Era difícil ignorar a la morena que caminaba histérica de un lado al otro de la oficina de homicidios de Boston, sus pesados pasos resonaban estruendosos cada vez que el tacón de sus botas se afirmaban al piso. Enrollaba su cabello compulsivamente entre sus dedos y soltaba algún que otro suspiro que reafirmaba su frustración. Su joven compañero, el detective Barry Frost la miraba atento temiendo decir algo que pudiese enfurecer mas a la morena, en el escritorio a su lado un hombre de cabello cano hablaba por teléfono tratando de obtener la información que necesitaba.
J- ¿Qué te ha dicho?- pregunto Jane Rizzoli con prisa al ver al sargento colgar el teléfono.
K- Tiene una leve idea de en donde pueden tener a la doctora Isles, tengo la dirección pero no es algo seguro.
F- No esperemos mas, vallamos a comprobarlo antes que sea más tarde.
Los tres detectives salieron disparados de la central con la esperanza de hallar pronto a la forense, pero al llegar a la dirección no hallaron más que una vieja casa desmantelada, las paredes descascaradas dejaban ver el paso de los años de abandono, dentro de ella había varios cuartos en deshueso hasta que al llegar al último de ellos encontraron una silla de madera que tenía una soga a su alrededor, unas marcas de arrastre dibujadas en el antiguo parque eran el indicio final de que alguien había estado secuestrado en aquel lugar.
J- La han tenido aquí Korsak- dijo la morena mientras inspeccionaba los detalles a su alrededor- esto es de Maura- agregó tomando un trozo de tela ensangrentada que estaba enganchado a un clavo de la puerta.
F- Han salido con prisa, esa colilla de cigarro aún sigue encendida.
K- ¿Cómo han sabido que veníamos?- pensó en voz alta el mayor de los tres.
F- O bien tu informante nos delató o tienen a alguien dentro que sabía que vendríamos para acá.
K- ¿Insinúas que hay policías sucios?- exclamo el sargento con enfado.
J- Vamos Korsak, no sería la primera vez, si alguien quiere derribar nuestro caso que mejor que secuestrar a la forense, sin su testimonio perdemos credibilidad y lo sabes.
F- Jane ¿llamamos al equipo forense para que peinen la escena?
J- No Frost, no quiero que nadie sepa nada más sobre esto, a partir de ahora todo lo que hagamos queda entre nosotros tres, involucrar a alguien mas pondrá en peligro la vida de Maura y es un riesgo que no estoy dispuesta a correr.
Jane dio un último vistazo a la silla imaginando a la pelirroja atada a ella, no sabía donde estaba, ni quien la tenía, la angustia de pensar en que podrían haberla dañado le estrujaba el corazón con fuerza, no soportaba un minutos más sin ella.
Eran más de las diez de la noche, Jane estaba sentada aún en su escritorio tratando de dar con el paradero de la pelirroja, una pila de vasos desechables de café se agolpaban junto al teclado del computador amenazando caerse sobre el. Si fuese ella la que estuviese secuestrada de seguro Maura ya la habría encontrado, se le presentaba una incógnita persistente ¿cómo hallar a Maura sin Maura para ayudarla? Como si fuese poco nadie había vuelto a contactar con ella, las palabras "no la busques o la hallaras en pedazos" resonaban en su cabeza, esa voz gruesa que retumbaba devolviéndole sólo el eco le helaba la sangre al pensar que algo podía sucederle a la pelirroja.
J- Eco- dijo para si misma abstrayéndose de la realidad- ¡oh Dios! Ya se donde esta- se paro con prisa, tomo su arma y su chaqueta y salió corriendo de la oficina, no había tiempo para localizar a Korsak y Frost así que mientras conducía sólo atinó a enviarles un mensaje con la dirección.
Aparcó el auto varios minutos después junto a un viejo roble en las afueras de la ciudad, a poco mas de cien metros una gran fábrica abandonada se alzaba sobre la llanura. Camino con sigilo sosteniendo el arma en su mano, sabía que la única ventaja que tenía era la sorpresa por lo tanto no podía emitir el menor ruido. Entro por una gran puerta oxidada, sus tacones hacían retumbar las paredes a cada paso, el olor a humedad y suciedad casi la dejaba sin aliento. Al fondo de una gran sala encontró una escalera en espiral que dejaba entrever una luz en el piso siguiente, Jane piso el primer escalón con duda y se estremeció al escuchar la madera rechinar bajo sus pies, sintió dos voces masculinas provenir del primer piso y se apresuró a esconderse cuando uno de ellos bajo a inspeccionar el origen del ruido.
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No puedo hacerlo sin ti
FanfictionEl secuestro de la forense pone el mundo de Jane de cabeza, pero hará hasta lo imposible por encontrarla. ONE SHOT