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Narrador omniciente

Iara y su papá Héctor recién se mudan desde Santa Fe hasta Buenos Aires, La Boca

Mientras la gente de la mudanza bajaba sus pertenencias ella fue al patio de atrás, viendo que había una piscina

Una lástima que no tenga amigos para disfrutar de esta piscina -uno de sus tantos pensamientos solitarios-

-ya tenés todo en tu cuarto, Iara, el saco también- dijo su papá que la veía desde adentro mirar el agua tranquila

-ahora voy a acomodar- su papá asintió y volvió adentro

Ella se sentó en el borde de la piscina y miraba como una hoja se movía en el agua hasta que sintió una mirada, levanto la cabeza y se encontró con unos ojos marrones que la miraban desde el balcón de la casa de al lado

El chico le sonrió y la saludó con la mano, ella lejos de siquiera pensar en saludarlo permaneció en un estado neutro, se levantó del piso, se sacudió la ropa y se metió a su nueva casa para ir a su cuarto y empezar a acomodar sus cosas mientras la sonrisa del morocho no salía de su mente y con esa imagen se fue a dormir

Por parte del morochodespués de fumar volvió a entrar a su cuarto con la imagen de la extraña actitud de su nueva vecina

Después de unos minutos hablando con sus amigos por WhatsApp se quedó dormido, ya que recién llegaba de su gira y estaba cansado de tantos viajes, no había mejor cosa que acostarse a dormir después de fumar

~•~

Rre pete mal pero qsy, pinto escribirla y publicarla de una, ahora

La lluvia del Trueno ⛈ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora