Dos.

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Mi madre sabía bien que era directioner, incluso, algunas veces había llegado a amenazarme con un psicólogo- para mi era una amenaza, odiaba o mejor dicho. Odio a los psicólogos- pero ¡dahg! Igual, nunca me llegó.

Llegamos a casa.

Después de la noticia de mi muerte, lo único que me quedaban eran ganas de salir, así que, fui directo a mi habitación.

Me senté en la cama, me pase la mano por el rostro.

Bien llegó el fin <pensé.

Me dirijo a la mesita de noche y tomo mi toalla, me voy al baño, me quito mis prendas y me meto al bañar.

Sentí el agua fría corriendo por mi cuerpo, haciendo que todo mi cuerpo caiga en un escalofrio.

[****]

Termine y me mire al espejo.

Que patetica me veía, sin cabello, con la piel más blanca de lo normal, los labios resecos, los ojos inchados, ojeras.

Sin darme cuenta, una pequeña gota de agua salada salió de mi ojo izquierdo, inmediatamente la limpie. Volví la vista a el espejo y solté un suspiro.

Me lancé en la cama y me dedique a pensar.

Me parecía extraño como hoy estas bien, mañana tienes leucemia, y pasado mañana mueres.

Me puse a pensar en mi vida; en las cosas asombrosas que había pasado con ella, en las personas que dejaría por morir; mis padres. - sólo ellos porque no tenía amigos- bueno, y mi familiares.

Mi cuerpo se lleno de decepción. Moriria sin ser lo que quiero ser; me quería graduar; tener un trabajo, tener hijos, un esposo.. Pero, en resumen, ser una persona productiva.

Sentí decepción, decepción de mi misma junto con una mezcla de asco.

Mi mirada se poso en unas lámparas que me regalo mi padre cuando tenía seis años -apenas- eran una especie de velas.

Parecía un basó lleno de agua y escarcha flotante. Por abajo tenia un interruptor -para encenderla, obvio- y contenía luces hermosas de color verde, azul, amarillo y rojo.

Fui hasta el interruptor para apagar la luz que alumbraha por completo mi cuarto, me dirigi a aquellas viejas lámparas - que aún, contenían batería- y las encendí.

De inmediato las escarchas empezaron a flotar luces de los colores- ya nombrados- empezaron a reflejarse en las paredes de mi cuarto.

Me senté en la cama, y recordé el comentario de mi madre.

" Te daremos a Harry Styles"

¿que quería decir con eso?

Por un momento pensé que lo le pagarían o algo así para que me fuese a ver pero.. ¡Oh vamos! Era absurdo.

Mi familia siempre ha sido de una baja clase. No tendríamos dinero para eso, no para pagarle a Harry Styles. Y no creo que le vaya a decir a mi madre; "señora, como su hija tiene cáncer, deme 1.000 bolívares y la violó", bien, ignore lo de "violo".

Seguramente mi madre me regalara otro poster.

Me deje caer de espaldas y por tanto pensar, sin previo aviso; caí en un dulce sueño.

En sólo diez días. Hs.Where stories live. Discover now