Alejandro.
Al momento de levantarme, ví como una pequeña y delgada mano me ofreció su humilde ayuda, cuando levanté la mirada, quedé con algo de asombro, era ella.
-Em, ¿Te encuentras bien? Déjame ayudarte.
{¡Que vergüenza!}
-Eh, claro, gracias. -Me levanté sosteniendo su delicada y suave mano.
- Deberías ir a orientación, tal vez te puedan sanar esas pequeñas heridas en tus mejillas. -Dijo señalando cada parte de mi rostro.
- Sisi, gracias de todas formas,señorita ... -Hice movimientos con mis dedos, señalandola, tratando de saber su nombre.
-Lizbeth, me llamo Lizbeth, y tú debes ser Alejandro Juárez. -Dijo en un tono frío.
-Eh.. Si. El de la polémica, jeje.
-No te lo tomes a fondo, solo lo hacen por joder.
-Supongo.
- Suspiró- De acuerdo, yo me retiro, tengo algunos trabajos pendientes en los que terminar.
-¡Por supuesto! ¿Te veré luego?
{Ay nmms, que confianza la tuya Alejandro.}
-Eh, claro, te veo en la salida, "Tortas".
Me quedé en shock, ¿Tortas? Pareciera que me conociera de antes, o eso pensé yo, no se mucho de ella, pero haré lo posible para que nadie más le haga daño.