El sentimiento correcto

Capitulo 7:Ternura

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CAPITULO 7

Ternura

Tsunade se encontraba en su oficina rodeada de papeles como siempre, aunque ahora no les prestaba atención pues sus ojos estaban cerrados y su barbilla estaba acomodada sobre sus manos en una pose de profunda concentración, finalmente abrió los ojos y miro seriamente al hombre que estaba de pie delante de ella al otro lado del escritorio

–¿Estas seguro de lo que estas pidiendo?– Pregunto la Hokage

–Completamente– Le respondió Kakashi completamente serio –Creo que lo mejor será que Naruto sea transferido a otro equipo temporalmente

–¿Y tu crees que lo tomará bien?

–No estoy seguro, pero creo que él lo aceptaría m{as fácilmente que Sakura– De nuevo Tsunade guardo silencio mirando fijamente a Kakashi, él había llegando con la petición de que ya fuera Naruto o Sakura uno de ellos debía ser transferido a otro equipo, dicha petición había sorprendido a la Sannin, pero no le sorprendió cuando este dio como única respuesta "Creo que Sakura no esta tomando muy bien el matrimonio de Naruto" había rezado porque no ocurriera algo como eso, pero desafortunadamente su temor se hizo realidad y sabia que si el propio Kakashi había ido a pedirle que disolviera a su equipo aunque fuera temporalmente era porque la situación era mucho más grave de lo que había supuesto

–Esta bien– Respondió finalmente la Hokage mientras se recostaba lentamente en el respaldo de su silla –Naruto y Hinata estuvieron aquí esta mañana y me pidieron que adelantara el permiso de maternidad de Hinata, así que hay una vacante en el equipo 8, creo que Naruto podrá adaptarse a trabajar con Kiba y Shino...

–¿Permiso de maternidad?– Pregunto Kakashi sin molestarse en disimular su sorpresa –¿Hinata esta embarazada? ¿Tan pronto?

–Así es, es la noticia de moda en la aldea

–Ya veo– El ninja copia se dio cuenta de que había actuado justo a tiempo

–Mañana después del entrenamiento de tu equipo envía aquí a Naruto, yo misma le daré la noticia

–Bien– Y dicho esto Kakashi desapareció en medio de una explosión de humo

...

Hinata retrocedió un par de pasos al ver la amenazadora sonrisa de Sakura, pero tuvo que detenerse al sentir la pared a sus espaldas, trago saliva y miro directamente a los ojos de Sakura para intentar adivinar lo que pretendía, si ella quería pelear estaba más que dispuesta a defenderse, pero Sakura era la mejor discípula de la Hokage y ella estaba embarazada lo que le impediría pelear a toda su capacidad, estaba claramente en desventaja.

Sin embargo Sakura no quería pelear, al menos no de esa manera sino que simplemente se limito a acercarse tanto que Hinata podía escuchar lo que dijera aun si hablara en voz muy baja

–Sé que no te ama– Dijo Sakura en un susurro, fue una frase corta y sencilla, pero basto para hacer una dolorosa fisura en el corazón de la ojiperla quien no pudo reprimir un ligero gemido de dolor el cual le provoco una gran satisfacción a Sakura, esta al ver que Hinata no respondía continuo –¿Quieres saber porque lo sé?– Hinata jamás pensó que la sonrisa de Sakura pudiera mostrarse tan cruel, pero al verla en esos momento le pareció sencillamente insoportable

–No– Respondió temblorosamente

–Te lo diré de todas formas– Le dijo con timbre cínico –Él fue herido durante la misión, nada grave, por supuesto, solo un poco de veneno– Sakura experimento una morbosa satisfacción al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Hinata –¿No lo sabias?– Pregunto con falsa inocencia –Bueno, no me extraña que haya cosas que no quiera contarte, como te decía Naruto fue herido por alguna clase de veneno, fue fácil curarlo pero aun así tuvo un poco de fiebre, pero yo me encargue de cuidar de él, pero en algún momento durante la noche comenzó a hablar en sueños, llamaba a alguien ¿Adivinas a quien?– Hinata solo respondió negando con la cabeza pero ya se imaginaba la respuesta a esa pregunta pues las lagrimas comenzaban a asomarse en sus ojos perlados –Él me llamo a mi ¿Lo oyes? ¡A mi!– Las lagrimas comenzaron a brotar y a deslizarse por las mejillas de Hinata que de pronto se había puesto pálida