Prólogo

7 0 0
                                    

Les contaré una historia, una desastrosa, extraña, oscura y algo divertida historia.

Realmente no sé por dónde comenzar, tiene demasiados comienzos al igual que demasiados finales.

Pero para mí el verdadero inicio siempre será aquel día de lluvia.

Fue el primer inicio de mi vida en que lo conocí.

·
·
·

-Demonios -maldijo Archie para sus adentros.

-calmate, solo iremos a revisar el generador eléctrico -le dije tratando de no sentir tanto miedo.

-estuvimos viendo una película y de la nada se fue la luz, así que no me pidas que mantenga la maldita calma -sanjó con el mismo tono asustadizo.

Rodé los ojos, tratar de mantenerlo calmado ahora me es tan imposible como dejar de tener miedo.

A simple vista todo parecé aterrador, con esto del apagón, la fría noche nos rodeó, no habían sonidos más que de la lluvia y nuestras pisadas, teníamos que revisar el generador el cual se encontraba en la bodega para guardar los materiales de jardinería y da la casualidad de que estaba al otro extremo del patio.

-la puerta está abierta -Archie tragó saliva.

-fue el aire -le respondí, en este momento la lógica ayudará más a vencer el miedo.

-el puto aire no va abrir una puerta con llave -lo que dijo me obligó a echar a la estupidez disfrazada de lógica al inodoro.

Mierda, parece que estamos jodidos, lo bueno es que nos enterrarían juntos ¿no?

Basta, Val¡¡ Te estás pareciendo a Archie

En cuanto estuvimos a pocos metros de la pequeña bodega.
Caminamos lo más lento posible, el miedo hizo que mis piernas temblaran, haciéndome casi imposible caminar.

Sólo tres pasos eran cruciales para ver si fuimos tan idiotas para asustarnos por nada, o enserio era algo de lo que debíamos temer.

Archie y yo nos miramos, su mirada parecía preguntarme si estaba lista.

Yo sé que tenemos miedo, pero sea lo que sea lo enfrentaremos, como siempre lo hemos echo.

Después de un minuto asentí con algo de determinación reunida.

Uno..

Dos..

Tres..

Santa señora de los egipcios, si antes
no dije que me cagaba de miedo ahora hasta lo gritó.

-mierda -fue lo único que salió de los labios de Archie.

Esto parecía una película de terror, no había un asesino esperándonos, tampoco un monstruo el cual se abalanzaría a nosotros, sólo era una persona, un hombre para ser específicos, la tierra húmeda y la sangre se impregnaba en todo su cuerpo, estaba recostado en unos de los estantes para los artículos de jardinería, sus brazos se aferraban a sus piernas, y su cara estaba escondida entre sus rodillas, temblando de una manera algo anormal.

¿Quién es él?

¿Quién le hizo esto?

¿Por qué se lo hicieron?

Las preguntas vagaron en mi mente, era una escena aterradora, y las especulaciones que se creaban en mi mente también.

-necesita ayuda -dije en cuanto salí de aquél transe.

-si, llamaré a la policía -aquello que salió de la boca de Archie pareció haberle asustado mucho a ese chico, porque gateó a una esquina y se aferró a su cuerpo con más fuerza.

-y si ellos fueron los que provocaron esto -miré Archie.

-y si es un criminal -rebatió mirándolo con algo de desconfianza.

-y si es una víctima y caemos en la ignorancia de entregarlo a las personas que le hicieron tal atrocidad.

Me miró a mí y luego a él, y tras unos minutos de total silencio, Archie habló.

-voy primero -avanzando hacia el chico.

-sabes que de igual manera iré al lado tuyo.

-si, lo sé -negó con la cabeza, no me quejó, adoro que se preocupé, pero él sabe que somos un equipo y que si el va a un ritmo yo también.

Ya estando a pocos pasos de el moribundo chico, Archie habló.

-ey tú, ¿estás bien? -su manera hosca de hablar hizo que volteara a verlo.

-mejor hablaré yo -avanzando y y arrodillándome cerca del chico.

-mi amigo y yo te ayudaremos, todo estará bien -le hablé de la forma más tranquila que que pude, pero aún así trato de arrinconarse más en la pared. Debe estar muy asustado, yo también lo estoy, pero es mejor estar calmada ahora, si no se asustará más y sería peor.

-mí nombre es Valerian y mi amigo se llama Archie, te prometo que te ayudaremos -después de unos segundos agregue -no llamaremos a la policía, si es lo que te preocupa.

Minutos de perpetuó silencio nos rodearon, ahora lo único que se escuchaba aparte de la fuerte tormenta en el recinto, eran nuestras respiraciones.
Hasta que vimos que aflojo los brazos para dejarlos caer a sus extremos, la respuesta suficiente como para reaccionar.

-vamos.

Algo dentro de mi iba a sabiendas de que mí vida ya no sería la misma, pero no le di importancia.

¿habrá sido un grave error?



¿Les interesó? Entonces vayan al capítulo 1 >>>

S I N G U L A R Donde viven las historias. Descúbrelo ahora