DÍA 10.
–No quiero volver a escuchar hablar sobre ti, voy a desaparecer de tu vida para siempre y no vas a volver a saber sobre mi, te lo aseguro.
–Lisa, por favor, tranquilízate, no te pongas así. Simplemente siento que deberíamos dejarlo porque no noto que por allí haya demasiada confianza y quizás esto es algo precipitado. Pero por favor no seas así.
–¿Qué no sea así? ¿Y como quieres que sea? Me acabas de dejar sin ningún motivo aparente. Eso soy para ti, ¿un estorbo? ¿Alguien sin importancia?
–Yo no he dicho nada de eso. De verdad siento muchísimo que esto tenga que ser así.
–No lo sientas. No te preocupes, desapareceré como te dije, ya no sabrás de mi más. Que te vaya muy bien John, de verdad lo deseo.
–Lo mismo te digo Lisa, y por favor, no estés así de verdad.
–Siento no haber sido suficiente para ti y no haberte podido dar lo que tú querías, siento haberte sido una molestia estos dos meses.
–No Lisa, no digas eso, eso no es así y lo sabes.
–Adiós John.
–Lisa por favor –no le dejo terminar de hablar porque inmediatamente cuelgo la llamada y termino con la conversación.
Me siento fatal, nunca me había sentido así. Se veía una relación bastante imposible, ya que vivimos en diferentes barrios de Praga, él vive en el barrio obrero y yo en el centro. No nos habíamos visto nunca en persona, únicamente hemos hablado por mensajes. Tampoco hemos hecho llamadas ni nada, solo mensajes.
Me dirijo al baño de mi habitación para lavarme la cara y retirar las lágrimas que caen por mis mejillas. Me miro en el espejo, y empiezo a examinar mi rostro. Empiezo a buscarme defectos por los que John ha decidido dejarme. Miro mis ojos, son azules claros; mis labios, son finos, rosados y pequeños; mi frente, estrecha; mi nariz, pequeña; mis mejillas, ligeramente sonrosadas, más ahora por haber estado llorando.
Dejo de mirarme, me seco el rostro y me dirijo a mi habitación. Tomo la mascara de pestañas de la cómoda y me aplico un poco. Cojo mi bolso y las llaves. Cierro la puerta de mi habitación y bajo hasta la puerta principal. Salgo a la calle, no sin antes cerrar la puerta principal, y empiezo a caminar rumbo al puente de Carlos, donde me esperan mis mejores amigas.
Cruzo la calle, y según las veo, corro hacia ellas y las abrazo para volver a empezar a llorar otra vez.
–Tranquila Lisa, no te merecía. Hay miles de tíos que se mueren por ti. John simplemente es un idiota que te ha dejado escapar –me intenta animar una de mis mejores amigas, Sophie.
–Sophie tiene razón, es un idiota. Hay muchos tíos mucho mejores que él, que no vivan en el barrio obrero y con los que puedas quedar sin ningún problema –la respalda mi otra mejor amiga, Becca.
–De verdad sois las mejores amigas del mundo, pero no entiendo que esta mal conmigo para que me haya dejado así.
–Lisa te lo hemos dicho muchas veces. Eso no tenía pinta de funcionar, no os habéis visto, no habéis hablado, solo os habéis escrito mensajes. Además, no sois nada compatibles, él vive en el barrio obrero, y tu vives en uno de los mejores barrios de Praga. ¿Crees que a tu padre le hubiera gustado que hubieses estado con él? –me pregunta Becca– además, tienes a Mika detrás de ti hace meses, vale más que John. Seguro tus padres preferirían que estuvieras con un futuro médico que con un obrero que no sirve para nada.
–No hables así de John, él es un chico increíble aunque sea obrero como tu dices.
–Pero no deja de ser un obrero. Además, tampoco llevabais tanto tiempo hablando, como mucho un par de meses. Olvídate de él y ya –me dice Sophie respaldando el argumento de Becca.
–Bueno ya, me olvidaré de él. Pero que me olvide de él no quiere decir que vaya a estar con otro chico.
–Mika no creo que esté de acuerdo con ello.
–No quiero estar con Mika ni con nadie, quiero estar sola, sin ningún chico. No necesito a ningún hombre en mi vida, solo necesito a mis amigos, especialmente a vosotras.
