Capítulo 4.

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La noche cubría a la ciudad por sus solitarias calles que eran iluminadas por el alumbrando público, circulaba por sus calles un Mercedez negro. Las pequeñas gotas de agua que empezaban a caer del cielo se escurrian por las ventanas, dentro del carro iba manejando una persona que entre más avanzaba apretaba con fuerza el volante entre sus manos.

No miraba a la persona que iba
atrás, que tenía fija su mirada hacia la ventana el silencio reinaba dentro de aquel auto. El bello joven que se dedicaba a manejar se encontraba conteniendo su temperamento al no llenar de balas aquel estupido mocoso, que iba en la parte trasera.

El agente Xiao jamás había sentido tan herido su orgullo hasta ese momento, cuando aquel hijo de puta había puesto sus labios sobre los suyos, o como sus manos habían recorrido su cuerpo esa fracción de segundo. Deseba matarlo llenarlo de balas y dar fin a todo eso,en todos los informes y datos no decía nada de sus gustos o preferencias. Realmente estaba jodido si había puesto la mira en su culo, alejando esos pensamientos negativos aumenta la velocidad sin importarle un corajo los semáforos solo tenia en mente llegar y tirarse en su cama.

Wang Yibo no había dicho alguna palabra más, desde que había salido del club, miraba la vista que le ofrecía la ventana pensado el motivo de esa acción en el club. No entendía Yibo el ¿Por qué? no encontraba respuesta, solo podía a un sentir la suavidad de aquellos labios sobre los suyos y el dulzor al probarlos, y que deseaba volver a sentir una y otra vez. En todos sus años que llevaba no había sentido nada por nadie, ni hombre o mujeres o en tener la necesidad de querer molestar a alguien con algo así, ahora había metido toda la pata con aquel negocio. Había mostrado una debilidad, ya podía ver los cientos de problemas que se venían por su imprudencia. Toda la culpa la tenía Fei Ming de que
a el le nacieran hacer cosas realmente estupidas.

El camino hacia la residencia fue realmente incómodo y  en sepulcral silencio de parte de ambos jóvenes, que no abrieron la boca para mencionar algo más, solo escuchando la lluvia y el sonido del los parabrisas que hacía.

-Fei Ming mañana junto a los otros vendrán conmigo a una entrega- la profunda y varonil voz rompe el silencio Xiao Zhan asiente_

-Esta bien Jefe_

Wang Yibo despega la vista de la ventana por esas palabras alzando una ceja por como escucho aquella palabras y tono de voz.

-¿Algo ocurre contigo?- era realmente estupido que Yibo preguntara eso ya que conocía muy bien la respuesta_

El agente Xiao sigue manejando mordiendo el interior de su mejilla con fuerza para no decirle sus palabras a ese hijo de perra.

-No Jefe- se limita a decir apretando con más fuerza el volante_

Yibo sintiendo irritación por sus palabras decide molestarlo y echar más leña al fuego. Así si era el, no media las consecuencias de sus actos.

-No me digas Fei Ming que ese era tu primer beso y por eso actúas como una damisela ofendida- con burla ríe con su mano hace una seña restandole importancia- No hagas tanto drama fue solo un estupido beso_

Para esa altura el agente Xiao sentia el sabor metálico en su boca, y retenía el impulso de detener el auto y bajarse y moler a golpes aquel bastardo, no importaba si era algo guapo o era el jefe de la más grande organización de drogas a la mierda solo deseaba matarlo. Wang Yibo observa con atención la reacciones que tenía su conductor, pero no logra apreciar nada ya que no aparecía nada en aquel rostro carente de expresión y sus ojos no mostraban realmente nada.

-No es la primera vez que me pasa Jefe- contesta tras un largo silencio- Realmente no le tomo importancia ya que es solo un beso es solo eso, no hay nada que se sienta en eso- se forma una línea algo curva en sus labios y pone en blanco sus ojos- No dijo que lo sorprendiera pues Jefe soy toda una caja de sorpresas solo debe buscar en el lugar correcto_

Mentiras De Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora