Amor de locos [ Drarry ]

Capítulo único

Para comenzar, quiero aclarar que la segunda guerra mágica no se dio en 1998 aquí, pues yo le cálculo que fue aproximadamente en 2015 y todo lo demás se desarrollará en 2020 en adelante, para que coincidan lugares y una canción puesta, pero al final está en ustedes imaginar que simplemente es la misma época canónica, eso no afecta en nada la trama, pero quería aclararlo de todos modos, así que disfruten su lectura <3

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Draco no lograba entender cómo es que llegó a esta situación, pero su orgullo le impedía retractarse, y por más que quisiese decir que él no lo haría, la mirada de Harry brillaba de emoción, pues se podría decir que este era como... ¿el primer reto que hacían juntos? Sólo lo haría por él, y claro, por mantener oculto su secreto.

Con un sonoro suspiro, recapituló el hilo del comienzo de todo:

La forma en cómo se reencontraron era completamente hilarante. Después de salir de Hogwarts, él se dedicó a seguir sus estudios para perfeccionar su habilidad con las pociones, mientras que Harry se inscribió para ser auror. Así pasaron tres largos años entre estudios, hasta que se graduó con honores a los veintidós años; luego buscó empleo en una pequeña distribuidora.

Aquél día en especial fue todo una mierda, debido a que su jefe, William Jones, se estaba portando todo un bastardo con él, exigiendo más de lo debido y acordado, así que, después de decirle unas pocas de verdades (véase el sarcasmo), salió con la frente en alto del recinto, dirigiéndose a su apartamento en Londres.

A la mierda los deberes, no se jodió la espalda por nada durante tantísimos años para obedecer a un viejo sin escrúpulos. Él era un Malfoy, así que él sería su propio jefe. En esos meses de arduo trabajo ahorró lo suficiente para abrir su propia sucursal, pequeña, pero tendría su propio lugar. Al día siguiente comenzaría los papeleos.

Más animado que nunca, decidió probar algo nuevo, estaba aburrido de la misma rutina todos los días, ver las mismas caras estiradas de los magos y brujas de su vecindario, por lo cual se aventuró a ir al Soho de Londres muggle, oh sí, era todo un loquillo desde que vivía solo; además era una buena noche para tener una noche de pasión con alguna chica.

Caminó un rato hasta que encontró un bar llamado Rupert Street. A la vista era perfecto para pasar un rato de diversión, así que no tardó en ingresar, encontrando el ambiente bastante agradable. Buscó un lugar frente a la barra para sentarse, que por suerte tenía perfecta vista a la pista de baile. Iba a contemplar el lugar con la única intención de encontrar a su próxima víctima, cuando el barman lo interrumpió, por lo que pidió un Martini seco para comenzar. La música era agradable, así que en la espera de su bebida, cerró los ojos suavemente y movió la cabeza de un lado a otro, siguiendo el ritmo.

—¿Está libre aquí? —preguntó una voz masculina.

—¿Eh? —volteó a verlo, y sonrió socarrón—. ¿Acaso ves a alguien ahí? —y decidió ignorarlo.

Cuando llegó su Martini, lo degustó lentamente, la música lo estaba instando a bailar, por alguna razón quería perderse en el ambiente.

—¿Cómo te llamas? —preguntó el mismo sujeto de momentos atrás, pero decidió no mirarlo—. Vamos, nene, yo soy Adam.

Entonces decidió voltear a verlo, encontrándose de lleno con un sujeto musculoso, más alto que él claramente, pelo rojo y ojos azules.

—Mira, mug... —detuvo sus palabras antes de hacer el ridículo con algo que la persona delante de él, no sabría cómo interpretar— amigo, no quiero problemas, y no me interesas.