–Te queremos mucho, ¿vale? Siempre, siempre vamos a estar junto a ti, pase lo que pase –me abrazan ambas y vuelvo a empezar a llorar pero esta vez por ilusión, por saber que siempre las voy a tener a ellas.
–Os quiero mucho.
DÍA 25.
Estoy terminando de recoger las cosas que necesitaré hoy para el instituto. Hoy tengo jornada intensiva, ya que tengo también clases de piano y violín, por lo que no terminaré hasta por la tarde. Bajo hacia la cocina y saludo a mi mamá, Eleanora, una brillante arquitecta muy famosa en Praga. Cojo mi desayuno ya preparado para tomarlo en el camino y salgo a la puerta, donde ya está esperándome dentro del coche Aaron, mi chófer.
Arranca el coche y empieza a conducir hacia mi instituto, uno de los mejores de Praga. Empiezo a revisar mi móvil mientras como parte de mi desayuno, y veo en Twitter la solicitud de un chico.
Tiene el perfil público por lo que empiezo a mirar sus fotos y publicaciones y es bastante mayor, de seguro tiene más de 18 años. Se ve aparentemente de buena familia. Decido aceptar su solicitud a pesar de no conocerle. Su nombre en teoría es Adam.
Llegamos al instituto, me despido de Aaron, y me encuentro en la puerta a todo mi grupo de amigos, todos vestidos iguales ya que llevamos uniforme. Me uno al grupo y cuando suena la campana emprendemos nuestro camino hacia el interior del edificio.
Pasadas tres horas, tenemos un descanso de hora y media. Mis amigos van directamente al restaurante, pero yo paso antes por el baño. Según salgo del baño me encuentro con Mika.
–Hola hermosa, ¿cómo estas? –me pregunta Mika mientras deposita un beso en mi mejilla.
–Hola Mika, pues estoy bien, un poco triste pero bien –le sonrío algo forzado.
–¿Qué te ocurre hermosa? ¿Alguien te hizo daño? –interroga curioso.
–Algo así, mi novio me dejó.
–No sabía que tenías novio. Que curioso, a pesar de tener novio seguías hablando conmigo y cediendo a mis encantos. Eso tiene que significar algo. Estoy convencido de que estas completamente enamorada de mi pero te haces la difícil –empieza a mover sus cejas de forma graciosa y me guiña un ojo.
–Estas loco Mika –empiezo a reír mientras el sonríe de forma triunfal– sigue soñando, eso es lo que a ti te gustaría.
–Ríete Lis, pero te saqué una sonrisa y conseguí que rieses. Ahora enserio, por favor no dejes que nadie te quite nunca esa sonrisa, es preciosa.
–Gracias Mik, de verdad, eres un gran amigo.
–Amigo por ahora, cederás a mis encantos, estoy seguro –pasa un brazo por encima de mis hombros mientras empezamos nuestro camino hacia el restaurante.
Son las 18:30. Por fin terminaron las clases. Después del descanso, no sucedió nada especial. Tuve mis lecciones de piano y violín. En ambas me felicitaron por que mejoré muchísimo en los últimos días. En poco tiempo estaré preparada para poder competir en ambas destrezas.
Mientras estoy fuera esperando a que llegue Aaron, reviso mi móvil, el cual no he cogido desde que llegué aquí por la mañana. Reviso mis redes sociales y veo que en Twitter tengo muchas notificaciones. Entro en la app y veo que alguien marcó corazón en todas mis publicaciones y comentó en una foto que subí hace tiempo cuando tuve mi primer recital de piano. Veo que la persona que comentó es ese tal Adam.
Iba a contestar cuando oigo ruido del coche y veo que Aaron se aproxima. Decido no contestar y pasar un poco. Bloqueo mi móvil y subo al coche en cuanto Aaron se encuentra a mi lado. Vamos de camino a mi hogar cuando de repente suena una notificación en mi móvil. Vuelve a ser de Twitter, y me indica que tengo un nuevo mensaje privado. Es de Adam.
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TÓXICO HASTA MORIR (VOL 1)
Teen FictionDicen que en el amor todo vale, que debes hacer miles de sacrificios por la persona que amas, que te debes entregar al máximo a ella, que debes seguirle siempre allá donde vaya. Algunos aseguran morir por su pareja. También dicen necesitarla, ya que...