Todo comenzó en las Vacaciones

1. Guerra de comida

Charlotte´s P.O.V.

Tomé asiento junto a Lina, que no paraba de hablar sobre los miles de planes que tenía para este verano (El cuál pasaremos en su casa). Pero no podía concentrarme. De solo pensar en que pasaría mis vacaciones cerca de Frank Adams me revolvía el estómago, como si la batalla por la tierra media se estuviera llevando a cabo en mi barriga.

Tragué con dificultad mi ensalada de lechuga y pollo mientras mi amiga me comentaba sobre una oferta de trajes de baño que vio hace una semana.

 – ¡Tenían un descuento increíble! Y había de todos los colores, tal vez podamos pasar por el centro comercial después de clases –Me dijo entusiasmada, ignorando por completo su comida.

Asentí.

De pronto un chico se sentó junto a nosotras. Tenía el cabello negro, ojos de un tono que no pude distinguir por el sol, pero era guapísimo. Mis ojos se abrieron como platos al darme cuenta de quién era; Taylor Daniels.

 –Hola,… chicas que nunca había visto en toda mi vida –Nos saludó algo confundido.

Fruncí el ceño.

¿Por qué rayos el chico más popular y deseado del instituto nos está hablando como si fuésemos sus amigas?

–Yo soy Elina…. –Se presentó mi amiga señalándose a sí misma con su dedo índice –Ella es Charlotte…. –Ahora su dedo apuntaba hacia a mí. Taylor me guiñó un ojo. Ahora el dedo de Lina apuntaba hacia el adonis –Y tú eres Taylor, ahora vete –Concluyó señalando a un grupo de zorras sentadas en la mesa de los populares.

 –No seas así, vine aquí para hacer amigos –Dijo Taylor indignado, poniendo una mano en su pecho.

 –Bien…. ¿Y? –Insistió Lina alzando una ceja.

 – Valla, no esto no es sencillo –Se dijo a sí mismo, mordiendo su labio inferior. Alzó su mirada hacia a nosotras –Elina, Charlotte, necesito que me ayuden con un asunto algo….. Incomodo –Nos explicó.

Lina y yo cruzamos miradas, ella parecía tan confundida como yo.

Nunca en nuestras cortas pero hermosas vidas habíamos interactuado con los populares (Y menos con chicos populares). Y ahora Taylor Daniels se nos acerca pidiéndonos un favor.

Tal vez no sea muy seguro aceptar….

– ¿De qué se trata, Daniels? –Preguntó mi amiga con tono de curiosidad. Rodé los ojos al saber que no pensábamos lo mismo.

Taylor volvió a sonreír.

– ¿Conocen a Gregory Shapiro? Ya saben, el chico con sobre peso de cabello naranja.

Asentimos.

–Bueno, él ha resultado ser una gran molestia para mí estos últimos tres días –Dijo él, negando con la cabeza decepcionado.

– ¿Por qué? –Preguntó Lina.

–Quiere entrar al equipo de basquetbol, y como sabrán yo soy el capitán del equipo, así que el entrenador me obliga a ayudar a los que quieren hacer las pruebas –Explicó fingiendo tristeza –Y nuestro querido Gregory es más difícil de entrenar que a un pez anciano con alzhéimer y aletas torcidas.

– ¿Y eso en qué demonios nos involucra a nosotras? –Le cuestioné furiosa después de oír su patético problema.

Él frunció el ceño hacia a mí durante unos segundos y luego sonrió con confianza –Tengo trescientos dólares para que ese chico deje el equipo, y ustedes se los entregaran por mí –dijo y tomó una de las papas fritas de Lina –Porque si se lo digo yo o cualquier chico del equipo comenzarán a esparcirse los rumores de que soy una mala persona.