Bruja dormilona

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POV de Amity:
Cuarto de Amity - 7:45 a.m

El primer rayo de luz logra escabullirse entre la ventana y la cortina de mi habitación, dando directamente a my rostro. Sin pensar, abrí ambos ojos, siendo totalmente encandilada por la luz brillante.

Inmediatamente los vuelvo a cerrar, al igual tapándolos con ambos manos. Les doy unas cuantas talladas antes de levantarme, cargando una flojera por todo mi cuerpo.
En una posición semi sentada, alzó ambos brazos sobre mi cabeza, estirando los lo más alto posible, todo lo que mis huesos débiles pudieran aguantar.

Al oir un tronido, no sabía si fue de mi espalda o de mis brazos, flojamente los dejé caer a la cama.
Dejo un bostezo salir lentamente, nuevamente tallando me los ojos con más fuerza.

Que hora es?

Lentamente volteo hacia atrás, mirando fijamente el pequeño reloj sobre mi buró. No logré distinguir los números bien.

Me recargue sobre my codo izquierdo, tomando el reloj con la otra mano. Cuidadosamente acercó la caja pequeña a mi cara, ahora si pudiendo ver los números rojos más claritos.

7:48... Muy bien

Dejo el reloj con una delicadeza donde estaba antes, bostezando una según vez.

Espera

Con rapidez, tomó el reloj con ambos manos, mirando por última vez la hora.

"Que cara-!" Le doy vuelo al pobre reloj, estirando las cobijas hacia un lado.

Como loca, me deslizo hacia la orilla de la cama, dándome un empujón con la cama al levantarme. Corro hacia las puertas de mi guarda ropa, abriéndolas con tremenda fuerza.

Con una mano tomó mi uniforme escolar de su gancho y con la otra mis botas del tablero. De nuevo empiezo a correr, está vez hacia el baño.

Después de algunos minutos, salgo. Aún me estaba atando el pelo a mi estilo casual, un semi cola de caballo. Apresurada, tomo mi mochila del piso, dejándola caer sobre mi cama.

Que clase tengo primero?

Trueno mis dedos al recordar, caminando hacia mi mesa de trabajo. Hay estaba un montón de libros. Anoche me quedé estudiando un poco antes de dormir. Leo las portadas de cada uno, encontrado el libro indicado

Abominaciones

Regreso con una troteada a mi cama, metiendo el libro en la mochila. Miro alrededor me mi cuarto, asegurándome de que no me faltaba alguna otra cosa.

Mi escrito!

Corro hacia el otro lado de mi cama, tomando mi escrito, e aventándolo dentro de mi mochila. Por última vez miro por toda mi habitación. Satisfecha con mi búsqueda, cierro con rapidez el cierre de la mochila, dándole vuelo sobre mi hombro.

Al abrir la puerta, asomo la cabeza, mirando por ambos lados de los pasillos antes de salir. No estaba de humor para encontrarme con uno mis hermanos. Ed y Em si que eran un dolor de cabeza!

Viendo que el lugar estaba seguro, tome unos cuantos pasó hacia afuera, cerrando la puerta con cuidado.
Rápido pero silenciosamente, corro hacia los escalones, nuevamente asomando me antes de bajar.

Al llegar a la puerta principal, doy un suspiro de alivio. Pero antes de que pudiera abrir la puerta, la voz de mi hermano me da un gran susto.

"Buenos días hermanita" me manda un saludo con su mano, obviamente intentando de fastidiarme. Estaba sentado en el sillón favorito de papá.

Al castañear mis dientes entre si, abro la puerta.

"Buenos días Ed" le contestó, saliendo con un saludo de molestia. Antes de que pudiera decir algo más, cierro la puerta.

Me recargó sobre la puerta, dando un respiro de desesperación. Me acuerdo de la escuela, empujando me de la puerta y bajando los escalones del patio corriendo.

Doy una vuelta hacia mi izquierda, ahora caminando sobre la banqueta. Tomo la mochila y la abro, sacando una bolsa llena de galletas. Los había dejado hay ayer, especialmente para el desayuno.
Tomo una de ellos al colocar mi mochila de nuevo sobre mi hombro. Le doy una pequeña mordida, saboreándola lentamente.

Entre mis masticadas, alcanzó a escuchar una voz detrás de mí. Sin dejar de caminar, miro hacia atrás, notando una figura del otro lado de la calle.
Era una chica, se notaba con las caminadas. Miro fijamente el rostro, intentando averiguar quién era.

Luz...

Al reconocer la, mi cara se sonroja. Se siente el calor sito sobre mis mejillas. Me sorprendo al darme cuenta del sonrojó.

Amity! Pero que carajos estas pensando?!

Nuevamente miro hacia adelante, dándole otra mordida a mi galleta.

Ya se me había olvidado que luz iba a entrar a la escuela hoy.

Una sonrisa toma el lugar de mi triste rostro, aún sonrojada.

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Señorita PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora