Capítulo I

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Y ahí se encontraba Jeon Jungkook parado en aquel escenario, aquel que le traía demasiados recuerdos, donde había dado sus primeras presentaciones, su público..., únicamente uno que otro gato que se alojaban en aquel recinto ahora abandonado.

-If You.... If You....- Cantó a penas en un susurro.

A pesar de no tener un público como tal, él aún se sentía inseguro de poder cantar, ni siquiera para si mismo se sentía seguro de hacerlo, así que como todos los días tomo su mochila y se dispuso a retirarse de aquel lugar.

~ ~ ~ ~


De camino a casa su única compañera era aquella piedra que había estado pateando desde hace algunas cuadras, debido a la hora, las calles se encontraban ya vacías, casi en su totalidad.

-¿Por qué aún no puedes cantar?...- Se dijo así mismo mientras presionaba sus puños sobre su pantalón. -¿Hasta cuándo, Jungkook... Hasta cuándo serás un cobarde?... -

Llego a su casa y entro quitándose las zapatillas, corriéndolo como si su vida dependiera de ello, llego hasta su habitación creyendo haberse librado del regaño de su madre por llegar tan tarde, pero de repente las luces se encienden y ve como su madre esta parada recostada en el marco de la puerta de su cuarto.

-¿Ya viste la hora?.- Pregunta de forma sería, su enojo era más que obvio.

-Te-tengo una buena explicación...- Dijo haciendo reverencias hacia su madre. -Y-Yo...- Rascó su nuca con nerviosismo. -Lo siento, madre..., quería llegar antes a casa.-

-Espero que mañana te dignes a llegar antes, no lo dejare pasar nuevamente, ¿entendido?- Dijo con un tono lleno de reproche hacia Jungkook y se retiro a su habitación.

Jungkook tiro su mochila hacia el suelo y se dejo caer de espaldas en su cama, observando al techo de su habitación suspiro, como cada noche lo hacia, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos cuestionandose si él estaba mejor ahora.

-¿Todo bien allá... Hyung?-dijo para luego abrazarse así mismo dejando que el sueño lo venciera mientras seguía sollozando.

• • •

-¡Hyu-Hyung!- gritó viendo como su hermano se alejaba de él.

-Ve a casa Kookie.- escuchó decir al mayor y de nuevo volvió a desaparecer.

De nuevo aquel sueño, él extrañaba demasiado q su hermano, unos días más otros días menos, pero siempre lo tenía presente.

Se levantó y bajo a desayunar con su madre, ahora solamente eran ellos dos, su padre los había abandonado cuando Jungkook recién cumplía los dos años, así que a Jungkook en realidad le da igual aquel hecho, pero SeokJin siempre estuvo apoyándolos y cuidando de ellos como un padre y hermano mayor, pero ahora que ya no estaba con ellos las mañanas eran algo vacías y silenciosas. Su madre era de poco hablar sin embargo se preocupaba demasiado por Jungkook, su hijo menor y ahora el único, él nunca había estado tan solo y eso a ella le preocupaba, casi no comía, se dormía tarde, pasaba largas horas afuera de casa y a veces no asistía a la escuela.

-Cariño, prepare unos hotcakes como te gustan, desayunar y te vas a dar una ducha, hoy quiero que me acompañes a un lugar.- habló la señora mientras servía los hotcakes.

-¿A dónde quieres ir esta vez? - dijo Jungkook con algo de cansancio, le gustaba estar con su madre, sin embargo amaba pasar los fines de semana encerrado.

-lo sabrás cuando lleguemos.- sin más comenzaron a comer en silencio.

•••

Después de más de media hora conduciendo por fin su madre detiene el automóvil frente a un enorme edificio.

-¿Listo?- le pregunto a su hijo con una enorme sonrisa que Jungkook no pudo más que asentir sin saber que estaba planeando su madre.

Entraron a aquel enorme lugar y comenzó a leer distintos afiches y pancartas dentro de este..., "Instituto de música", eso lo hizo reaccionar y tomo fuertemente el brazo de su madre, esta solo se detuvo a observarlo y Jungkook solo negaba con la cabeza.

-Vamos bebé..., solo quiero que des un vistazo.- tranquilizó la señora a su pequeño.

-Sa-sabes que no pu-puedo.- hablo bajito Jungkook con los ojos brillosos... Oh no, las lágrimas amenazaban con salir caprichosas de sus pequeños ojos.

-Bueno, hoy no será, ¿Vamos a casa?- hablo su madre y los ojos de Jungkook se iluminaron y asintió frenéticamente.

Salieron de aquel lugar pero una bella cabellera rubia llamo la atención de Jungkook que tuvo que volver en sus pasos para observar mejor, un joven acababa de entrar a aquel edificio con una guitarra colgando de su espalda, sus ojos eran hermosos, sus labios rosados y brillantes, sin duda alguna Jungkook acababa de ver a un ser demasiado hermoso.

-¿Entonces si quieres helado?- decía su madre sin embargo Jungkook había dejado de prestarle atención hace ya unos minutos, reaccionando cuando su madre jalo de su camisa para llamar su atención. -¿Qué es lo que tanto le llamo la atención a mi pequeño para que dejara de prestarme atención?- La señora Jeon busco con la mirada aquello que su hijo veía y comprendió todo.

Para la señora Jeon no era un secreto que su hijo menor gustaba de los chicos, desde niño había manifestado su atracción por las personas de su mismo género que ella no le quedaba más que apoyarlo como buena madre que es.




Con una enorme sonrisa volvieron a salir de aquel edificio ya con el registro terminado, a partir del próximo Lunes Jungkook asistirá a clases por la tarde en aquella prestigiosa academia de arte, su madre estaba muy feliz ya que desde hace un tiempo no veía a Jungkook tan feliz.

-¿A dónde vamos primero?, ¿Por los libros o a comer algo?- dijo la señora Jeon.

-A comer mamá, tengooo mucha hambreee.- habló Jungkook alargando sus palabras para demostrar cuánta hambre tenía.

-Muy bien, después vamos a casa y acabas tus tareas, yo pediré los libros a la librería para que los lleven directamente a casa.-

-Eso suena perfecto.- Jungkook dejó un beso en la mejilla de su madre y tomo su mano para caminar lo que quedaba hasta el restaurante.

~

Ya había acabado las tareas y salió un momento a la azotea de su casa, desde aquel lugar se podía observar perfectamente las copas de los árboles y aquel cielo celeste que tanto le gustaba.

Amaba observar el cielo y pensar en él, en su risa escandalosa que en ocasiones era motivo de bromas, en sus grandes ojos expresivos, en sus chistes que no daban gracia pero a él sí..., aquel último texto que recibió de él.

"Buena suerte mi pequeño Kook, nos vemos en el recinto."

Una, dos, tres y muchas más lágrimas salen de sus pequeños ojos, si tan solo el no se hubiera presentado ese día, si tan solo hubieran viajado juntos a aquel lugar, eso y tantas cosas pasan por la mente de Jungkook y no puede evitar echarse la culpa de aquel accidente.

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2020 ⏰

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Mellifluous (TaeKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora