Rubius sabía perfectamente donde terminaba su lazo del destino. Decidido a no atormentarse más a si mismo por el constante rechazo de quien se supone debía amarlo, Rubius prefirió enfocarse en su labor de sacerdote del pueblo.
Por otro lado, Vegetta...
Habían pasado dos meses desde el intento de rescate de Auron. En todo ese tiempo el ambiente en el pueblo era deprimente, todos se encontraban en un estado de preocupación y estrés constante. Cada día que pasaba, cada hora, era posible sufrimiento para el hombre. Luzu apenas estaba terminando de recuperarse del disparo y la pierna mal herida. Mientras tanto, los demás guerreros se encargaban de rastrear la posible ubicación de Auron, pero los secuestradores parecían haberse desvanecido.
Aquel evento había causado consecuencias en todos los habitantes, Rubius empezó a recibir visitas constantes de aldeanos preocupados que necesitaban un poco del confort espiritual que les proporcionaba la iglesia, la cual estaba llena de la energía de los dioses. Rubius trataba de ayudar en lo que más podía, pero él mismo estaba distraído. Aun recordaba lo que Vegetta le había dicho hace dos meses, pero para él no era tan fácil dejar de culparse.
Fue despertado de sus pensamientos cuando una pequeña mano tocó su brazo. Al voltear, Nieves le sonreía y le indicaba que observara el lugar. El patio de la iglesia estaba siendo decorado para una de las fiestas anuales del pueblo. La fiesta era algo así como San Valentín, sólo que duraba una semana y era mucho más profunda que la fiesta que celebraban en el mundo exterior, aparte de llevarse a cabo a mitad de abril. En Karmaland la celebración era llamada Festival Odnoliub. Toda una semana donde las parejas hacían rituales para agradecer por la eterna felicidad de estar con su alma gemela y reforzar el lazo que los unía.
Cuando Rubius leyó sobre ello quedo maravillado, pero en esos momentos sólo quería que todo empezara y acabara rápido. Había cosas más importantes por las cuales preocuparse, estar encargándose de arreglar todo para esa fiesta no era una de ellas, el rubio aun no entendía porque Luzu quería celebrarla con todo lo que estaba ocurriendo.
Nieves lo volvió a sacar de sus pensamientos para preguntarle si estaba emocionado por la semana del Odnoliub ya que era su primera vez. El rubio sólo sonrió y le indicó que siguieran arreglando el lugar y dejara de holgazanear. La chica sólo hizo un puchero y continuó sus tareas.
Él realmente no estaba interesado en aquello, no desde que su alma gemela se negó a quererlo.
Soltando un suspiró decidió dejar de pensar en ello y concentrarse, no tenía caso llorar por algo que Vegetta había dejado claro hace meses.
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¡Y volvimos! Nuevo libro, nueva pareja, misma historia.
Con este prólogo comenzamos la segunda parte de Fate, si llegaron aquí sin leer la primera parte, es importante que la lean para que puedan entender la historia de fondo como lo que pasó con Auron, Luzu y estará sucediendo en Karmaland. Tranquilamente pueden encontrar la historia en mi perfil. *guiño, guiño*
Esta historia estará trabajando con un trío bonito, así que esperen por ello. Gracias por su paciencia y continuar leyendo. Si eres nuevo, espero que te guste para quedarte hasta el final.
Espero actualizar semanalmente como el libro anterior, pero no prometo nada. Así que nos leemos en el primer capítulo de esta nueva historia.
