La chica del pelo azul

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Era un melancólico y frío atardecer de otoño, los pájaros cantaban su última canción y se iban a dormir.

Siempre solía caminar por las orillas del mar al atardecer, era una costumbre que tuve desde chica

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Siempre solía caminar por las orillas del mar al atardecer, era una costumbre que tuve desde chica. Escuchar el sonido del mar durante las horas menos ruidosas de mi ciudad, siempre solía tranquilizar todos mis problemas del día a día. Caminé y caminé ignorando todo a mi paso mientras oía al mar cantar. Cuando de repente, una suave, dulce y armoniosa voz comenzó a invadir mi atención por completo. Al abrir los ojos pude apreciar a varios metros de mí. . . a una chica. Su voz era como escuchar el sonido del mar por las noches, su pelo era azul como un záfiro y sus ojos marrón claro como una turmalina.  Esa chica tenía toda mi atención en ese momento, me quedé totalmente paralizada, casi como si hubiese una pared invisible que no me permite avanzar ni retroceder. Me quedé atontada  escuchándola, hasta que La chica de pelo azul volteó a verme y en el momento en que lo hizo echó a correr. . . casi como si hubiese visto un fantasma. En ese mismo momento intenté preguntarle por su nombre, pero antes de que me diera cuenta ya estaba muy lejos de mí. -“Maldición, me distraje mucho viéndola”-  fue lo que dije mientras me maldecía a mí misma; volteé la mirada hacia la dirección en la que corrió la chica y Pude ver un objeto tirado, justo en donde había estado ella. Al acercarme pude apreciar que se trataba de una caracola, -“Quizás se le cayó cuando empezó a correr”- fue lo que pensé. Minutos después de lo sucedido volví a mi casa.                                                          

              
Mis padres estaban de viaje así que me encontraba sola

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Mis padres estaban de viaje así que me encontraba sola.
Cuando estaba quitándome la campera, sentí algo en el bolsillo, al revisarlo me di cuenta que se trataba de. . . la caracola. -“¿Cómo es que llegó esto acá? Creí haberla dejado donde quedó”-  dije en mi cabeza, así que supuse que no presté mucha atención a la hora de dejarla, la guardé de nuevo en mi bolsillo y Luego de haberme cambiado de ropa miré el reloj y ya estaban  a punto de ser las ocho de la noche. Era hora de preparar la cena, pero cuando abrí el refrigerador me di cuenta de que. . . había olvidado hacer las compras. No tuve más remedio que ir a un mercado 24 horas, si no, moriría de hambre. Así que me puse la campera y rápidamente partí hacia el mercado.

 Así que me puse la campera y rápidamente partí hacia el mercado

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Por suerte pude conseguir todo lo que necesitaba.

Mientras iba yendo camino a casa me percaté de que llevaba la caracola conmigo en el bolsillo, eso me recordó a que la playa estaba a dos cuadras de donde me encontraba, así que, por una única vez, no cumplí con mi orden de horarios y fui a escuch...

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Mientras iba yendo camino a casa me percaté de que llevaba la caracola conmigo en el bolsillo, eso me recordó a que la playa estaba a dos cuadras de donde me encontraba, así que, por una única vez, no cumplí con mi orden de horarios y fui a escuchar el canto del mar por la noche.

Cuando me asomé por la baranda que dividía la calle de la playa, otra vez, Otra vez la chica de pelo azul estaba allí, -“¿será coincidencia?”- fue lo que pensé

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Cuando me asomé por la baranda que dividía la calle de la playa, otra vez, Otra vez la chica de pelo azul estaba allí, -“¿será coincidencia?”- fue lo que pensé. Pero al verla mejor, pude notar que algo andaba mal, la chica. . . estaba llorando. -“¿Por qué? ¿Por qué está llorando en un lugar así?”- sinceramente no supe por que lloraba en ese momento, pero, verla llorar así, me partía el alma en mil pedazos; así que respiré profundo y con un gran esfuerzo me fui acercando a ella. Cuando me encontraba a solo dos pasos, la chica, pegó un grito -“¡Aléjate!, déjame sola”-  en el momento en que gritó esas palabras, pareció como si todo a mi alrededor se hubiese congelado.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2020 ⏰

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