alrededor de su miembro. Cerró sus ojos tratando de contener el inmenso placer que sentía en aquel momento.

- Ahh... - Gritó al sentir el ardor que producía aquel golpe, más el dolor que sentía le resultaba excitante.

- Ahh...c-creo que...ahh...puedo darme...u-una idea... - Susurró entre gemidos.

Perth se inclinó sobre la espalda de saint para después besar delicadamente sus hombros sintiendo como la suave y bronceada piel se erizaba bajo su tacto.

Tomó a saint fuertemente del cabello elevándolo y haciendo que se sostuviera nuevamente con sus manos.

Sus besos bajaron hacia su espalda recorriendo el camino de su espina dorsal hasta llegar a su pequeña cintura.

- Ahhh...ahhh... - Gimió al sentir como el moreno aceleraba sus penetraciones.

Sus ojos se encontraban llorosos a causa del placer que sentía, era insoportable, nunca en su vida había sentido algo igual, sentía que moriría en cualquier momento si el orgasmo no llegaba a él de una vez.

- Ahh... Saint ... – Mordió sus labios tratando de contener sus gemidos fallando en el intento.

El placer que le producía el cuerpo de saint  era verdaderamente alucinante, sentía como su miembro era aprisionado por las estrechas y cálidas paredes de su ano haciéndolo sentir en el cielo.

Saint  posicionó una de sus manos alrededor de su miembro masturbándose a sí mismo.

- Ahh...ahh... – Gimió sintiendo como una presión se formaba en su abdomen y descendía hacia su miembro.

- Maldición...ahh... – Gimió el Moreno  por lo bajo al sentir como el orgasmo se acercaba.

- Ah...perth ...ahhh... – Gimió sonoramente sintiendo como su interior era llenado por el caliente semen del pelingro.

Dio un par de embestidas más y se vino en el interior de saint . Apretó su mandíbula y sostuvo al castaño fuertemente de las caderas asegurándose de llenarlo por completo con su semen.

Se vino sobre su mano al no poder soportar aquellas delirantes y placenteras sensaciones por más tiempo.

Perth se inclinó nuevamente sobre la espalda del castaño, hizo que girara su rostro y lo besó apasionadamente metiendo su lengua dentro de la dulce y cálida boca de saint .

El castaño gimió al sentir como el miembro del Moreno  abandonaba su interior haciéndolo sentir vacio. Podía sentir como el caliente semen de perth  salía de su interior escurriendo sobre sus muslos.

Ambos se dejaron caer sobre las sabanas, estaban exhaustos y agitados, lo único que se escuchaba en aquel momento eran sus respiraciones y el acelerado palpitar de sus corazones.

- Yo no prefiero a los hombres – Dijo de manera fría y seca.

Perth  abrió sus ojos de golpe, se irguió sobre la cama, pasó sus dedos entre sus negros  cabellos y suspiró.

- No tenía idea de que eras gay – Susurró el castaño con los ojos cerrados rompiendo el silencio que habían entre los dos.

Perth  abrió sus ojos de golpe, se irguió sobre la cama, pasó sus dedos entre sus negros  cabellos y suspiró.

- Yo no prefiero a los hombres – Dijo de manera fría y seca.

- ¿Qué? – Preguntó confundido irguiéndose y sentándose de rodillas en la cama enfrente del Moreno.

– Pero si te acabas de acostar conmigo – Dijo con el ceño fruncido.

Perth lo miró detenidamente por unos segundos para después desviar su mirada.

No entendía de qué carajo hablaba perth , primero follaban y ahora decía que no le gustaban los hombres, ¿Acaso estaba jugando con él?

- Eso fue porque eras tú – Susurró.

Los ojos de saint  se abrieron asombrados, pudo sentir como sus mejillas se sonrojaba y su corazón palpitaba a un ritmo acelerado, abrió sus labios más de estos no salió ningún sonido, apretó las sabanas con sus manos e inclinó su cabeza buscando la mirada del Moreno .

- ¿Qué quieres decir con eso?

– Preguntó sin comprender del todo bien las palabras de perth

Saint  era tan ingenuo.

El Moreno  sonrió de lado, cerró sus ojos y suspiró con frustración.

Elevó su mirada topándose con aquellos ojos cafés claros , los cuales lo miraban con curiosidad.

Se acercó a saint  y lo tomó por sus sonrojadas mejillas las cuales fueron acariciadas delicadamente antes de acortar la distancia entre sus rostros y unir sus labios.

Quizás una vez no había sido suficiente para dejarle en claro a saint lo que verdaderamente sentía, pero ese no era ningún problema, él se encargaría de demostrárselo todas las veces que fuera necesario hasta que el castaño se diera cuenta por sí mismo.

Fin

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