mis sueños

historia 1 parte 2

De pronto desperté en mi cama.

-¿ Eso fue un sueño?- dije, tenia el cuerpo todo transpirado - se sintió muy real-

Me levanté y me dirigí hacia la cocina de mi casa, pero otra vez tenia esa sensación de que algo no estaba bien, me frene en el pasillo y me dije a mí misma.

- Si aún estoy soñando no tengo que ser capaz de saber qué hora es ni tampoco de leer - mire el reloj que estaba en la pared, tenía puntos y agujas como si marcaran una hora pero no me daba cuenta de que hora era - eso no me sive de mucho - dije y me acerqué a la biblioteca de mi casa, aunque era más grande de lo que recordaba efectivamente esa era mi biblioteca, tome un libro y lo abri.

Tal como lo imaginé, las letras, las palabras nada tenia sentido, era incapaz de leer, aún estaba soñando.

Al darme cuenta de que seguia soñando comence a mirar a mi alrededor, de pronto oí unas voces, como susurros, venian de una habitación que jamás habia visto en mi casa. Me acerqué a la puerta, apoyé mi oreja contra ella y comencé a escuchar. Los susurros se volvieron palabras, eran voces de niñas.

- Tuve un sueño raro - dijo una de las voces.

+ ¿A si ? - dijo la segunda voz + ¿qué soñaste?

- No sé como explicarlo pero soñé con mi hermana, aunque ella no era mi hermana pero se veía igual.

+ ¿Ella te atacó?

- Sí! ¿ Cómo sabes ? - dijo la voz con tono de asombro.

- Tal como en mi sueño - pensé.

+ Yo sé lo que es, es .. d.m.... .u. se r... .u a... .i .e ......

- ¿Es qué? - pensé , pero por más que lo intentara ya no podia entender lo que decian.

- Kiraaa !!¿vas a venir a comer algo? - era mi madrastra.

No respondí, solo me diriji a la cocina. En cuanto entré me asombró la oscuridad y la suciedad que había, la unica iluminación que me permetia ver a mi alredeor era la luz del tele, aunque solo se veia arroz y se oía estática. Mi madrastra estaba sentada en la mesa observando fijamente su celular, pasé junto a ella pero no se volteó a verme, ni siquiera emitió sonido.

- Tuve un sueño re raro - dije mientras me dirigía hacia la heladera para ver que había de comer - soñé con Sam, pero... no era Sam -

- Aaa - dijo ella - con Sam...       me mandaron un video - dijo sin quitar la vista de su celular

- Sí, pero era otra persona, se veia igual - seguí contando mi sueño.

- Que raro...        el video esta bueno- otra vez sin sacar la vista del celular.

Como no me decidía a comer nada de lo que veía en la heladera la cerré, después de todo la suciedad que había en la cocina me quitó el apetito.

-¿ Y qué más soñaste ? - preguntó ella sin quitar la vista de su celular.

Como me interrumpió dos veces al intentar contarle mi sueño solo me limité a decir "nada", ya se me habían quitado las ganas de contárselo. Me acerque a ella para ver porqué no volteaba a verme, me asomé sobre su hombro tratando de ver que tanto veia en su teléfono, pero solo vi una imagen de una playa con palmeras, nada interesante pero ella parecia hipnotizada con la imagen, era raro, según ella era un video pero no pude captar movimiento alguno en esa imagen.
Por unos segundos todo quedó en silencio, y miré bien mi alrededor, la ventanas estaban cerradas como a la fuerza, la mesa era pequeña y redonda, la mesa demi casa usualmente es grande y alargada con los extremos redondeados pero esa era muy chica, tenia libros y hojas escritas pero por mas de que lo intenté no pude entender que decían, la parte baja de las paredes estaban repletas de libros, papeles y suciedad, detrás de mi se encontraba la mesada, completamente cubierta con ollas, platos sucios, vasos, restos de comidas y mucha suciedad. De pronto oí pasos, me asomé por la arcada de la cocina y miré hacia un pasillo, vi dos sombras que venían hacia mi dirección pero por alguna razón no me asusté y solo esperé a verlas. En cuanto las vi me asombre, sí, eran niñas como lo imaginé, las niñas de la habitación pero algo estaba mal, podia apreciar todo exepto sus rostros, no distinguía sus caras, eran dos niñas de unos 13 o 12 años con uniforme escolar y unos libros en brazos, veniam ambas con el pelo recogido y cuchicheaban entre ellas, pero sus rostros eran borrosos. Pasaron frente a mí, se dirigían a la puerta de salida que estaba unos cuantos metros a mi derecha por el pasillo, cuando me asomé y caminé detras de ellas la puerta se abrió sola y vi un resplandor blanco que venia de afuera, en cuanto salí me di cuenta de algo, esa no era mi casa ni tampoco mi ciudad.