La Maldición Riddle [El Espejo Perdido #1] - AUTORA ORIGINAL

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-¿Como que es tu culpa?- la voz de Draco no se escuchaba ni molesta ni tranquila, de alguna manera no sentía nada fuera de lo normal después de la confesión de Evany.

-Yo...Creo saber quién lo está haciendo- se corrigió a ella misma- pero no estoy segura-

-¿Quién lo está haciendo Evany?- ordenó esta vez con más firmeza, a él no le importaba en lo más mínimo que cerraran Hogwarts sin embargo debía saber quién era el causante.

-La misma persona que me encerró aquí- confesó de golpe, entonces Draco lo supo. No podía decirle el nombre de aquella persona...estaba en las reglas de posesión no ordenarle que le contara de su pasado o de ella misma, eso lo molesto.

-Está bien..- intentó tranquilizarse a sí mismo- ¿Que se puede hacer?-

Evany lo miro con sorpresa, Draco estaba intentando ayudarla pero realmente no había nada que el pudiera hacer, no se podía saber nada a menos de que lo escuchará directamente de un maestro.

-Déjeme investigar que está pasando- soltó ella por fin mirándolo a los ojos- Los profesores deben estar al tanto de esto, ellos podrán informarme más-

-Evangeline, no puedes salir así como así pasando de espejo en espejo como se te dé la gana- la regañó- pueden verte.-

-Prometo que no será así...- le rogó la niña, esta vez con un rostro de súplica- sólo será una noche...Por favor amo Draco-

-Tsk..- Draco miro a otro lado, la ventana para ser más concretos. Ya estaba anocheciendo y estaba por tomar una decisión. No sabía que pasaría si por alguna razón veían a Evany y no quiere saberlo, pero estaba seguro de que era algo muy malo pues de no ser así Evany ya se hubiera dejado ver desde hace ya muchos años.

-Confía en mí..- le volvió a suplicar, esta vez sus palabras llegaron más allá. A Draco Jamás le habían pedido que confiara en alguien, su padre le ordenó seriamente que no confiara en nadie más que en él y hasta ese momento lo había hecho...pero se acabó.

-Está bien- el toque de la puerta los saco del momento- solo una noche- ordenó a la chica antes de esconderla.

-Gracias Draco...- y se fue. Draco puso el espejo sobre la mesa de noche y abrió la puerta.

-¿Con quién hablabas?- preguntó Crabbe encorvando una ceja-

-Estaba leyendo- dijo el simulando enojo- Ahora, más les vale que no molesten. - y se recargo en su cama tomando un libro de transformaciones.

-¿Vas a estudiar Draco?- comento Goyle desconcertado completamente- ¿Transformaciones?- un libro volando lo callo de inmediato.

-¡Que se callen!- y así todo se tornó silencioso, mientras que en la mente de Draco muchas cosas pasaban, había mandado a Evangeline a todos los espejos, reflejos e incluso charcos de agua que había en Hogwarts; lo peor de todo esto es que se preocupaba por ella...por alguien que no era él mismo.

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Mientras tanto Evany viajó de espejo a espejo por las mazmorras encontrándose con la oficina de Snape que estaba completamente sola. Podía pasar de frasco en frasco y se había dado cuenta que no había ningún espejo ahí cosa que la entristeció; Snape no era ese tipo de personas pero tal vez fue su culpa.

Luego viajó a los baños de Prefectos donde Draco la había encontrado y sonrió por unos segundos reviviendo la escena en su mente, el rostro de sorpresa y arrogancia que Draco tenía era divertido lo confesaba, pero también había algo más...Draco era un chico difícil de tratar como cierta persona que ella recordaba y que le dolía hacerlo. Para evitarlo salió de ahí y decidió pasar por los vitrales de Hogwarts; la noche estaba cubriendo todo cuando paso por la casa de Gryffindor buscando a la profesora McGonagall pues no quería ver a Albus Dumbledore...aún no.