Haunting Love

[Capítulo 1]

Una húmeda mañana a principios de agosto, fue rápidamente opacada por un embotellamiento de autos en todas las calles principales de la ciudad, todo el sonido que se escuchaba eran los claxon presionados con molestia por los conductores impotentes de querer llegar a su destino.

Cuando los automóviles comienzan a avanzar poco a poco, uno se queda parado y de el sale una pequeña coneja color canela de orejas caídas, vistiendo un uniforme escolar demasiado sofocante para el clima del día. Ella camina con precaución hacia la acera esquivando los autos que pasaban, mientras camina con los demás peatones, se detiene curiosa a observar la razón del embotellamiento de hace unos momentos. Una gran marcha estaba tomando lugar en las calles, miles de animales estaban reunidos estorbando el flujo del tráfico, gritaban al unísono mientras agitaban las pancartas que sostenían.

A pesar del estridente sonido que producían, los oídos de la chica solo captaban susurros incomprensibles para ella, así que decidió fijar su atención en intentar leer, a modo de susurro, los textos en las cartulinas que veía.
—Alto a la desigualdad para los animales con discapacidad —.Algo confundida por la situación decide pasar todo el asunto por alto y continuar su camino a paso apresurado, su mochila rebotaba junto con sus largas orejas cada que corría pequeños tramos de camino, quería llegar rápido a su destino.

La escuela preparatoria Abingdow, presumía de ser un instituto completamente normal, y como cualquiera, preparaba una ceremonia de apertura para los recién egresados al comienzo del año escolar. Cientos de animales estaban reunidos de pie en el centro de las instalaciones mientras al frente de todos ellos se encontraba el director, listo para dar un discurso. Entre la multitud se realzaba un ciervo de estatura promedio, con la particularidad de que una de sus majestuosas astas estaba rota a la mitad, cosa que atraía a el diversas miradas prejuiciosas. Lejos de estar preocupado o atemorizado por tantas miradas sobre el, solo voltea para ver como una pequeña coneja enana trataba de llegar a el pasando con dificultad entre los demás alumnos que le sacaban el doble de altura.

Sonríe para sí mismo y se acerca a ella para luego acariciarle la pelusa de cabello que había entre sus dos orejas.
—¿Como estás Mary? —.El ciervo le da una enorme sonrisa mientras ella suspira.
—Cansada, había mucho tráfico y tuve que caminar un buen tramo para llegar hasta acá —.La herbívora deja su mochila en el suelo y se recarga en su amigo, mientras de fondo se escuchaba al director hablando para todos a través de un micrófono.
—Oye Ethan —,el chico voltea a verla.
—¿Que está diciendo el director? —el ciervo no aparta la mirada de ella, quien veía con toda su atención sus labios
—Ya sabes, típico discurso de bienvenida, no te preocupes por eso —.Al terminar de escucharlo ambos vuelven a mirar hacia el frente y no vuelven a intercambiar palabras hasta que toda la presentación acaba y cada grupo de animales comienza su camino para el que sería su salón de ahora hasta el fin del año escolar, los ojos oscuros de Mary estaban viendo perdidos hacia el frente mientras su amigo la llevaba casi de la mano hacia el salón de clases, ninguno parecía emocionado por comenzar su vida escolar.

Su aula estaba al final del pasillo, en el segundo piso del edificio, Ethan decide que se sentarán al frente de la última fila, poco a poco el cuarto se fue llenando de animales de distintas especies, hasta que todos los asientos quedaron vacíos. El salón fue inundado con una infinidad de murmullos, Mary saca sus cosas y las pone en la paleta de la butaca mientras Ethan solo está mirando fijamente lo que hace.
Apenas unos minutos después de sonado el timbre, un oso de mirada cálida, camisa de cuadros y mochila a su espalda entra y se sienta en el lugar del profesor. Acomoda sus cosas en silencio y luego se para enfrente del pizarrón y comienza a hablar para todos, su melódica voz inundó rápidamente las 4 paredes y todos se callaron para ponerle atención.
—Muy bien chicos, se que es el primer día y probablemente todos estemos nerviosos por esto —.Con cada palabra que decía, gesticulaba con sus patas, moviendolas de un lado a otro con cada oración, a Mary esto la distraía mucho, trataba de poner toda su atención en mirar los labios del maestro.