❄️Nieve ❄️

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Donghae se abrigó más y bajó el Stetson, mientras salía. Bajó por el sinuoso pavimento hasta el buzón, con el rostro entumecido por el áspero viento. El invierno acababa de comenzar y él ya estaba inquieto. La casa estaba silenciosa, alojando solo a él y a sus dos hermanos, hasta la próxima temporada de caza, cuando se llenaría de clientes. Durante diez años, guió a los cazadores a través de las montañas. Pero ahora se sentía nervioso. Insatisfecho.
Abrió el buzón y agarró los sobres. Se volvía a la casa, hojeando sin interés los sobres, cuando le llamó la atención un destello de color. Él parpadeó, volviendo a mirar. Allí, en la zanja, mitad cubierta por la nieve, había una persona. Dejando caer los sobres, se fue corriendo hacía ella y se arrodilló en la nieve. Atemorizado de lo que encontraría, agarró un pequeño hombro y le dio la vuelta. Sorprendentemen
te, era una mujer. Una hermosa mujer. Le buscó el pulso, aguantando la respiración hasta que sintió un débil temblor en el cuello. Le quitó la nieve de la cara y acarició su rubio pelo. ¿Cómo había llegado aquí?
La cogió en los brazos, se levantó y caminó hacía la casa. Miró su pálido rostro, sintiendo una punzada en la ingle. Le recorrió un escalofrió y se vio invadido por emociones desconocidas. Ira, posesividad, preocupación, pura y simple lujuria.

Su verga se estaba hinchando y los vaqueros le quedaban cada vez más apretados. Fue conmocionado por el descubrimiento de que era ella, su mujer. Él nunca había reaccionado tan fuertemente a una mujer, y ciertamente no a una a la que no conocía, pero daba igual; sus hermanos podrían no sentir lo mismo.
De todos modos, no la podía dejar congelarse hasta morir. No pensaría en sus hermanos, hasta estar seguro de que no moriría.
Cuando entró en la casa, eunhyuk levantó la cabeza del sofá, en donde estaba leyendo. Dejó caer el libro cuando vio la mujer de los brazos de donghae.
— ¿Qué demonios está pasando? —exigió, levantándose.
—La encontré fuera, en la zanja —murmuró donghae, examinado a su hermano, para ver su reacción.
eunhyuk acortó la distancia que había entre ellos y miró a la mujer.
— ¿Está viva?
— ¿Qué está pasando? —indagó heechul, cuando entró en el salón. Su expresión era impenetrable, una mirada que había llegado a ser su segunda naturaleza, desde que salió del ejército. Por la primera vez en mucho tiempo, donghae sintió esperanza. Daría cualquier cosa para poder sacar a heechul de su infierno personal, en el que vivía. Si ella fuera la mujer...

donghae volvió su atención a la mujer de sus brazos.
—Necesito calentarla. Ve a preparar un baño caliente mientras yo le quito esta ropa mojada —le pidió a heechul. eunhyuk levantó una ceja.
— ¿Vas desnudarla aquí?
donghae se encogió los hombros.
—Dudo que la modestia sea importante, cuando te estás muriendo de frío.
Los ojos de eunhyuk se apenaron y se acercó más a la mujer. La estudió y le acarició la mejilla.
—Es bonita —dijo él en voz brusca.
Cuando miró a donghae, sus ojos brillaban por múltiples emociones: deseo, ternura y posesividad. Donghae sintió triunfo. ¡eunhyuk sentía lo mismo!
— ¿Qué están haciendo? —preguntó heechul cuándo volvió a la habitación.
— ¿El baño está preparado? —inquirió donghae.
heechul asintió y donghae pasó rápidamente por al lado.
—Te explicará eunhyuk —dijo animado.
donghae caminó hasta su cuarto y la acostó suavemente en la cama. Ni siquiera tenía un abrigo. Frunciendo el ceño, empezó a quitarle el suéter mojado. Estaba helada. Cuando tiró el suéter por encima de la cabeza, se le cortó la respiración. El pequeño sostén que vestía no cubría mucho. La segunda cosa que notó, fue una grande contusión que arruinaba su piel de porcelana. Era del tamaño de su mano. Y él tenía manos grandes. ¿Tuvo alguna clase de accidente? ¿Y qué estaba haciendo caída en la zanja? Continuó su trabajo, quitándole los húmedos vaqueros. Mientras se los quitaba, vio claramente los oscuros rizos, a través de sus bragas. Así que ella no era rubia natural.
Sintiendo culpa por un instante, le quitó tanto las bragas como el sostén, dejándola completamente desnuda y la miró. No pensaba que fuera posible ponerse aún más duro. Cada nervio de su cuerpo estaba en alerta roja. Bastaría un toque y estallaría. Juro ardientemente y luchó para controlar sus furiosas hormonas. Estaba inconsciente y herida, y todo en lo que podía pensar era meter su polla tan adentro, hasta que convertirla en suya para siempre.
La examinó en busca de cualquier herida. Su piel estaba fría, pero no presentaba ninguna señal de congelación. El baño no debía hacerle ningún daño.
Con mucho cuidado, levantó su cuerpo desnudo y la llevó al enorme baño que compartía con sus hermanos. Era del tamaño de una habitación, con dos duchas y una bañera jacuzzi. Una pared tenía cuatro pilas. Una indirecta de que un día, habría una mujer para compartir sus vidas.
La bañera estaba llena y él la dejó en el agua templada. Ella gimió, pero no abrió los ojos. La sostuvo, para que no resbalase en la bañera. Se giró, cuando escuchó la puerta. heechul estaba allí, con los ojos oscurecidos.
—eunhyuk dice que es ella.
donghae asintió, sin saber que decir. Sabía que heechul necesitaba aceptarlo. heechul miró a la mujer, pero no se acercó.
—Esperaré hasta que acabes. No quiero que se despierte y encuentre a dos hombres en el baño. Podría asustarse.
—No tardaré —dijo donghae, intentando interpretar las sombras de los ojos de heechul—. Hazme el favor de meterle las ropas en la secadora.
heechul se encogió los hombros y salió del baño, cerrando silenciosamente la puerta de tras de él.
donghae volvió su atención hacia ella, para verla abrir los ojos. Ojos marrones y suaves, lo miraron fijamente con choque y confusión. Después, con miedo.
La primera cosa que sintió ____ era un calor delicioso. Después de haber sentido tanto frío, durante tanto tiempo, estaba segura de que había muerto y había llegado al cielo. O quizá al infierno, a juzgar por la temperatura.
Entonces abrió los ojos y decidió que era el cielo, porque el demonio no podía ser tan atractivo como el hombre que estaba inclinado sobre ella.
Después de mirarle fijamente por un momento, se dio cuenta de qué estaba desnuda. En una bañera. Con un magnífico extraño mirándola, completamente imperturbable ante su desnudez. Quizá en vez de babear, debería tener miedo.
—No voy a hacerte daño —dijo el hombre con voz serena, mientras se alejaba de la bañera—. Te encontré en la nieve.
Cruzó los brazos sobre el pecho y unió las piernas, tratando de esconder su cuerpo.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2020 ⏰

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