Capitulo 2

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Luci se miraba en el espejo feliz con lo que había logrado, se había puesto un pantalón negro rasgado por las rodillas, una camisa blanca básica que hacía resaltar su cabello y unas botas negras sin tacón, no era la chica más femenina de todas pero le gustaba verse al espejo y ver que era ella misma, que no estaba haciendo esfuerzos por verse sexy, tenía poco maquillaje, un polvo, lápiz de ojos y un brillo rosa en los labios. A veces le daban ganas de usar bastante maquillaje y lucirse, otras de ir más sencilla y otras de simplemente no maquillarse, no consideraba que necesitaba maquillaje para verse mejor, ella era como era, y eso no le gustaba a los demás, pero lo mejor era no pensar en ello en días como esos en los que lograba sentirse cómoda consigo misma, cosa que muchas veces no pasaba.

Atenea estaba en la cama, se había puesto un vestido sencillo de color verde claro que le llegaba debajo de la rodilla, su cabello negro estaba sujeto por una cola y estaba más maquillada que la pelirroja, se veía increíble pero también se notaba que estaba nerviosa, no dejaba de mover la pierna de forma intranquila.

—Atenea —la llamó Luci, la chica volteó a mirarla—. Parece que vamos a ir a matar a alguien y no a una fiesta, cambia esa cara.

—Lo siento Luci, es que sabes que nunca he hecho esto, nunca le he mentido a mis padres para salir de noche.

—Relájate, yo tampoco —le sostuvo la mano a su amiga en un gesto de comprensión.

—No mientas, claro que lo has hecho —Luci se rio.

—Vale, vale, sólo quería que te tranquilizaras, sí he salido antes a escondidas, nunca a una fiesta pero lo he hecho y nunca me han atrapado así que relájate y vamos a divertirnos un poco —la ojiverde sonrió para reconfortar a su amiga y esta le devolvió la sonrisa aunque aún no estaba convencida de todo eso.

—Vale —la pelirroja la hacía seguirla a esas cosas como el impulso de hacer idioteces que ella misma había reprimido, de igual forma la pelinegra era la que frenaba a la chica cuando las cosas eran demasiado bizarras.

—Bien, Alex estará en 5 minutos aquí —dijo mirando su celular.

—¿Él nos llevará? –pregunto Atenea con desagrado.

—Sí, tiene auto y sabe dónde es la fiesta —respondió la chica de pecas tranquilamente.

—¿Y cómo regresaremos si bebe? Porque no creo que a ese chico le importe mucho beber cuando va a conducir —pregunto con desconfianza.

—Alex no suele beber mucho, especialmente cuando conduce —Atenea puso cara de no creerle—. Es un buen chico, te lo he dicho, lo conozco desde hace mucho tiempo.

—Sigue sin darme buena espina, Lu.

—Tranquila —las repentinas vibraciones del teléfono la incitaron a ver la pantalla del mismo—. Ya está afuera, salgamos.

Luci bajo ágilmente por un árbol que estaba junto a su ventana, Atenea la vio sorprendida, su amiga que no solia hacer deporte porque le daba flojera casi cualquier actividad física a pesar de su afición por el futbol, bajando con tanta naturalidad un árbol, aunque hay que decir que la ventana tampoco era que fuera muy alta, solo que Luci era muy bajita, solo media 1.50 lo cual era poco para su edad.

—Bien Atenea, ahora baja tú, despacio, no te apures —le aconsejo la chica de ojos verdes.

La pelinegra bajo imitando a su amiga, por suerte era mucho más alta y se le hacia más fácil llegar al suelo. Ambas subieron al auto rápidamente por si los padres de Luci las llegaban a ver, aunque la pelirroja no parecía preocupada por esto.

—Hola Alex —saludó con una sonrisa la pelirroja al chico de cabello negro y tez blanca subiendo en el puesto del copiloto.

—Hola Lucifer —le respondió con el apodo que le ponía cada vez que salía de noche a escondidas.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2020 ⏰

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