nuevo vecino ლ hyunjin ✔

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Bueno, ¿qué puedo decir de mi vida? Soy Kang Liliana, pero me dicen Lily. Desde mis 15 años decidí por ser completamente independiente, con un poco de ayuda de vez en cuando de mis padres y abuelos.

Voy a último año de secundaria, estudiaré bioquímica y posiblemente de algo más, pero por el momento ese es mi futuro.

En la escuela soy una chica promedio, no tengo popularidad pero tampoco soy inferior, por así decirlo. Tengo notas aceptables y tengo a mis dos únicas mejores amigas, Jennie y Wheein.

Las conozco desde que tengo memoria.

Un dato que a todo el mundo le "sorprende" es que a mi me interesa muchísimo lo sobrenatural y paranormal, veo documentales, leo historias, leyendas y anécdotas.

De todo.

Hace unos años me interese por el vampirismo, es un tema interesante, tiene tanta historia, misterio y poderes que uno desea tener, como velocidad, buena audición, olfato y visión, transformarse en murciélago o ser invisible, muchas cosas más.

Mis amigas me ven rara, o algo así, ya que siempre que piden que les cuente algo interesante de mi vida, hablo de muchísimas cosas fuera de lo común. Así que me volví más callada y reservada con mis gustos "raros".

En este momento estoy regresando a casa, decidida a investigar más sobre el vampirismo, ya que estuve toda la tarde en casa de Wheein haciendo tareas con ella y Jennie.

Una vez en la vereda de mi casa, noté que tengo un nuevo vecino, tenía el cabello oscuro, ojos avellana brillantes, su ropa era de cuero y todo completamente de negro, excepto su camiseta que marcaba su torso notablemente trabajado.

No le di mucha importancia.

Entré a mi hogar y solté un suspiro al ver mis posters, rara vez me acuerdo que tengo algunos por mi living.

¿Cómo es mi casa? Es básica, todo es blanco, negro y gris oscuro. Un sillón con una tele al frente, un comedor para 4 personas máximo, un baño tamaño medio, una cocina adaptable para una persona y un patio pequeño en el fondo con un columpio colgado en un árbol.

En el segundo piso habían dos habitaciones, una la uso como ático y la otra es mi cuarto que tiene un baño privado y un balcón que da justo en frente del balcón de mi vecino.

Comencé a estornudar y eso era señal de que había polvo, comencé a barrer de forma lenta mientras escuchaba música relajante y melancólica con mis audífonos.

Terminé de lo que estaba haciendo y sin darme cuenta estaba tarareaba la melodía de mi tema favorito "Your Eyes Tell", de alguna forma me transmite muchísima paz. Levanté mi mirada pasado mi brazo por mi frente acomodando un poco mi flequillo. Me di la vuelta y crucé mirada con mi ahora vecino.

Aparte la mirada.

Cerré las cortinas y apagué todas las luces, sus ojos no eran avellanas, eran de un color negro profundo, ¿la luz me engañó? maldita sea.

Dejé la escoba en el ático y regresé a mi cuarto, me senté en mi cama apoyando mi espalda en la pared y coloque mi laptop en mis piernas.

–¿Qué encontraré hoy?– dije entusiasmada entrando a google y poner en el buscador vampirismo. Había un artículo de hace unos años, 35 años sino me equivoco –¡Bingo!–

Entré a ese artículo y leía con muchísima atención, estaba realmente sorprendida con lo que leía.

–Los vampiros de entre 90 y 125 años, es decir entre 9 y 25 años en humano, desarrollaron mostrando sus emociones a través de sus ojos, no sabe con certeza los colores fijos, ya que algunos tenían ojos azules al sentirse alegres cuando otros sentían tristeza– dije en voz alta con una sonrisa –Pero su color natural siempre será negro– me separe un poco de la pantalla al leer lo último, miré a las cortinas y una sospecha invadió a mi mente –¿Quién eres, nuevo vecino?–

Eran las 10pm y como todas las noches, voy al columpio a leer mis libros de terror acompañado de un caliente té de manzanilla o a veces un tazón de ramen.

Se terminó mi hora de lectura y me adentré nuevamente a mi casa, lavé mi taza y guardé en los estantes que habían en el living mi libro colocando una marca de donde me quedé.

Subí a mi cuarto y me coloque el pijama, me acomode en mi cama tapando mi cuerpo con las gruesas colchas hasta por abajo de mi nariz, es invierno y hace frío.

Me costó dormir en un principio, pero al pensar que tenía que ir temprano a la Universidad esta vez, el sueño me ganó en minutos.

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Un pequeño relato de lo que sería Liliana, así que espero que les haya gustado.

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