2. Olvidar

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New York
19:12
Midtown, Manhattan
2019

Abigail POV

-Claro que sí Diane, que tal el martes de tarde, tengo libre. - Le dije emocionada
-Perfecto nena, nos vemos en Rancagua ¿te parece?
-Excelente, nos vemos, una abrazo a Jake-le dije cortando el teléfono.

Mi mejor amiga Diane, o única amiga Diane, iba a darme una noticia bomba según ella, por eso escogió un restaurante super elegante para decírmelo. Espero que valga la pena.
Iba caminando por las húmedas calles de Manhattan, ya que había llovido un poco en la tarde.
Era un día atareado, más no pesado.
Había mucho que editar, pero tenía tiempo, además no iban a rechazarme por un día o dos de atraso.
Trabajo en una firma editorial, Johanne's S.A,  recogimos manuscritos de revistas importantes, de libros y demás.
Yo soy la editora en jefe, además de trabajar en mi proyecto perosnal, mi bebé como la llamo yo.
Aunque siempre me gusto el editorial, mi sueño es ser reportera. Escribir mis propios artículos, mis propios reportajes. Sería mi primer paso para ser escritora.

Iba a llegar a mi departamento, no eran muchas calles, así que aproveché para comprar comida Thai para mi y Carlos.

Es mi pareja desde hace unos tres años. Lo conocí en un viaje que hice a Bahamas, ya que al parecer trabajaba por allá en ese momento.
El es un promotor hotelero, relativamente importante por acá. Decía que podía conseguirte un boleto a China a 60 dólares si le dabas tiempo.
Estos días habían sido difíciles para él, ya que el trabajo lo mantenía ocupado y no podía visitar a su madre en Puerto Rico.

-¡Hola, ya llegue cariño! - grite mientras cerraba la puerta.
Silencio.
Nadie respondió.
Seguro que aún no ha llegado. Últimamente ha llegado tarde del trabajo.

Vi una nota en la encimera :

"Amor, lo siento pero tuve que partir a Canadá para una reunión con unos empresarios, al parecer quieren comprar acciones de la empresa. Puede ser nuestra respuesta para cumplir nuestro sueño.
Volveré para el jueves, y te prometo traer algo lindo.
Te quiero.
Carlos"

Genial, otra reunión sorpresa.
La parte de "nuestro" sueño, es más su sueño personal.
Es comprar un barco para poder viajar según el a su isla cuando quiera.
No me molesta, en lo absoluto, más bien me alegro que quiera tener contacto con su familia. Pero la idea de gastar 44.000 dólares en un barco para usarlo dos veces al año... No me parece justo.
Además ese no es mi sueño.
Mi sueño es escribir, fotografíar, viajar por el mundo y recopilar las historias en mis reportajes.

Absurdo
Eso dijo Carlos hace unos años cuando hice mi primer viaje a Portugal.
Decía que podíamos viajar cuando quisiéramos, y que me mantuviera al margen con escribir. La editorial pagaba bien y eso era lo único importante para él.

Fuera de eso, el es un chico fantástico.
Es cariñoso, muy poco celoso, un hombre de familia, y nunca se cansa de decirme que me ama.
Creo que es el indicado.
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Antes que tarde llegó el martes. Y Diane me llamó muy temprano para recordar nuestra salida finísima.

Me levante de mala gana luego de su impertinente llamada, y prosegui con mi rutina diaria.
Desayune mi cereal integral con frutos rojos y vi un poco la tele.
Luego de un rato fui al  balcón e hice un poco de Yoga.
Nunca fui amante del fitness, pero hace el años pasado, a inicios, hice un trabajo con una profesora de Yoga, y pues me metió poco a poco en el mundo Yogi.
Mi día después del almuerzo pasó entre el televisor y mi teléfono, respondiendo correos electrónicos y tonteando en las redes.
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Cuando menos lo vi, eran las 18:00 y comencé mi ritual de belleza para salir.
Un baño con agua caliente, después ponerme crema en todo mi cuerpo.
Terminé encajada en mi vestido azul rey, me perfumo y pongo mis tacones del mismo color.
Termine yendo en mi auto para ir a Rancagua, es un restaurante exótico extraño, pero que por alguna razón le gusta a Diane.
Entre, y un mesero me dirigió a la mesa que reservó, donde estaba Diane.
Vestía un vestido de suelto negro, y sus clásicas gafas redondas.
-Hola chica, ¿como estas? - Me saludo con entusiasmo mientras me abrazaba
-Hola Di, lindo lugar -
-Claro cariño, lo mejor para la mejor- se apuntaba a si misma obviamente-
-Ya, aquí estamos, cual es la noticia? -
Dije tomando algo del tinto ya servido.
Diane siempre ha sido un poco bastante entusiasta con sus comunicados, en espacial cuando se caso.
Ella fue mi primer amiga en la editorial, en general cuando llegue a Nueva York en la NYU.
Ella viene de Seattle, así que entiende la cuestión de venir de las montañas.

-Ay Abby, siempre tan desesperada, disfruta el vino, la música, la comida y los hombres nena- dijo despreocupada y de manera sobre actuada.
-Di, si fuera a disfrutar de la comida y la música, hubiera venido a Rancagua- Le dije jugando
-No seas así nena, te pedí un pollo con parmesano de rechupete, para que te calmes- y tomó un sorbo de su vino.
-Vale vamos ganando puntos- e imite su gesto con mi copa.
-En realidad son dos noticias, una más importante para ti de todos modos -
-Ves, ahora si me pusiste curiosa e impaciente- le respondí juguetona.
-Ya te conozco querida, por cierto donde....

De repente se quedó callada. Y ajusto levemente sus gafas. La mire extrañada y miró a mi espalda.

-Abby, ese no es... -
-Carlos- termine la frase mirando a mi espalda.

DuskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora