Amor en Invierno/Jos Canela.

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"Traición por un amor"

El tren freno en la estación del pueblo, suspire después de las dos horas, bajamos del tren y caminamos fuera de la estación, tu carro seguía en el estacionamiento, miraste tu carro lleno de nieve, reímos ambos y nos acercamos para quitar la nieve que se acumulo en el parabrisas, después de retirar lo mas posible nos subimos al carro y arrancaste, empezaste a manejar de regreso al pueblo, en el camino observe las calles mas llenas de nieve que lo normal, manejaste con precaución hasta la entrada del pueblo, una vez que estábamos en la calle de la librería frenaste del golpe cuando Jane se atravesó deteniendo tu carro, estampaste en el volante y yo en el tablero del carro, alzamos la mirada ambos y la miramos, nos miraba con lagrimas en sus ojos, bajamos del carro y la miramos confundidos.

-¿Qué te pasa? Pude matarte-Dijiste algo molesta y ella te miro seria.

-Eso debiste de hacer, lo deseas-Dijo molesta y suspiraste.

-No, no lo deseo, muy por fuera de lo que me hiciste jamás te desee el mal-Dijiste seria y ella empezó a derramar algunas lágrimas.

-Tú me traicionaste primero-Dijo y la miraste confundida.

-¿En qué momento te traicione?-Preguntaste confundida y ella sonrió.

-Tu Sabias que siempre me gusto Jos y aun sabiendo eso te fijaste en el-Dijo y te mire sin expresión alguna.

-Siempre me has gustado Jos, desde que estábamos en la preparatoria-Dijo Jane mirándome y la mire confundido.

-Jamás te traicione, no se de que hablas-Dijiste y te mire al igual que Jane.

-Aquella vez en clase de música en la preparatoria yo te había dicho en la hora del almuerzo, en el área de vídeo cuando el profesor nos puso el vídeo de la historia de la música, tu y el estaban juntos sentados en la misma banca mientras hablaban-Dijo y te mire, me miraste y entendiste a que se refería.

-Solo por verme ese día hablando con él, corriste el chisme de mi familia-Dijiste molesta y ella asintió.

-Pues te equivocaste, jamás me fije en el cuando sabia que a ti te gustaba, pero no por eso tenias el derecho de destruir mi vida, ¿Sabes lo que me decían? Fueron muy duros conmigo, traicionaste a una persona que te quiso mucho por un amor-Dijiste y te mire derramar unas lágrimas.

-El daño que me has causado tardará tiempo en marchar. Pero sé que cuando desaparezca, seré más valiente-Dijiste mientras limpiabas tus lágrimas.

-Espero algún día logres entender que yo jamás te traicioné como piensas, pero a pesar del dolor que me causaste te perdono, por que he decidido empezar de nuevo y aceptar lo pasado-Dijiste y subiste a tu carro.

Pusiste de reversa el carro y nos diste vuelta, estacionaste el carro en tu casa y mire que bajaste, entraste a tu casa y cerraste la puerta, mire a Jane parada en medio de la calle, cada vez cuesta más creer en las personas y en esos sentimientos que son tan reales mientras duran y luego parecen transformarse. Cuesta la decepción y el desengaño, duele la desilusión. Sobre todo, porque alguna vez pusiste ahí tu alma entera, pensando que era alguien y no tú quien la llenaba de dolor.

La decepción debería de estar catalogada como arma de alto calibre; puede muy fácilmente romper la confianza y el corazón.