Aquella niña.

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Existen leyendas acerca de lo que sucede debajo de un puente. Viven gnomos que toman forma las fantasías mas asombrosas.
Lo que nunca nadie me había dicho era que en varios lugares del mundo también esos puentes son usados por demonios, monstruos grotescos, por gente enferma que los ocuparía para abandonar el cuerpo de una niña....
¿Que pudo haber hecho una niña de aproximadamente ocho años para terminar dentro de una bolsa?
Ultrajada, violentada, muerta.....
Es increíble como la justicia cabe dentro de un envoltorio, se abandona bajo un puente y nos enseña el inframundo mas aterrador.
Y es que esa bestia, vive libre entre nosotros, quizás sin levantar sospecha alguna.
La semana pasada conocí a Mérida Dumbroch una mujer valiente y "necia desde chiquita" como la reconocía su mamá, es el tipo de personas que necesitas a tu lado en los momentos difíciles.

(Mérida Dumbroch)

Me la presentó el célebre Hiccup Hadock, un pacificador de pandillas, un hombre con el valor de meterse en los lugares mas peligrosos para convencer a jóvenes y a niños que es mejor vivir en paz

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Me la presentó el célebre Hiccup Hadock, un pacificador de pandillas, un hombre con el valor de meterse en los lugares mas peligrosos para convencer a jóvenes y a niños que es mejor vivir en paz.

(Hiccup H. Hadock)

Mérida me relato el caso de "la niña del puente" una niña de aproximadamente ocho años encontrada en una mochila, violada y con signos de tortura

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Mérida me relato el caso de "la niña del puente" una niña de aproximadamente ocho años encontrada en una mochila, violada y con signos de tortura. Ante la determinación Mérida de resolver el caso, como ya antes lo a hecho con Nosotros, me quedé pasmado, con unas ganas excesivas de hacer algo, y es que nadie puede ser indiferente ante esta realidad.
Me movió todas mis entrañas, como hermano, como familiar de niños inocentes acribillados, como ciudadano ve como su país, todos los días, se vuelve mas peligroso para los niños.
Unos columpios listos para balancear la imaginacion de cuanto niño se acercara.
Una resbaladilla de mediana altura, suficiente para provocar vértigo, y mariposas en la pancita, y eso que la caída libre es de sólo metro y medio.
Bancas y mesas dispuestas a recibir familias, amigos, novios y padres que ven jugar a sus hijos.
Un mundo ideal debajo de un puente, una idea brillante para recuperar espacios, ése sábado todo era negro.
Ofrecí una recompensa, mas allá de retribuir económicamente era una manera de incentivar la participación de la gente.
Que voltearan a ver que existía una realidad que nos podría alcanzar a todos, por ello, era y es tiempo de levantar la guardia, abrir los ojos, revisar si aún circula sangre por nuestro cuerpo y actuar.
Cada niño desaparecido deja huérfana de amor a toda una familia, debe ser de las peores sensaciones que puedan existir.
Cifras vertidas también por Redim, 30 y 35,000 niñas, niños y adolecentes han sido reclutados por bandas criminales y el 70 % ha sido abusado.
Antes, entrar al crimen organizado era simbolo de vida en abundancia, pero posiblemente corta, hoy no hay ningun aliciente, los niños aprenden que la vida vale unos cuantos pesos para ser cobrados.
Casos hay muchos y todos los días crece la lista de espanto.
Debajo del puente eramos un ciento de personas; muchos policías solo presentes para narrarles a sus jefes lo que hacíamos o dejábamos de hacer.
Aquella bolsa quedó entre la resbaladilla y una banca, con la sombra del puente de una zona muy popular.
Estoy seguro que aquella niña ya no esta sufriendo, ya no hay dolor, ya no tiene miedo ni frío.
Observó con determinación aquel lugar donde ya hacía la bolsa, un nudo se forma en mi garganta, la especulación de saber sí antes de todo esto ella jugaba aquí en el mismo lugar donde fue encontrada, se me apachurra el corazón solo de imaginarme como la vida de una niña ya no pudo seguir.
Mérida toco mi hombro sacandome de esos pensamientos tristes le dirigo la mirada y ella también siente esa sensación de tristeza.
Me hace una seña para que la siga, mientras camino veo un peluche que han sacado de el bote de basura, las ganas de llorar se hacen evidentes, dejo de mirar para proseguir caminando y dejar de pensar por un momento solamente.
Mérida me señalo la evidencia que acababa de encontrar púes eran unas marcas en el asfalto que indicaba ser de una camioneta grande.
M; Creó que son de una mini-van pero aún no estoy muy segura ¿que opinas tú?
J: Creo que tenemos que analizar mas para sacar conclusiones.
M: Le diré a Rapunzel que me ayude con eso.
J: Bien, yo seguiré buscando evidencias que nos lleven con al asesino.

Quiero Amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora